No tiene el mismo impacto la fluctuación en el precio del barril, ni el nivel de producción petrolera en la economía Venezolana de hoy, que el que tenía por ejemplo en los 90. El PIB de entonces dependía en menor escala del ingreso petrolero de lo de depende hoy, ya que había componentes de influjo de divisas por la vía de las exportaciones provenientes de la economía privada. Las empresas del estado en su mayoría producían ganancias; no absorbían como lo hacen hoy, los dineros de la nación para poder sostenerse; incluida la mismísima PDVSA.
El tamaño del estado era menor, como menor era la dependencia clientelista de la población de un nefasto gobierno, que sobrevive precisamente de la creación de pobreza. Es decir, el estado requería antes, de menor nivel de gasto para el sostenimiento de su populismo traducido hoy en "claps de la indigencia" y "bonos de la miseria", ya que la fuerza hombre activa tenia acceso a empleo relativamente bien remunerado, al igual que la salud y la educación estaban bien atendidos. Los ingresos de la nación se aprovechaban en la inversión pública para ser abonados en bienestar social y la calidad de vida del ciudadano. Hoy no. Hoy se atiende a cuba y Nicaragua primero que a Venezuela.
Pero los políticos del punto fijismo de ayer, como los del "madurismo" de hoy, permitieron que una pequeña "macolla" de políticos y militares corruptos, banqueros estafadores y avaros empresarios, se enriquecieran vulgarmente con el dinero de los Venezolanos. Los eruditos ministros "harvarianos" y "bostonianos" de entonces, sin necesitarlo Venezuela dado que era "supuestamente la época de mayor crecimiento de nuestra producción desde la nacionalización/estatización de nuestra industria petrolera, compraron espejitos a las instituciones internacionales, llámese banca mundial, banca multilateral y fondo monetario internacional, en medio de un festín de derroche, corrupción, pésimas inversiones y galopante corrupción.
Era la época de Vinicio Carrera; el hoy "lord". Empeñaron al país y vendieron su alma al mismísimo perverso. Compraron espejitos a las transnacionales, como espejitos compraron nuestros indígenas a los tahúres y asesinos españoles que llegaron a nuestras costas. Muchos de ellos hoy desde la distancia, llaman a la ocupación extranjera de Venezuela.
Mientras ello sucedía, por nuestras fronteras salían las riquezas de todos. Salía nuestra producción y nuestro futuro bajo el amparo de nuestras propias instituciones, en forma de contrabando de extracción hacia esos nefastos vecinos de siempre; colombia, guyana y el caribe. Era la Venezuela saudita que de la noche a la mañana se quedaría sin dinero, por la acción criminal de sus propios "hijos".
No existe un solo ejemplo en el mundo de un país que haya tenido una política de puertas abiertas a la inmigración y que haya sido exitoso, pero si existen innumerables casos de países exitosos que han consolidado su futuro, de la mano de la inmigración "selectiva". Nuestro país a partir de finales de los 80 con el devenir del boom petrolero, se llenaba de inmigrantes que no llegaban para construir, sino en su inmensa mayoría, para saquear y llevar malas costumbres a Venezuela. Inmigrantes que le quitaban al Venezolano acceso a la seguridad social, ya que para entonces nuestra institución social no crecía al ritmo del arribo de esa masa de inmigrantes tóxicos que llegaba. Todos esos desmanes terminaron por llevar a nuestra patria al desenlace de los 90, que hoy se ha transformado en tragedia nacional.
Esa nefasta política de inmigración destructiva tendría más adelante su clímax, cuando H. Chávez abre las puertas de Venezuela, a sobre algo más de 4 millones de colombianos, chinos, sirios y libaneses, con el propósito político de engrosar sus filas de votantes. El grosero apego al poder por sobre la nación. Ese mismo que la sigue destruyendo con el "madurismo". La diferencia entre ayer y hoy, era que antes había ingresos y habían instituciones algo más creíbles; hoy no. Hoy ni hay ingresos, ni hay instituciones, ni hay gobierno creíble. Hoy en Venezuela hay explotación, corrupción y saqueo. Hoy el respeto a la constitución y las leyes dependen del designio de los activistas de poder. Hoy ese país no posee norte. Nos saquean a Venezuela.
MADURISMO:
A partir del arribo de H. Chávez al poder en 1998, el PIB de la nación inició su camino hacia un ascenso sostenido, de la mano de los crecientes precios del barril, luego de la marcada volatilidad hacia abajo que le caracterizó durante los 90. Precisamente durante la nefasta apertura petrolera, donde nuestros capitales fueron activamente centrifugados de vuelta al exterior. Era la misma época en la que la pobreza extrema del país sobrepasaba por primera vez en su historia el 45%. La apertura resulto ser una vil maquinaria de creación de antipatrias, corrupción y pobreza.
