El personaje, tal cual se presentó en la Parte I, es una persona con muchos defectos, irreverente, autoritario, soberbio, déspota y demás calificativos que le han asignado, pero a la hora de implementar las propuestas, es la cabeza de un peligroso grupo de asesores que tienen intereses económicos y aspiran que el presidente de los EEUU, les permita acceder a riquezas antes desdeñadas y hoy son un lomito de la economía tecnológica comunicacional y energética. El discursa se sintetiza en tomar de otros sus capacidades materiales, estratégicas y territoriales para subsanar las deficiencias del "modelo de capitalismo fracasado" y convertirlo según el personaje en una "América" poderosa, que eliminaría el riesgo de perder el reconocimiento histórico como país líder en lo político, económico, tecnológico y militar, por mucho tiempo rasgos de una potencia hegemónica. Este discurso tiene dos efectos, hacia adentro pretende reanimar a la población que padece grandes males, como el incremento del desempleo, el uso excesivo de drogas, la inercia de la segregación racial, la fallida deslocalización del potencial industrial, un incremento de la pobreza sobre el 30 % de la población total, que aún con estas dificultades es un atractivo para los pueblos empobrecidos por la propias políticas externas desde los EEUU. De allí que en el "Super Bowl" fue la figura mediática más relevante de todos los tiempos. La imagen de Trump está diseñada para ganar las próximas elecciones legislativas en EEUU. Hacia adentro todavía existe la sensación que vienen milagros en su economía estancada.
El efecto hacia terceros países se percibe como miedo, terror, pánico, y para eso el verbo directo genera amenazas, a las cuales algunos países han respondido con valentía, y otros escurridizos se tornan negociadores, y un pequeño grupo de países latinoamericanos, se inclinan y aplauden, como si a ellos no les llegará la inmensa ola de colonialismo que se gesta. Para algunas situaciones críticas, como la guerra Rusia-Ucrania, ha indicado que es evidente el estado de avance de Rusia, quien controla los territorios donde hay mayor abundancia de recursos en los que Trump está interesado. Zelensky actúa como un perro pateado por su amo. No sabe qué hacer. Trump le está reclamando el pago de 500.000 millones de dólares invertidos por EEUU desde el 2014, cuando lograron derrocar a un gobierno poco proclive a la afiliación de Ucrania a la Unión Europea. La confusión es terrible, la Unión Europea reclama ser parte de las negociaciones para poner fin a la guerra, pero antes Trump les exigió invertir en armamento avanzado que por cierto EEUU lo dispone para la venta a sus "aliados". Las reuniones prosiguen en el terreno "neutral" de Arabia Saudita, sin Zelensky y sin la Unión Europea.
El otro hervidero es el territorio palestino. Trump ha convencido a los sionistas que la Franja de Gaza debe ser entregada por seguridad estratégica a los EEUU. La respuesta del Pueblo Palestino fue contundente, emprendieron un retorno a Gaza para encontrarse con las ruinas de una operación militar y política, premeditadamente concebida para desaparecer o minimizar a ese Pueblo. El mundo repudia la pretensión de los EEUU de anexión de Gaza y áreas próximas. El movimiento por un Estado Palestino se cuece entre la gran mayoría de países del mundo. Y para cerrar esta parte, el deseo de anexión de Groenlandia, que muchos no sabemos ni donde está, ni cual su potencial, fue parado en seco por Dinamarca con pocas palabras: ¡Groenlandia no está en venta!
En América Latina o al sur del Rio Bravo, el presidente Trump, comenzó a tramar el discurso anti mexicano, desde su campaña, "exige" que México termine de construir un gran muro de separación a sus expensas, que controle el ingreso de fentanilo, un opiacio que tiene convertida mucha gente de EEUU en zombis callejeros, le ha cambiado el nombre de un plumazo al histórico Golfo de México, ha amenazado con una subida de los aranceles de importación hasta un 25 %, etc. La honorable presidenta Claudia Sheinbaum, nos deleitó con una clase de historia, refrescando la memoria de los territorios que formaron parte de la América Mexicana y que producto de diversas circunstancias hoy son parte del coloso norteño. Y allí persiste la cultura mexicana. Mi impresión simplista es que ha mandado al carajo a los gringos, con muy buenas palabras, aspira a que todo se resuelva en la trilogía EEUU-México-Canadá que negocia un nuevo pacto de diferentes negocios. En todas estas tensiones Trump sabe que México tiene un déficit de maíz importante, y es una carta que no ha mostrado. México sin maíz en menos gobernable que sin tequila.
Con Panamá, el gobierno de esa hermana república dio pena ajena. Trump les ha solicitado que reversen el tratado que le dio la soberanía sobre el canal a Panamá, que los barcos de los EEUU no paguen el servicio de cambio de una océano a otro. El presidente de Panamá lo pensó mucho y sufrió un desprestigio "nuclear". Los gringos lo tienen en la mira y el pueblo panameño, también.
Lo que parece un esperpento son las nuevas decisiones ejecutivas sobre inmigración y trato al inmigrante. Trump se ha ido de bruces al señalar que los venezolanos, en su gran mayoría son parte del "Tren de Aragua" y tiene en miras deportar en una primera fase cerca de 20 mil connacionales venezolanos. Los deportados en un primero momento suman 180 personas adultas, ninguno figura como solicitados por los tribunales venezolanos, por ser parte del Tren de Aragua; y dos son solicitados por deserción de la Fuerza Armada Bolivariana. En Venezuela hay un clima de cordialidad y de expectativas, en este momento en que Trump dirige los destinos de EEUU. En tema petrolero sigue siendo la gran expectativa, no se puede desarrollar políticas soberanas con un 38 apuntando en la sien del Estado. Lo que se escribe en artículos de opinión es que negociar con los EEUU, pasa por disponer de un imaginario de la otra cara de la moneda, la cara oculta injerencista tras bastidores. Los 25 años de dificultades entre algunos países latinoamericanos y Venezuela, fueron parte de la injerencia imperialista y de la obediencia irresponsable de algunos gobiernos de la región. El Grupo Lima es parte de eso, dejó de ser un parto y es un aborto fantasmal de la política internacional contra Venezuela. De Trump no se puede esperar menos, y ahora será un poco más rudo por cuanto el giro político a la izquierda en América Latina, es un hecho notorio, solo falta la reunificación de las izquierdas, para cerrar la OEA que imagino el presidente Trump la quiere a su servicio.
Muchos temas quedarán por fuera en este texto; hay que seguir monitoreando las deportaciones, donde se han ganado algunas batallas, los genuflexos están allí, ayudando al gobierno de EEUU, todo para seguir recibiendo fondos de la casi muerta USAID, uno de esos genuflexos ha recibido como latigazo la confiscación de ingentes recursos que requiere Argentina.
Estos discursos variados de Trump son extravagantes y divertidos, todos tienen un lado oscuro, como la luna; pero no se saldrá con la suya.