- Prendido de indignación el Prócer bogotano Antonio Nariño, remueve hasta en sus vísceras, la traición al levantamiento de los comuneros y el vil asesinato de José Antonio Galán; pesa también en su memoria y en la de Francisco de Miranda las huellas ensangrentadas de los caballos que desmembraron a Túpac Amaru como el Hijo del Sol en las cuatro direcciones del Tawantinsuyo: 1780 (9años antes de la revolución francesa de 1789). Esa insolación de la memoria viva, lo convoca a la causa de Independencia, haciendo causa común con los Próceres Francisco de Miranda y Simón Bolívar.
BOLÍVAR: (1783-1830) Nuestro gran patriota, Antonio Nariño, el bogotano de tantas historias, persecuciones y calumnias de sus detractores, ha escapado de nuevo de la muerte, de las garras de esta desnaturalizada Madrastra.
NARIÑO:(1765-1823) Gracias por hacerme sentir en casa con este caluroso recibimiento y por la alegría con que nos cubre este encuentro.
BOLÍVAR: Has cruzado de nuevo el océano, huyendo de la cárcel y de las garras del imperio. Entrastes por Angostura, ahora me alcanzas aquí en Achaguas. ¡Al calor del llano adentro en batalla por la Independencia.! Conocerlo y verlo ahora libre y listo es el mejor regalo que nos depara la Divina Providencia para la justa causa de la libertad. ¡Bienvenido, hermano, bienvenido siempre!
NARIÑO: Esperaba este encuentro necesario. Tardío se ha vuelto por las persecuciones de mis detractores, la cárcel y el destierro al que me han condenado por toda una vida nuestros adversarios del imperio español. Mis enemigos internos han tratado de manchar mi honor y la dignidad de mi familia. Me persiguen los demonios de la calumnia, los fabricantes de la traición y el engaño. Desde la Casa de Gobierno, usan sólo mi nombre, esconden sus puñaladas traperas y se unen a los imperios enemigos para destruir a la Patria Grande.
-BOLÍVAR: El destino de nuestra causa nos encuentra en la hora más cruda y oportuna. Prendamos el espíritu constituyente en el Congreso de Cúcuta y Ud., es el hombre a la medida de las circunstancias; aquí en Achaguas dicen que el reto de un llanero es del tamaño que se lo presenten las circunstancias.
-NARIÑO: La independencia nos reclama juntos Simón Antonio para la unión de nuestras Patrias Chicas con la Patria Grande. Como lo ha soñado también el caraqueño Francisco de Miranda, maestro de maestros y de Libertadores. Debemos además impedir a tiempo que estos godos de Cundinamarca vendan mañana Panamá a los imperios emergentes, porque Panamá es el puente estratégico entre el Atlántico y el Pacífico. Ya los indios kuna nos hablan de Abya Yala, en la voz originaria y encendida de la garganta de todo un continente. Dicen los sabios, que mañana será la garganta del mundo, cuando el Pacífico desplace el Atlántico.
-BOLÍVAR: Sabemos de antemano que tanto aquí como allá nos vamos a encontrar con los enemigos de nuestra unión. Tomarán como pretexto el federalismo para imponernos liderazgos localistas, ciegos por sus intereses personales en contra de los intereses estratégicos de una lucha común; defendamos la prioridad de la independencia y la soberanía de nuestros pueblos, en contra del servilismo y la esclavitud de España y los imperios europeos. ¡La independencia es el primer acto de cultura!
NARIÑO: No son los principios lo que nos lleva a enfrentar el federalismo y una peligrosa descentralización sino una cuestión de método en una coyuntura de guerra prolongada, de amenaza exterior y de amenaza interna que puede herir de muerte la causa de la independencia y la libertad.
