No voy a decirles que “yo se los dije”, pero ahí está mi artículo “Chao, Hugo” recientemente publicado en este medio en el cual alertaba al Presidente acerca del peligro de meterse con los sueldos de los funcionarios de la actual administración, sobre todo de los de alto nivel.
¡Coño Hugo! Métete con el santo, pero no con la limosna. Ya ves lo que está resultando a raíz de tus declaraciones en el sentido que los funcionarios no podrían devengar un salario superior a los tres millones de bolívares. Con lo fácil que hubiera resultado que te aprobaran la ley habilitante en primera discusión si no hubieras mencionado la soga en la casa del ahorcado, pero no: te dejaste llevar por tus impulsos y quedaste al descubierto ante quienes tienen que aprobar tu solicitud. No creas que es casualidad que se hayan presentado estos despelotes en la Asamblea Nacional que han impedido la aprobación de la ley habilitante que estás solicitando. Y tampoco es casualidad que después de la exhortación que tú hiciste a los altos funcionarios a que renunciaran “motu proprio” a sus desmesuradas remuneraciones ahora los funcionarios del Tribunal Supremo de Justicia (no todos, sino 29 de 32) anuncien que se rebajarán sus sueldos en un 50%, es decir a la mitad, igual que el Fiscal General de la República quien acepta “voluntariamente” rebajarse el suyo también a la mitad, no sin advertir que quedaría en calidad de subpagado en virtud de sus altas responsabilidades y que esto no es de obligatorio acatamiento para todos los funcionarios (basta con ver las declaraciones del presidente del TSJ: tres magistrados no aceptan rebajarse el sueldo) aparte de que se crearían problemas en el sentido de que muchos funcionarios que acataran esa “recomendación” tuya quedarían con un sueldo inferior al de algunos de sus subalternos que no la acataran en virtud de que no es de carácter obligatorio. Por ejemplo, ahora en el TSJ habrá tres magistrados de rango inferior al del presidente de la corporación que estarán ganando más que sus pares y que el propio presidente. ¡No me jo….ra nada el enfermo!
Entonces, Hugo, yo pregunto: ¿Cómo es la vaina? Tú anuncias en el programa “Aló Presidente” que aquellos funcionarios que no acaten la “sugerencia” de rebajarse el sueldo, sugerencia que imagino será incorporada en alguna de las leyes habilitantes, deberán irse a la empresa privada o en todo caso abandonar el cargo, pero resulta que empezando por las cabezas de dos de los cinco poderes del Estado no acatan tu sugerencia sino que, como concesión graciosa, algunos se rebajan el sueldo a la mitad y otros, casi bajo protesta ante las cámaras, solicitan estudios a sus asesores jurídicos para evaluar el impacto de tu “sugerencia”.
La rebaja “voluntaria” del 50% del sueldo de algunos altos funcionarios (entre los cuales no están los de la Asamblea Nacional que no han dicho esta boca es mía, pero no han aprobado la ley habilitante) en el mejor de los casos, hará que de ahora en adelante sólo devenguen entre 15 y 20 melones, lo cual está bastante lejos del sueldo que tú sugieres y entonces ¿Qué va a pasar? A mi me resulta muy cuesta arriba pensar que estos funcionarios, tanto los que “voluntariamente” se rebajaron el sueldo a la mitad como los que aún no lo han hecho, después de los “esfuerzos” que hicieron para lograr los mismos estén de acuerdo y mucho menos satisfechos con esa intención tuya de empobrecerlos a nivel de apenas seis salarios mínimos más otras “menudencias” que forman parte de sus cargos.
Te deseo suerte, Hugo, en esta batalla que creo es la más difícil de las que hasta ahora has confrontado.