Que cinismo el de los Estados Unidos. El pasado miércoles, el secretario de Estado de ese país, Colin Powell, dio unas declaraciones a la prensa internacional en las que se pone de manifiesto la prepotencia del imperialismo norteamericano (hay que llamarlo por su nombre, sobre todo después del genocidio en Irak), la permanente y descarada intromisión en los asuntos internos de los demás países y un total desconocimiento de la realidad política y constitucional de Venezuela.
Powell dijo que: "tenía dudas sobre el compromiso de Chávez con el tipo de instituciones democráticas que consideramos esenciales en una democracia". La nota de APTN, división televisiva de Associated Press, continúa: "Chávez deberá enfrentar una prueba, y esa prueba la tiene ante sí ahora mismo, dijo, al referirse al acuerdo que alcanzó en los últimos días con la Organización de los Estados Americanos (OEA) para efectuar un referéndum sobre su mandato". Este genocida, organizador junto con Rumsfeld, Cheney, Rice y el inefable presidente estadounidense, George Bush, del más atroz genocidio cometido contra un pueblo indefenso e inerme como el perpetrado contra el iraquí, tiene el descaro de querer darnos lecciones a los venezolanos de democracia. En primer término, quién dijo que la concepción de democracia que tiene el gobierno norteamericano es la única posible y aceptable? Por otra, quién le da a Powell el derecho de opinar sobre las instituciones políticas de un país soberano, como es el caso de Venezuela? Powell se atreve a decir: "el tipo de instituciones democráticas que consideramos esenciales en una democracia". Las instituciones que ellos, los Estados Unidos, consideran esenciales. Como si los venezolanos tuviéramos que proceder en nuestras actuaciones políticas tomando en cuenta lo que los Estados Unidos piensen sobre la democracia. La nota de prensa dice que el gobierno venezolano alcanzó un acuerdo con la OEA para realizar el referéndum, esto no es así. En primer lugar, sólo se alcanzó un preacuerdo entre los negociadores del gobierno y la oposición en la mesa de diálogo. Sin embargo, el gobierno está estudiando dicho preacuerdo y aún no ha tomado una decisión al respecto. Por otra parte, el gobierno venezolano no tiene que aceptar someterse a un referéndum revocatorio del mandato. Este es un derecho que tienen los venezolanos, establecido en la constitución de 1999, y en virtud del cual, la oposición puede solicitar libremente, previo cumplimiento de los requisitos establecidos en el mismo texto constitucional. En tal sentido, el artículo 72 de la constitución venezolana establece: "Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato". Este es un derecho que ni la constitución de los Estados Unidos contempla.
Debemos estar alertas, en su desenfreno imperialista los Estados Unidos andan en una especie de cacería de brujas, y a nuestro país lo tienen en la mira, ya esto se puso de manifiesto en su indudable participación en el golpe de abril del pasado año.
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