En reiteradas ocasiones he planteado mi preocupación y con la mía, la de muchos otros, acerca de lo temerario de flexibilizar en extenso la cotidianidad del hacer social, en el contexto de Pandemia.
Lo expuse muy claramente cuando se decidió la presencialidad de las clases (1) allí hablé de lo temerario de la decisión, consideré como principal variable nuestro comportamiento, sustentado gran parte en su inconstancia y mantenimiento en el tiempo; en otras palabras, no estamos acostumbrados a conservar una conducta, una norma, una regla, una disciplina por mucho tiempo.
La Pandemia, nos ha impuesto nuevas normas de comportamiento social, el control del cumplimiento de esas normas, corresponde a las autoridades.
Declarada Endemia, la responsabilidad recae supuestamente en cada individuo.
No hace falta observar mucho para darnos cuenta que esa "responsabilidad" le resbala a muchos.
Yo veo como un relajamiento de parte de Todos, autoridades y población general, ...bueno como ya es una endemia, que cada quien se cuide... Pero no es así, la irresponsabilidad del otro, me perjudica a mi.
Me uno al llamado que hacen muchos realmente preocupados por la situación COVID y sus consecuencias y las consecuencias de las decisiones que tomamos y de las que no tomamos.
Las cifras de caídos son alarmantes, el número de enfermos pidiendo ayuda por las redes, es alto y no obstante, estamos relajados en exceso, no hacemos caso.
Ok, el país necesita arrancar, los comerciantes necesitan vender, la población necesita comprar, los estudiantes necesitan socializarse y así todos requerimos engranarnos en el ritmo de una sociedad que debe continuar produciendo, Ta'bien.
En un grupo WhatsApp de la ciudad de Tabay, Estado Mérida leí y aplaudi, un llamado que hizo una Médico, la Dra. Palacios, cumpliendo con un deber profesional, donde planteo su preocupación por el comportamiento asumido por quienes organizaron y por quienes asistieron a unos eventos comunitarios celebrados en la zona,
... "veo con gran preocupación las fotos publicadas en los grupos,
de la feria celebrada el sábado pasado y de las actividades
religiosas y de remodelación de la capilla. En ambos eventos, puedo observar personas compartiendo sin usar tapabocas, ni cumplir con las normas de bioseguridad. Estas actividades deberían estar prohibidas en un momento en el cual el aumento del numero de casos en nuestro estado y en nuestro sector es alarmante.
En la actividad de la feria, muchos niños, jóvenes y adultos de nuestra comunidad y de aldeas vecinas, compartiendo de manera cercana sin tapabocas y vaya Ud. a saber si
lavaron sus manos con frecuencia durante la actividad
En las de la capilla, personas comiendo y departiendo, sentados unos al lado y en frente del otro, irrespetando por completo las normas de bioseguridad mínimas.
Como ya hice un llamado a la reflexión y toma de conciencia que no fue atendido, hoy, 29 de noviembre de 2021, cumpliendo con mi deber profesional y el juramento ético y moral que juré cumplir de preservar la salud de mis paisanos, hago a los organizadores de estas actividades, plenamente responsables por los enfermos y por las muertes que ocurran en nuestra localidad en los próximos dias."
Aplaudo este llamado a la conciencia, como un llamado a la Corresponsabilidad, planteado como sabemos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En esta Endemia, todos tenemos responsabilidad, Por Mí, Por los Míos y Por los Otros.
Para que ésto, realmente se cumpla trabajemos en crear las Normas de Convivencia con el COVID, una Ley Anti COVID, dónde se establezcan los deberes y derechos de las personas en convivencia escolar, comercial, recreativa, religiosa, entre otras áreas sociales.
Los deberes y derechos de quienes son dueños u organizadores del barco y los deberes y derechos de los usuarios de ese barco, en términos de Endemia.
Así pudiéramos hablar de Endemia corresponsable, si se me permite el término.
1)https://www.aporrea.org/educacion/a305639.html
https://www.aporrea.org/educacion/a305907.html