Ya hacia 2007-08, en medio de una vulgar borrachera de poder y derroche impulsada por fuertes ingresos petroleros, desde PDVSA le venden la idea a H. Chávez que el barril llegaría a $200 y que Venezuela ya no necesitaba del norte, sino del este. Esa miope visión la termina comprando el estado. A partir de 2007-08, expropian, derrochan, roban y destruyen lo que costó sudor levantar, luego del sabotaje petrolero de 2002. La crisis financiera de 2008-09 no causa mayor impacto en la demanda global, más allá de unos pocos meses de indefinición y ya para 2010 el barril OPEP superaba los $80, llegando a 2011 a $110. El nivel de gasto, el derroche y corrupción ya para entonces era de tal magnitud, que aun con un barril en el mayor nivel histórico jamás registrado y una producción de 3.129.000 BPD, el PIB Venezolano no levantaba cabeza.
Era previsible la catástrofe de hoy, incluso más allá de las sanciones, ya que aun con esos elevados indicadores de precios del barril y producción petrolera, nuestra economía mostraba estancamiento y crecía imparable la inflación. Alguien o algo se estaban consumiendo nuestros recursos y no precisamente la patria, ni su gente, era el asalto a las arcas de la patria, de parte de los cercanos al poder. El país estaba siendo activamente destruido. Aprovechando la ausencia por la enfermedad de H Chávez, sus "cercanos" hicieron caída y mesa limpia con Venezuela. Allí nacieron los grandes capitales y "ricos de cuna" del chavismo-madurismo.
Desde el arribo del madurísimo en 2013, con un barril OPEP galopante de $106 y una producción saludable de 3.015.000 BPD, comienza un imparable desplome de nuestra economía, que al día de hoy aun no se ha detenido. Luego de que hasta 2012 antes del arribo de N. Maduro, el nivel de pobreza extrema había cedido hasta 7% desde un máximo cercano al 45% en los 90, a partir de 2013 el nivel de pobreza extrema comenzaba a repuntar nuevamente hacia 11%. Ya para 2019-2020 este superaría el 75%.
EL SAQUEO y LA MISERIA COMO OBJETIVO:
Claramente, si usted no tiene producción de bienes y servicios domésticamente y aparte de ello, sus ingresos no cubren las necesidades mínimas, el estado se verá obligado a multiplicar inorgánicamente cada dólar y sus ciudadanos sufrirán en consecuencia, el impacto destructivo de la inflación y sobretodo de la escasez. Pero esa escasez como vimos nace antes de arribo de las sanciones.
El fin ulterior de ese estado "madurista" es el control. El control de toda la cadena de negocios, de las empresas, de las instituciones y hasta de la misma manera de pensar del ciudadano; particularmente del más humilde. De ese ciudadano que conforma el grueso de la población. Ese mismo que vive de la eterna esperanza, pero que jamás saldrá de esa miseria en donde lo tienen a propósito enterrado. Así lo quiere el madurismo; sino pregunten a Hector Rodríguez [https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/sacaremos-gente-pobreza-sean-opositores-297033-noticia/]. La manera más sencilla de hacerse de bienes es; la devaluación y la depauperación. Usted para devaluar crea conmoción, crea destrucción y crea desconfianza. Y eso es precisamente lo que ha sucedido en esa desamparada Venezuela. El dolor que sufren los más pobres y desvalidos en ese país tiene nombre y apellido; es la incapacidad y el engaño de un gobierno y de unos politiqueros que nunca han querido a Venezuela y que nunca les ha importado el Venezolano.
Hoy el mal está haciendo metástasis. Con el control de la AN, las leyes más antipatria pasan libremente, como pasa el agua putrefacta en los barrios más humildes de nuestra tierra. Es así como desde la ley antibloqueo, hasta la creación de zonas económicas especiales, todo se trata de poner a Venezuela a la venta, sin pasar por control institucional, sino bajo el designio del dedo del poder cedido a un individuo, como si se tratase de una monarquía absoluta, de un cacique, o de un Sheik cualquiera que hace y deshace de forma inconsulta con su tribu y su territorio cuando le place.
No dejaran nada. Se constituirán en los nuevos amos del valle. En los nuevos ricos de cuna. Abran los ojos. Es preciso invocar, coordinar y apoyar el referéndum revocatorio en contra del "madurismo" y en contra de todo lo que el representa. Pero también es tiempo, de echar a un lado todo lo que huela a la nefasta y traidora "mud". Es tiempo de una nueva vía política, proba, culta, preparada, pro-nacionalista, y progresista.