Hoy se, que a propósito olvidabas libros que quisiste dejarle al joven que descubriste estaba necesitado de aprender, porque tenia atraso y se notaba que le habían robado el futuro, todos los martes con tu actitud inteligente en la clase más importante de mi vida, ansioso esperaba tu llegada; sabia que venias cargado, no sabia de que, con el tiempo supe que era de sabiduría.
Como puedo hacerle un homenaje en vida a la virtud, a la constancia, al ser que enseño todo, con que esmero me hacia entender su propuesta, todo esa paciencia y tranquilidad era para este prototipo de actor que convirtió en comunista, sin jamás decir una palabra al respecto, sin pedir que opinara al respecto, decías con palabras sencillas llenas de virtudes, todo lo que era comprensible solo para mi.
A quien como tu se le puede olvidar un libro, que no sea con la intención que lo dejaste siempre. Se notaba cuanto cuidabas y querías esas joyas, que me decías con los ojos cuídala, yo toda las semanas disimulaba también devolviendo lo que se te olvido, después de leerlo sin entender mucho. Nunca me preguntaste si lo leí, solo sé que después de cada clase era más comunista que la semana anterior y te quería más que cualquier ser que se pueda querer y te voy a querer siempre, más que cualquier recuerdo que se pueda tener, quiero decirte en vida como el comunista que creaste, que te voy a extender en el tiempo un poco más, trataré de enseñar lo que nunca me dijiste como se enseña, no se si pueda pero voy a dar clases de amor, no se como se dan pero es lo que voy a intentar.
Si llegas a leer esta nota quiero que sepas que te recuerdo y si no, cuando no estés quiero saber, que siempre te voy que recordar.
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