El viernes pasado, encontré colas enormes en diferentes bancos que me
recordaban a las que generó la "crisis bancaria" de 1994. Pero, obviamente,
tanta conmoción se debía a quienes dejaron ciertos trámites para última hora
antes de salir a esa locura de "vacaciones" (¿?) en Carnaval. Era
previsible, una vez más ver "en directo" o en televisión las no menos
enormes colas que se forman en nuestros anarquizados "terminales de
pasajeros" donde no falta, quien haga "lo que sea" por conseguir un puesto
en un vehículo desvencijado, sin ninguna comodidad y soportando los dudosos
"gustos musicales" de los conductores. No faltan padres y madres de familia
humildes que arrastran tras sí a sus pequeños hijos a quienes no les llevan
ni agua, ni comida, a la aventura incierta que significa una "vacación" de 3
o 4 dias.
En épocas como éstas, podemos ver en las zonas turísticas buses y camionetas
en distintos estados de "mantenimiento" (¡!) trasladando temporadistas, en
lugar de prestar el servicio de transporte en las zonas de donde provienen.
Es claro que los choferes buscan redondearse la quincena con unos cuantos
miles de bolívares, aunque con el calor reinante y las exigencias a las que
se someten ellos y sus máquinas, el esfuerzo no parece valer la pena.
¿Y que hay de los mal llamados "operativos"?. Desde hace unos 31 años, los
gobiernos distintos han organizado estos mamotretos de planes dizque para
"proteger a los turistas", cuando la triste realidad es que éstos siempre
terminan con números cada vez mayores de víctimas. Tambien esta es una época
muy propicia para ciertos delincuentes que tienen un "olfato" muy especial
para detectar a los imprudentes a quien desvalijan sus viviendas, sin
encontrar oposición. Claro, si distraemos a los policías para que cuiden a
los imprudentes...
No hace falta haberlo vivido para comprender el calvario de quienes llevan
una carpa para acampar en una playa y tienen que soportar el escándalo de
sus vecinos. Cuando todo termina, podemos ver a estos temporadistas al borde
de la insolación y más cansados y agotados que cuando se fueron...Ésa es la
verdad.
Por eso, me permito formular una propuesta que acabe de una vez con estas
paralizaciones innecesarias y estas pérdidas irreparables económicas,
humanas y materiales. Propongo eliminar PROGRESIVAMENTE los 5 dias de
"asueto" (los 2 días del Carnaval y los 3 de la Semana Santa). No falta
quien pregunte "Y entonces, ¿cuando vamos a descansar?". Respuesta:
sencillamente, estos 5 dias se añadirán a las vacaciones que están
contempladas en las contrataciones colectivas. En lugar de pagar 25 dias
hábiles, se pagarían 30 y se obtiene más dinero. Es claro que en esos 5 dias
que se "pierden", deben ser trabajados normalmente. Además, también podrán
ser suprimidos paulatinamente todos esas operaciones para "proteger"
vacacionistas. Yo creo que, en su mayoría, son personas demasiado crecidas
para hacerse responsables por sus propios actos, ¿verdad?. Al ahorrarse las
enormes cantidades anuales que cuestan esas operaciones, el Gobierno puede
usar esos recursos para apoyar sus Misiones, para obras sociales, potenciar
nuestros carcomidos hospitales o destinarlos para que la población reciba
eduación para prevenir accidentes y saberse comportar durante las
emergencias, como se hace en Japón. Los funcionarios de los organismos de
protección, prevención y defensa podrán trabajar a su ritmo habitual sin
necesidad de gastar su tiempo implementando planes de emergencia
inefectivos.
En definitiva, todos ganan y ahorran no solo dinero, sino también horas de
vida, porque no me van a decir que una vacación de 3 o 4 dias, entre
carreras y emergencias, va a ser más gratificante que una de 30 dias
hábiles. Además, ¿quien dijo que se suprimen las fiestas de carnaval y la
asistencia a los templos?. Después de trabajar, se puede disfrutar o ir a
rezar, sin necesidad de aguantar el calor infernal del dia. Los únicos que
pueden perder son los delincuentes, los especuladores de las lineas de
"vehículos chatarra" y los practicantes de la "economía infernal" en las
playas dispuestos a desplumar a los vacacionistas, cual si fuesen pollos.
Por eso, ya que estamos en una REVOLUCIÓN y la idea es la de cambiar la
mentalidad para poder cambiar el país, la próxima que piense en vacacionar
en esas fechas, piense también en lo que mejor le conviene a todos: o pasar
unas vacaciones apuradas y sin seguridad, o trabajar esos 5 dias y disfrutar
sin apuros durante 30 dias hábiles. La última opción es, me parece, lo más
revolucionario que puede haber. Al fin y al cabo, si queremos que Venezuela
progrese, recordemos la máxima de nuestro Libertador: "trabajo, trabajo y
más trabajo".
¡Revolución que todo queda!.
ramjar@intercable.net.ve