I.
Recientemente, reconocidas agencias internacionales de noticias y revistas científicas de prestigio, publicaron titulares muy alentadores como:
“Tomar zinc acelera la recuperación de la Covid-19”.
“Un estudio encuentra relación entre niveles bajos de zinc y la gravedad de la COVID-19.”
Tales publicaciones se derivan de un estudio realizado por médicos e investigadores del Hospital del Mar de Barcelona, del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), bajo la coordinación del Dr. Robert Güerri-Fernández y el financiamiento del Ministerio de Ciencia e Innovación de España. El estudio fue con un grupo de 249 enfermos por coronavirus que tenían niveles bajos de Zinc al ingresar y que, según los investigadores, “presentaban síntomas más graves, más inflamación y un pronóstico peor: mortalidad fue del 21% en este grupo, frente al 5% en los pacientes con altas cantidades de zinc en sangre”. La investigación integra fue publicada en la revista científica Nutrients (https://www.mdpi.com/2072-6643/13/2/562/htm).
Cabe destacar que hay muchos ensayos clínicos en desarrollo donde se está evaluando el papel del Zinc en el tratamiento profiláctico y terapéutico de enfermos por COVID-19 (consultar en https://www.clinicaltrialsregister.eu/ y https://www.clinicaltrials.gov).
Por otra parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicó en su sitio web el artículo “Zinc para la prevención y el tratamiento del SARS-CoV-2 y otras infecciones respiratorias virales agudas: una revisión rápida” que tiene como primera conclusión: “Actualmente, la evidencia indirecta sugiere que el zinc puede reducir potencialmente el riesgo, la duración y la gravedad de las infecciones por SARS-CoV-2, particularmente para las poblaciones en riesgo de deficiencia de zinc, incluidas las personas con comorbilidades de enfermedades crónicas y los adultos mayores”. (Consultar en https://covid19-evidence.paho.org/handle/20.500.12663/2179)
Qué bueno que cuestiones ciertas y útiles salgan a la luz pública. Ya que tratan de ocultarlas por razones e intereses contrarios a la salud y el bienestar de la humanidad.
Desde las primeras clases de biología en nuestro bachillerato, se aprende que el sistema inmunológico es fuerte debido al Zinc que, junto a otros oligoelementos, garantiza respuestas defensivas del organismo, adecuadas a la presencia de virus, bacterias, hongos u otros microorganismos.
Se sabe que el Zinc ocupa el segundo lugar, por su concentración en el organismo, después del hierro, que está presente en todas las células, interviene en más de 300 reacciones enzimáticas y no es producido por el cuerpo humano.
II.
Siendo que el Zinc es el oligoelemento principal para reforzar las defensas orgánicas y que estamos en un momento de pandemia que exige potenciar el sistema inmunológico, es importante conocer información necesaria para someterse a la oligoterapia sanadora con este mineral.
Nuestro organismo, en función de las edades, los pesos, el sexo y la salud, contiene regularmente entre 1 y 2,5 gramos de Zinc, distribuidos entre órganos y sistemas. Aproximadamente 40 mg de Zinc por kg de peso en la edad adulta.
Se recomienda una ingesta diaria de Zinc de 11 mg/día a razón de 0.16 mg por kilogramo de peso (0.16 mg/kg) para hombres adultos promedio (70 kg) y 8 mg/día ó 0.13 mg/kg para mujeres adultas promedio (60 kg). Considerando que las pérdidas endógenas son por el orden de los 1,3 y 4,6 mg/día.
La cantidad de Zinc en la sangre, normalmente se encuentra en un rango entre los 70 a 130 mcg/dL y en la orina es normal entre 230 a 600 mcg/dia. Y se obtiene por análisis de laboratorio.
También se tienen indicadores de la normalidad del Zinc, mediante el análisis de los valores biomagnéticos recogidos con un Bioescaner Cuántico. Técnica en la que tenemos larga experiencia y ponemos a la orden de la ciudadanía.
Entre las fuentes naturales de Zinc están las semillas de auyama, garbanzos, frijoles, lentejas, coco, aguacate, cacao, ajonjolí, maní, avena, salvado de trigo, levadura de cerveza, merey, harina de pescado entre otras.
Otras fuentes son el Zinc Coloidal y los comprimidos de zinc.
III.
Ante la urgencia, gravedad y necesidad que impone la pandemia, nuestra organización “Venezuela Saludable” desarrolló un Protocolo para la Valoración y Mantenimiento de los Niveles de Zinc mediante la aplicación del Bioescaner Cuántico en personas sanos, convalecientes y en rehabilitación, así como el suministro de un complemento.
El alcance, los detalles y los mecanismos para tener acceso al protocolo, los ofreceremos en la próxima entrega.
Alexis Adarfio Marín
Naturópata.
aadarfio@hotmail.com
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