Diario de una Cuarentena. Capítulo Doscientos Veintidos: Mirémonos en este espejo (II)

Quiero desde acá agradecer a todos mis colaboradores y colaboradoras por los datos que me hacen llegar a diario, a los fines de sustentar los argumentos de los modestos aportes que me permito hacer del conocimiento público. Considero que para los que nos permitimos orientar la opinión pública a nivel nacional e internacional sobre lo que acontece hoy en día en Venezuela, tenemos la inmensa responsabilidad de argumentar y sustentar y no especular en las opiniones que damos, sobre todo por la cantidad de personas que nos siguen.

Esto no quiere decir que esté de acuerdo conmigo, o que esté de acuerdo conmigo en todo y todo el tiempo. Sólo espero, eso sí, el respeto a mis opiniones como lo aspira cualquiera que no sólo publique sino que emita opiniones sean públicas o no. De ahí el esfuerzo que hago para poder sustentar mis aseveraciones. Si estoy equivocado, cosa que puede ocurrir porque soy un ser humano, demuéstremelo con argumentos y no con especulaciones, es lo único que pido.

Es en ese sentido que por lo importante y a la vez por lo delicado del tema de las BACRIM que operan en la ciudad capital y en el resto de la República Bolivariana de Venezuela, como parte de las modalidades operativas del accionar subversivo de los enemigos de la Patria y de la politización del tema de la seguridad ciudadana, es que vuelvo a insistir en este tema, para seguir dando algunas orientaciones y luces, además de alertas necesarias.

Además de que, en este ínterin, surgieron algunas informaciones que complementan la edición anterior que me llegaron con posterioridad a su publicación, y que, por su importancia, no quise ni quiero dejar por fuera y por eso lo hago del conocimiento público en el día de hoy.

Creo que nunca antes se había hecho un esfuerzo, por lo menos inicial en caracterizar de manera sencilla, el fenómeno de las BACRIM en el país. Cuando en la edición anterior hice mención al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo hice en primer lugar porque me pareció una experiencia bien interesante además de importante para hacer del conocimiento público y de comparar las modalidades operativas de esta organización criminal con la que opera por ejemplo en el mismísimo corazón de la ciudad capital. Esto evidentemente preocupa y hay que llamar la atención, porque si bien es cierto que puede entenderse que neutralizar a la banda de El Coqui de manera muy sangrienta y violenta por la posibilidad de ocasionar un alto número de fallecidos por la zona en la que se encuentra, podría tener un enorme costo político y servir la mesa a EEUU para la intervención militar de tipo humanitario que es lo que tanto anhelan; pero no es menos cierto también que el no hacer nada implica que igual estaríamos entrampados, ya que podría haber un mayor despliegue de estas organizaciones criminales en otras zonas de la capital, e incluso de la geografía nacional, a los fines de concretar el Estado Fallido, ante el posible desbordamiento en algún momento, del apresto operacional de nuestros cuerpos de seguridad ciudadana, que se vean imposibilitados de neutralizar a estas células criminales por el armamento y dotaciones logísticas que podrían estar logrando, además de los lugares en donde se estarían atrincherando, por expresarlo de alguna manera.

De ahí que en los manuales procedimentales que se han aprobado durante estos años de Gobierno Bolivariano, se aplica lo que en otros países a través de tratados y convenciones internacionales se ha validado, como lo es el concepto del uso diferenciado y proporcional de la fuerza, por el derecho casi instintivo de legítima defensa que tenemos todas y todos ante situaciones que puedan constituir vulnerabilidad y peligro para nosotros, nuestros bienes o seres queridos y el Estado en ese instante se encontrare en situación de peligro o vulnerabilidad. Esto es consagrado en casi todos los ordenamientos jurídicos a nivel mundial.

Ese ha sido el espíritu, propósito y razón que me movió a escribir la edición de la columna anterior. Y es en ese sentido que procedo a complementar la información allí dada con los datos que procedo a presentar a continuación.

Mi patriota cooperante que me aportó los datos del Cartel de Jalisco Nueva Generación, contribuyó una vez más con estas investigaciones que realizamos, y la complementó con la siguiente información: En un tuit publicado del canal de noticias iraní Hispan TV se encontró la información del asesinato a balazos de un ex agente de seguridad interna israelí, la Shin Bet.

No es mi intención entrar en los detalles de la información allí contenida, para eso les dejo acá el enlace: https://www.hispantv.com/noticias/asia-occidental/492215/agente-israel-asesinado-shin-bet-mexico . Lo que sí quiero permitirme es compartir la conclusión a la que tanto mi colaborador como el suscrito llegamos luego del análisis de la presente información.

Dicha información tiene poco más de un mes, pero por lo importante y revelador de los señalamientos que se hicieron en la edición anterior de esta columna, importante es de destacar que en México se está jugando duro en contra del actual mandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su partido Movimiento de Renovación Nacional (MORENA). De hecho, en las recientes elecciones de mitad de período para la renovación de algunas bancadas en el parlamento mexicano, MORENA perdió espacios políticos (estos análisis me los hicieron llegar y se los puedo compartir a las y los interesados, y posiblemente sean objeto de comentarios en próximas entregas de esta columna). Los Grupos Estructurados de Delincuencia Organizada (GEDO) como los conocemos acá en Venezuela, son producto de exportación en México para el resto de América Latina y Central. Si existen bandas de tercera generación, estas parecieran ser de cuarta generación por las características ya no solo de control político sino de expansión por el continente.

Es decir, las bandas de tercera generación son organizaciones criminales que además del accionar criminal y de delincuencia organizada bien estructurada, es evidente su utilización con claros fines políticos. Eso ya es un fenómeno que está comenzando a ser estudiado y como mecanismo de desestabilización en el marco de la Guerra No Convencional que se viene aplicando hoy en día por parte de EEUU en países cuyos gobiernos no se pliegan a sus intereses hegemónicos. La cuarta generación de estas bandas no sólo aplica a esa utilización política de estas organizaciones delictivas, sino además que tienen capacidad de expansión territorial, de aplicar la geometría de la ocupación, alertada en su momento por la colega abogada y comunicadora María Alejandra Díaz Marín.

Por ello, este tipo de organizaciones, como lo he señalado, se combaten con operaciones "quirúrgicas" en términos de operaciones especiales de cuerpos de seguridad, previo a labores de inteligencia y contrainteligencia.

Eso pienso es el trabajo que hay que hacer y no perder de vista estos hechos.

¡Alerta, Alerta! ¡Mil ojos y mil oídos en todas partes y a todas horas!

¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!



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Juan Martorano

Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.

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