BOLÍVAR: Aquí mismo, en la región centro norte de Venezuela, los caribes que son muy autónomos en sus aldeas y comunidades, como buenos guerreros se vieron obligados a confederarse y hacer fuertes alianzas entre sus caciques, pueblos y chamanes al mando de Guaicaipuro para enfrentar al enemigo común y a los indios traidores como Francisco Fajardo. Nuestro tiempo histórico frente a la Santa Alianza de 1815 hasta hoy nos obliga a ir mucho más allá del federalismo. El gigante del norte, el Tío Sam, ya sueña y tiene en proyecto reducirnos de nuevo a su patio trasero. La Santa Alianza tiene los ojos abiertos y las garras del escorpión para poner en Nuestra América la planta insolente del extranjero y profanar el suelo sagrado de la patria.
NARIÑO: Pronto me convencí que Europa tampoco está interesada en nuestra independencia. De nada vale salir de las garras de España para cambiar de dueño y caer en las garras de Inglaterra y de sus hijos, de independencia reciente. Sin embargo, hay alianzas necesarias que impedirán que nuestra independencia sea asfixiada por la Santa Alianza. En el futuro, los patriotas necesitarán otros tipos de alianza para la segunda Independencia y enfrentar otra Santa Alianza.
BOLÍVAR: Lo temo por Caracas. Porque los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar a la América de miserias en nombre de la Libertad.
NARIÑO: Nada de ese Santander-ismo, de sus traiciones y de sus puñaladas traperas me serán extrañas en los tiempos por-venir.
BOLÍVAR: Debemos unirnos o la Santa Alianza sobrevivirá más allá de nuestra independencia política. ¡Unidad, Unidad! debe ser nuestra divisa. La unión es lo que necesitamos para la colosal tarea de nuestra regeneración moral y espiritual. Lo contrario es arar en el mar y estar condenados a no saber nunca a que familia humana pertenecemos. Sin Patria Grande no habrá Independencia. Sin independencia cultural no tendremos identidad, independencia y soberanía, como base de la independencia política, económica y social.
NARIÑO: Intuyo nuevas traiciones hacia mi Patria y hacia La Patria Grande. Veo venir en los siglos venideros una bota extraña sobre Colombia, una ocupación militar de la doctrina de Monroe y la oligarquía de Cundinamarca de rodillas bajo el imperio naciente. A Panamá la siento como Ave de Paso, pretexto de negocios fáciles, paraíso fiscal, venta de espejitos y tráfico de mercancías de los grandes imperios bajo opresión de su pueblo.
BOLÍVAR: Es probable que ambos sigamos perseguidos y estigmatizados por las oligarquías de Caracas y Bogotá, haciéndole coro a los grandes imperios. Pero en el decir de Pablo Neruda, despertaremos cada 100 años cuando despierte el pueblo. En cambio, los traidores de siempre, serán fósiles andantes: no encontrarán tierra fértil, ni semilla, ni frutos en los avatares de la historia. Aquellos que son como Ud., como Sucre, Urdaneta, Arismendi, Ricaurte, José Cornelio Muñoz o mujeres heroicas como Manuela Sáez, Luisa Cáceres, Juana La Avanzadora, María Rosario Navas, tendrán para siempre sus nombres bordados en el zócalo de la memoria.
NARIÑO: El nombre de Simón Bolívar jamás lo borrarán de los grandes libertadores de la historia universal. Usted no es emperador, ni caudillo como Alejandro Magno, César o Napoleón. Libertador de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia. No podrán enterrar los nombres de José de San Martín, de Artigas y de O´Higgins. Los herederos de los Santander y de los Páez, no nos llevarán a una guerra entre hermanos, a una guerra entre Colombia y Venezuela.
BOLÍVAR: La historia espera que más pronto que tarde, la Patria y la Casa de Nariño sean para siempre liberadas de la planta insolente del extranjero. Para que salgan nuestras Patrias Chicas al encuentro de la Patria Grande. Para que el Sol del Pecho de nuestros pueblos, se hermane para siempre en un solo abrazo que acompañe nuestros sueños, nuestras luchas y esperanzas. Nuestras luchas y victorias. (El Orinoco y el Magdalena se estrecharán)…Canción de Alí Primera.