A 672 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en la finalización de la semana 96, y siendo el domingo 16 de enero de 2022, quiero comentar y expresar mis razones por las que considero que debemos volver sin más dilaciones, al método del “7+7” en Venezuela.
Como muchos y muchas de mis lectores y lectoras saben, en el portal ensartaos.com.ve cuelgo, además del histórico de la Covid 19 desde el 13 de marzo y hasta la fecha, le doy el valor agregado de colocar las personas recuperadas por estados y los fallecidos por Covid 19 por estados, como un complemento a la información que la propia Comisión Presidencial para la Prevención, Atención y Control de la Covid 19 presenta de manera resumida al país.
En el día de ayer., 15 de enero de 2022, cumpliendo el mandato del artículo 237 del texto constitucional, Nicolás Maduro acudió al Parlamento Nacional a presentar el mensaje en el que dio cuenta de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año inmediatamente anterior.
Ciertamente fue un mensaje lleno de muchos datos interesantes, de reflexiones y de perspectivas que nos hacen ser optimistas del año 2022.
Pero, en el único punto en el que con todo respeto no estuve de acuerdo con el Presidente Nicolás Maduro fue en el referido sobre la vuelta del mecanismo “7+7” ante el incremento desmesurado de los contagios y de los casos activos de la Covid 19 en el país producto de la presencia de la variante omicrón en Venezuela.
Puedo entender, y respeto las razones de Estado, de acuerdos políticos o con ciertos sectores económicos del país a los que haya podido llegar el Primer Mandatario Nacional en aras de dinamizar el aparato productivo del país, ya que la pandemia ha tenido sus impactos en este sentido. Pero no podemos ni debemos olvidar que la salud y la vida de nuestra población debe ser lo primordial en estos momentos.
Sin duda se ha expresado que la variante omicrón no es letal comparada con otras variantes de la Covid 19 que nos ha afectado, aunque si más contagiosa. Pero no podemos olvidar que el tema no es tanto de la letalidad de esta variante sino de que ese incremento desmesurado y que podría volverse incontrolable, de contagios y de casos activos de este virus en Venezuela, podría desbordar y colapsar nuestro sistema de salud, como ya lo ha hecho en otros países en el mundo.
Pero en el caso de Venezuela, no podemos obviar que estamos sometidos a medidas coercitivas unilaterales, que nos encontramos sometidos a toda una serie de políticas de asedio y bloqueo que han golpeado de manera importante, entre otros sectores, al sistema de salud público, y de alguna manera el privado, venezolano.
Este debate sobre lo que debe privar en tiempos de pandemia, si la actividad productiva y económica para la satisfacción de las necesidades humanas, y la preservación de la vida, recuerdo que ya lo di con algunos buenos compañeros y compañeras de grupos de whatsapp y en telegram. Por eso cuando se perfeccionó el “7+7” (combinación de cuarentena con flexibilizaciones económicas y en otros órdenes) ciertamente es el método perfecto que nos permitió conseguir el equilibrio entre ambas.
Y esto complementado con la vacunación masiva, nos permitió llegar a una flexibilización amplia durante los meses de noviembre y diciembre de 2021, hasta el punto que, durante 12 semanas consecutivas, llegamos a los 4 mil casos activos, a 5 casos por cada 100 mil habitantes, cifras record comparados con otros países que se encuentran sumidos en nuevas olas con esta terrible pandemia.
Pero, ya desde la semana pasada (dos si incluimos las informaciones extraoficiales de centros de salud y no incluimos los sub registros que evidentemente hay) se observa un incremento, que, aunque no es exponencial, si es significativo y sostenido. Y por ello, para una restitución lo antes posible del equilibrio que se ha roto, es que sugiero con todo respeto, el restablecimiento del mecanismo del “7+7”.
Tal vez se pueda considerar que, pese a todo, los contagios no son muy altos, que omicrón es una variante menos letal, que la mortalidad ha venido bajando y que la “incidencia no es muy alta”. Pero el factor de reproducción del virus (que ya he explicado en otros escritos) está muy alto (por encima de uno) y esto hará que en el momento no lo veamos, pero que en unos días tanto los contagios como los casos activos se incrementen y tal vez cuando queramos implementar medidas, pueda ser demasiado tarde.
Ahora bien, también convengo que las entidades federales en las que los casos se han incrementado de manera bien alta tenemos al Distrito Capital, que hasta ayer acumulaba 1.942 casos activos de acuerdo a las cifras oficiales, Miranda con 1.533 casos activos, La Guaira con 631 casos activos y Zulia con 505 casos activos. Pues bien, si no se desea implementar el “7+7” en todo el país, por lo menos que se haga en esos estados que es donde el brote está más desatado, si así lo puedo señalar.
Más que cortar cadenas de contagio y de transmisión, que efectivamente hay que hacerlo, de lo que se trata es de contribuir a reducir la velocidad del factor de reproducción de la variante omicrón en el país, que está muy alta, además de las necesarias medidas de bioseguridad que la ciudadanía debe tomar. Pero eso debe ir acompañada de medidas y decisiones del Alto Gobierno Nacional.
Cierro mi artículo, citando nuevamente las conclusiones y recomendaciones del Dr Luis Mauel Hernández, que hago como mías, al respecto de este tema:
1.- En los actuales momentos hay un incremento inédito del factor de reproducción en la región capital y Aragua. Este incremento se debe a la predominancia de la variante omicrón, que debe ser de preocupación de las autoridades sanitarias en el país.
2.- El incremento se ha mantenido por el tiempo suficiente para generar un aumento significativo en la incidencia de casos registrados en las entidades referidas.
3.- Los valores del factor de reproducción se mantienen lo suficientemente altos como para esperar que los casos registrados sigan aumentando y lleguen a niveles nunca vistos en el territorio nacional.
4.- El número de casos registrados de fallecidos ha tenido un ligero aumento que no se corresponde con el número de casos. Esto implica que el índice de fatalidad por casos sigue en descenso. Es difícil inferir en que proporción esto se debe a una menor severidad de la variante omicrón o al efecto de la vacunación masiva. También hay que tener siempre presente que los contagios y los fallecimientos pueden estar desfasados (ya que los casos no se agravan, en general, de inmediato), por lo que es posible que la curva de fallecidos suba (así como los casos moderados y graves).
5.- Debe ser de mucho interés ver como ha venido cambiando la estructura etaria de los casos de los fallecidos. El porcentaje de fallecidos en los grupos de mayor edad ha venido aumentando. Esto probablemente se deba a que la vacuna es menos efectiva en los grupos de mayor edad que en los de menor edad, provocando un aumento notable en el promedio de edad de los fallecidos especialmente en lo que va del mes de enero de 2022.
6.- En la fuerza de infección se puede visualizar las direcciones de difusión de la variante omicrón en el país. Igualmente, esto se puede visualizar en el potencial de la epidemia.
7.- El factor de reproducción también está alto en el estado Amazonas, pero desconocemos a que variante se deba esto.
Dios quiera que en unos días no debamos darle la razón al médico Julio Castro, asesor de Juan Guaidó en materia de salud, el cual vaticinó que en dos semanas además del incremento de casos Covid 19 en el país por la variante omicrón, no haya un colapso en el sistema de salud venezolano, para que ellos reediten el argumento de la emergencia humanitaria compleja que contribuya a legitimar agresiones y campañas internacionales en contra del país.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
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