Cuando el Presidente Nicolás Maduro, el 25 de diciembre, escribió en su cuenta twitter: "Hoy, los hogares de nuestra Patria recibieron con el nacimiento de nuestro Niño Dios el mejor regalo: la Paz y la unión de las familias", lo que hizo, en verdad, fue anunciar la gran victoria obtenida por el heroico pueblo venezolano en el 2019.
Una gran victoria popular sin duda. Celebrar las navidades –y muy alegres como somos los venezolanos- lo ganamos a pulso como pueblo, peleando todo el año contra los canallas que tienen como política hacer sufrir a la población, aunque parezca increíble. Sí, peleando duro contra quienes tratan de rendir al pueblo provocándole todo tipo de penurias, con la intención de quebrarle la voluntad de apoyar a la Revolución Bolivariana, para utilizarlo contra el Gobierno Bolivariano, el cual hace un gigantesco esfuerzo por protegerlo. Es una pelea contra fuerzas muy poderosas que tienen como arma la muerte y la destrucción con las cuales chantajean si no se les entrega el país. Pero hoy no vale la pena caer en la tentación de entrar en los detalles de esa nefasta política –estamos alegres- y además ya el pueblo los conoce, como también conoce a los dirigentes de esa derecha política, quienes son unos vulgares mercenarios al servicio del imperio norteamericano.
El Presidente Maduro tenía guardada la reservada para estas navidades (los jugadores de truco entendemos). Fue una jugada maestra del Gobierno Bolivariano. Sorteando todos los obstáculos del bloqueo y la guerra económica (prácticamente en la clandestinidad, burlando las sanciones -medidas unilaterales coercitivas- del gobierno de los EE.UU. que de facto se ha erigido como el gobierno del mundo) el 23 de diciembre retrucó, en consejo de Ministros, anunció que ya se habían entregado, casa por casa, 7 millones 500 mil perniles, 6 millones de bolsas de los Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), 13 millones de juguetes, y, por si fuera poco, vía Carnet de la Patria, 4 millones 386 mil 408 de Petro Aguinaldo, y faltaba más como lo hemos visto en los días posteriores.
Digan lo que digan los críticos de todo pelaje, pero estos son resultados positivos de una política hecha en medio del fragor de un combate encarnizado, sí, ahí mismo donde se hace la verdadera política, la real: la de los pies en la tierra. No en elucubraciones en el campo teorético -en condiciones ideales- alejadas del "mundanal ruido".
El 2019 es un año de grande logros en el campo de la organización del pueblo, v. gr.: 3 millones trescientos mil milicianos sobre las armas que ponen a temblar a los enemigos de la Patria, y la renovación democrática de 41 mil 958 Consejos Comunales, no son poca cosa para darle un tate quieto a quienes quieran conspirar contra la Revolución Bolivariana. Todo indica que el Poder Popular va por más en el 2020, en Revolución y por el camino de Chávez.