El madurismo, hay que reconocerlo, trasciende a maduro. Es el nombre actual de una manera de vivir y una manera de gobernar, que en el futuro merecerá estudio de las ciencias sociales. Nosotros sólo daremos un rápido vistazo, intentando ver un poco hacia dónde va la nación bajo este flagelo. Veamos.
Se trata de una manera fraudulenta de gobernar, basada en la mentira, la evasión de responsabilidades, la persecución de la disidencia, negación del futuro, desdeño del estudio, descrédito del conocimiento, de la planificación. Esta manera de gobernar es la expresión de la política de la marginalidad mezclada con la pequeña burguesía, en un trasfondo rentista. Por supuesto que esa ideología lumpenesca impregna a todo el país, desde el marginado hasta la alta burguesía parasitaria, éste es en definitiva un gobierno venezolano.
Cuando el estamento marginal-clase media tomó el poder, mutuamente se influenciaron, el tradicional miedo de la pequeña burguesía se vio anulado por la audacia marginal: al escrúpulo lo derogó la ambición, la verdad se hizo innecesaria, las metas se dolarizaron, lo espiritual sobró, la lealtad se limitó al interés individual.
El gobierno se mueve por la voluntad de un pran cuyas facultades son exageradas por los aduladores que necesitan un fetiche: "lo que maduro diga" anula cualquier discusión, cualquier pensamiento; el pran es una especie de sacerdote que tiene comunicación con ese ente gaseoso, inaprensible, a veces poderoso, siempre desgraciado que llaman "pueblo, capaz de grande hazañas y también de elegir a sus verdugos.
El resultado de esta ideología en el gobierno ya lo conocemos, es la total devastación del país, desde su músculo económico hasta su corazón espiritual: PDVSA se derrumba a la par de las Universidades, el hambre impera, el éxodo conmueve al continente y al mundo, no hay moneda, la inflación se hace histórica. El país es subastado tras bambalinas, en silencio, frente a la mirada cómplice de militares y políticos. El país inerme, con un gobierno bufo, es acechado por los imperios, por hienas y águilas supranacionales. El gobierno marginal-clase media es un total fracaso, eso lo sabemos todos. La pregunta que surge es ¿para dónde va, cuál será la evolución de esto?
El futuro dependerá de la calidad del desenlace. Hablemos hoy de la posibilidad del madurismo sin maduro. Esto es, agotado maduro, el madurismo, en un intento por permanecer en el gobierno, lo sustituye, construye otro pran, que de la noche a la mañana se transforma en fetiche, y será "lo que diga el nuevo fetiche". La continuidad del madurismo sin maduro podría significar la profundización de la marginalidad, es decir, la permanencia por la fuerza, el atropello, los colectivos, los paramilitares, los ajusticiamientos, persecución de la disidencia.... O puede ser que se imponga la mentalidad de la clase media, y busque la conciliación, un pacto, volver a la democracia burguesa, negocie salidas, embajadas, y hasta puestos en el nuevo gobierno. Y el madurismo continuará con otro nombre. Nada habrá cambiado.
La contradicción entre la marginalidad y la clase media está presente hoy en el gobierno, se manifiesta cada vez más abiertamente, deja a maduro como una mascota que aparece pero en realidad no manda. Esta contradicción, esta lucha, se manifestará en el futuro influyendo en la calidad del desenlace.
Claro, es posible que mientras esta contradicción se desarrolla otra fuerza social los arrase, pero esa es otra historia.