A veces la vida se alumbra con lo inesperado, lo que está oculto, lo que subyace o lo que la sociedad hace invisible porque a los intereses de algunos discursos les parece inconveniente. Ya no hay lágrimas para tanta maldad contra el Pueblo Palestino y el mundo fragmentado por la geopolítica se divide entre los que callan ante la ignominia, los que de lleno favorecen las acciones bélicas del Estado de Israel, los que no tienen voz porque los callan con lisonjas, y la gran mayoría de países que están en contra de esa fatalidad como en contra existen las gentes dentro de aquellos países cuyos Estados se parcializan hacia los bombardeos y la sangre, como si eso fuese un incidente insignificante.
Somos una inmensidad frente a los decadentes imperios de la actualidad, somos una emergencia geopolítica, los pueblos ya no quieren interpretaciones fútiles sobre la geopolítica alimentaria que no logra poner de acuerdo al mundo sobre el terrible flagelo del hambre, porque para unos esa hambre favorece la dominación y para otros esa hambre es dolor humano, inhumanidad.
América Latina ha sido quebrantada intencionalmente por la geopolítica dirigida como proyecto injerencista y divisionista, y poco se hace para sobreponerse y favorecer unas relaciones más amigables, cordiales y de vida compartida. Hasta negación de la historia existe, negación de la hermandad de los Pueblos Latinoamericanos en los hechos independentistas.
La política por otros medios como la invasión, la coacción, el bombardeo, la devastación de culturas es un fracaso y sin duda camina de paso a todo lo catastrófico que se prospecta para mediados de siglo XXI; sin embargo, sin ser el único antídoto del acabose, la poesía surge como una forma de ordenar y crear pensamiento de paz, de cordialidad, de amor, de planeta salvado, de amor al ambiente, de ríos y lagos cristalinos. Ese es un mar gigante que avanza por el mundo, la poesía que estuvo escondida, ahora está en la calle, entre el Pueblo, entre los pueblos de los diferentes países de Latinoamérica.
Un ejemplo de esto son los cientos de eventos mundiales sobre poesía y el más reciente VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas La Victoria 2021, con sede virtual en Venezuela, nuestra amada Patria. La onda expansiva de este encuentro cruzó el océano y está en Europa, en Asia y seguirá creciendo, porque ya no se trata de la poesía per sé, se trata de la geopoética, donde los discursos convergen hacia el bien común y se construyen hasta en el insomnio de un mundo descalabrado por otros.
Así, Venezuela es el lugar donde nace la geopoética y brindemos por eso, por cada país que participa en el evento comprendió que no hay barreras, no hay fronteras, para cantarle a la vida, hay gente que ama la vida, que con mucho sacrifico se reúne, para que otra gente conozca el valor de la paz entre los pueblos y la paz interior espiritual. Del odio solo quedaría el fin de la especie humana, pero antes de eso mucho llanto, pesar, arrepentimiento tardío y desolación.
Nació la geopoética
Y el mundo se puso gris de odio
en todos lados sonaban las metrallas
nada parecía que fuésemos humanos
nada era lo que queríamos que fuera
nada obedecía a la más simple armonía
nada, nada, nada de lo material queda en pie.
Fue desobediencia ciega a la natura
hasta que un ser atemporal
vestido de sepulturero de planetas
tocó la puerta de la tierra y exclamó:
¡Soy la poesía!
Abrió la botella de la vida
alzó su copa virtual
llena de amor
brindó por la poesía
brindó por el amor
brindó por la paz
brindó por la naturaleza
brindó por todo lo deseable
y gritó:
¡Antes de llegar a Marte
inundaremos a la Tierra de poesía!
Entonces en todos los pueblos
insurgió la palabra hecha sentimiento
todos, que eran pocos nuevamente
cantaron a la paz y a la armonía y
y así nació la geopoética
y el sepulturero de planetas
siguió su marcha fugaz
a salvar mundos
¿Qué otra cosa podemos hacer los que no tenemos voz o no nos escuchan para salvar este planeta del cataclismo progresivo?
mmora170@yahoo.com
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