"¿Cuántas mentiras, deformaciones y basura pondrán en la miniserie Bolívar? Tenemos que salirle al paso a la oligarquía colombiana". Así se expresó el presidente Nicolás Maduro, una semana antes de estrenarse la serie Bolívar, producida en Colombia, por Caracol TV y difundida en 60 capítulos de unos cincuenta minutos cada uno, por la plataforma NETFLIX . Su crítica la emitió sin haber visto el trabajo televisivo. Costumbre de nuestro presidente, y de otros funcionarios de su gobierno. Pero se equivocó. Yo he tenido el placer de ver los 60 capítulos que conforma la serie, y me he quedado gratamente sorprendido por los hechos narrados, con maestría con la cual han presentado tanto a Simón Bolívar, como a Manuelita Sáez y otros héroes, como el Mariscal Sucre y Antonio Ricaurte, Rafael Urdaneta y el inefable, y hambriento de poder como lo fue José Antonio Páez.
El trabajo fílmico desmitifica al Bolívar, aquel a quien nos tienen acostumbrados nuestros historiadores, quienes, dicho sea de paso, son recomendados, y tomados en cuenta, además, por el sistema de educación venezolano, en especial en primaria y secundaria. La serie nos presenta a un Bolívar de carne y hueso. Al hombre que amó a muchas mujeres, pero que siempre se mantuvo enfocado en su misión: echar fuera de las fronteras de América a los españoles. El hombre que cometió errores, como cualquier ser humano, sobre todo, aquellos que tienen sobre sus espaldas la toma de decisiones, en su afán de cumplir un juramento, como el que hizo Bolívar en el Monte sacro.
"La figura de Bolívar, ha sido tan manoseada y tan tergiversada que esos señalamientos del señor Maduro se convierten en una invitación para ver esta nueva ficción. Tengo la absoluta certeza que los venezolanos van a sentirse orgullosos del Bolívar que contamos, y que el resto del mundo conocerá. Un personaje del cual hemos oído hablar tantas cosas, tantas anécdotas se cuentan y, realidad, sabemos muy poco del verdadero héroe que fue Simón Bolívar", señaló Juan Uribe, uno de los guionistas de la serie. Mientras que el actor venezolano que encarna al Bolívar en su madurez, Luis Gerónimo Abreu, dijo: "Creo que cualquier persona con dos dedos de frente, primero debería ver la serie y después opinar…".
Independientemente, de cualquiera opinión venga de donde venga, la serie nos presenta unos hechos emocionantes, desde el desenvolvimiento de los personajes, así como los exuberantes países, hasta los vestuarios espectaculares, y ni que decir de las aguerridas batallas. Nos permite apreciar a un Bolívar pleno de pasión y obsesivo hasta los tuétanos con su sagrada misión de liberar a su amada Venezuela de los realistas, así como a toda América de la presencia de todo vestigio del imperio español. Eso sí, un hombre enamorado de toda mujer bella, pero respetando la memoria de su amada María Teresa del Toro. Un héroe que se labró palmo a palma su leyenda. Gracias a su inteligencia a su intuición y su ímpeto desbordante y avasallador.
Por otro lado, el trabajo televisivo nos presenta a otros personajes llenos de pasión por lo que hacían. Santander, guerrero bravo en el campo de batalla, quien acompañó al Libertador en las primeras victorias de la lucha emancipadora. Luego de ser nombrado por Bolívar como Vicepresidente, comenzó a cambiar, hasta el punto de conspirar con Páez en contra del presidente y jefe del ejército patriota. Bolívar lo enfrenta y lo destituye de su cargo de vicepresidente. Es evidente la traición de Santander. Mientras tanto, la enfermedad comienza a asomarse en el organismo del héroe venezolano.
Pero hay mucho más. La serie nos dibuja a una Manuelita Sáez, diferente a la que nos presentan los historiadores venezolanos. El personaje encarnado por una joven actriz colombiana, nos envuelve y nos arrulla con su temperamento, su lozanía y su capacidad de reacción, dada su inteligencia innata. Brota de sus entrañas una energía inusitada en una mujer de la época. Esa energía y su vocación libertaria, hacen que se nos presente un ser humano de una dimensión que sólo Simón Bolívar merecía. Su pasión por la libertad la llevó a enrolarse, en contra de la voluntad de Bolívar, como soldado patriota al ejército, y en la batalla de Pichincha, dada su fiereza en la lucha, es nombrada coronel. Luego de su regreso a Quito, y, después de circunstancias adversas, se va a Santa Fe de Bogotá, donde Bolívar, ya enfermo, reclama su presencia. Por cierto, en la serie se enaltece la figura de la mujer, independientemente del rango social a cual perteneciera. La mujer, ligada o no a la familia Bolívar, tiene un rol importante durante toda la lucha independentista.
No encontré, nada importante que cuestionarle a la serie Bolívar. Todo lo contrario. Desde el primer capítulo hasta el número 60, con el cual culmina la súper producción no hace más que emocionarnos y mantenernos hambrientos de ver más y más. De tal manera que recomiendo ampliamente la serie a todo aquel venezolano que desee verla. Solo tiene que meterse a la plataforma NETFLIX, sentarse cómodamente, bien apertrechado y con la disposición de ver una de las producciones más espectaculares sobre la vida del héroe hispanoamericano, que puso su fortuna a la orden de la lucha por la libertad y ofrendó su vida por hacernos un pueblo digno y libre del yugo español. La crítica hecha por el presidente Maduro, una semana antes del estreno de la serie, ha sido sepultada, por falta de prueba.