Urgente! COVID-19, crisis y creatividad

Iniciamos estas notas con reflexiones de dos connotados sabios como son nuestro Simón Rodríguez cuando dijo: "O inventamos o erramos" y Albert Einstein cuando señaló: "En los momentos de crisis la imaginación es más importante que el conocimiento", esto es muy cierto, ante situaciones difíciles como la que vive el planeta, nuestro sentido de creatividad se agudiza, buscando soluciones prácticas a la calamidad universal que vivimos, denominada COVID-19, que es nuestro principal enemigo, y que presenta su mayor peligrosidad en su onda expansiva en progresión geométrica, ya que de no ser detenida la cadena de transmisión puede llegar al extremo de sobrepasar las capacidades clínicas del mundo y sumirlo en un "caos sanitario impredecible". En todos los países se han tomado medidas PREVENTIVAS DE BIO SEGURIDAD, entre ellas el uso de mascarillas, distanciamiento social de 2 mts aprox, etc, desinfección de espacios públicos y medidas de seguridad en nuestros hogares, claro, es evidente que en tanto y en cuanto cumplamos con las normas de asepsia sanitaria recomendadas, en esa misma medida las probabilidades de infectarnos se reducirán a su mínima expresión, no obstante, como son tantos elementos a considerar para nuestra protección en el mundo exterior y en nuestros hogares, cualquier desliz, error u omisión que cometamos de manera aleatoria pudiese contagiarnos.

En otras notas, he señalado la falta de una campaña publicitaria en el mundo entero que recomiende el uso de lentes o protectores para evitar el contagio por vía ocular, ya que está comprobado científicamente que el virus penetra por las mucosas de los ojos, nariz y boca, las cuales presentan condiciones propicias para ello, evidentemente, el uso de lentes implica un costo importante para las personas pobres y de escasos recursos en el mundo que son la inmensa mayoría, por eso a lo largo de estas reflexiones señalaremos una forma práctica y económica que suministraría una mayor protección ocular a millones de personas.

Ahora bien, hay una serie de "entendidos y especialistas", que alertan de que la "mascarilla casera" no es confiable ciento por ciento (100%), pues una vez que se impregna con los fluidos naturales de la persona se crea un campo propicio para que el virus infeccioso haga contacto con las mucosas de la boca o de la nariz , esa alerta llega hasta allí, no hay ninguna propuesta, ninguna alternativa, creando un velo de angustia, incertidumbre, duda, preocupación, etc, es decir, son iguales al médico que es excepcional, brillante y único diagnosticando una enfermedad, pero no aporta ninguna solución y sus pacientes, irremediablemente terminan muriéndose.

El caso de la protección que aportan las ‘’mascarillas caseras", es digno de especial atención, ya que la gran mayoría de las personas son pobres y no disponen de los medios económicos para adquirir las mascarillas industriales antifluidos, debido a su alto costo; ante esta realidad y para dar una respuesta práctica a la problemática acá planteada, reconociendo que los ‘’tapabocas caseros" no proporcionan una protección ciento por ciento (100%) confiable por las razones señaladas; luego como un paliativo que proporcione a la persona mayor protección, proponemos que la mascarilla común y corriente sea recubierta con un plástico transparente, que cubra desde la frente a la barbilla, éste produce una barrera aislante con el medio ambiente que funge como una especie de "máscara anti fluido" y evidentemente obtenemos una mayor protección a las mucosas de nuestra boca, nariz y ojos. Luego, esta adición tiene un costo insignificante y brindaría una protección adicional a millones de personas e que no pueden adquirir las mascarillas industriales, lo que pudiera cortar la cadena de contagio y pudiesen salvarse millones de personas. Considero que un número incalculable de personas se ha contagiado, incluso usando la mascarilla por la falta de protección anti fluidos y otros por confiarse en ella y no protegerse los ojos. Muy humildemente, con estas breves reflexiones hemos querido dar una solución sencilla, casera, práctica y de poco costo que permita una mayor protección a la gente pobre y la de menos recursos, ya que disponiendo éstos de una mayor protección, por ende lograríamos detener la expansión exponencial de la tragedia que azota la humanidad.

"ARAR NUNCA ESA MALO AUNQUE SEA EN EL MAR"

Dr.

Abogado.

Lic. en Contaduría Pública.

Lic. en Administración Comercial.


catopa13@gmail.com
 



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Carlos Torrealba Pacheco

Escritor


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