Se dice, que la historia la escriben los vencedores, y es verdad. También se podría decir que la idea sobre el presente la van tallando los vencedores, y sería otra verdad. Los dominantes van dibujando la idea dominante sobre el presente. Un ejemplo que ilumina lo dicho lo encontramos en la inauguración de "la plaza de la rebelión antiimperialista", en el discurso del presidente maduro, en el espíritu del acto.
El gobierno acostumbrado a creer y hacernos creer en un mundo adaptado a su conveniencia, sin errores, sin defectos, un mundo de maravilla donde la culpa de todos los males no es del gobierno sino de los gringos. Aparece ahora con una Plaza Antiimperialista para cubrir su acatamiento al imperialismo, haciendo bueno aquel axioma de "dime de qué presumes y te diré de qué careces".
Nosotros afirmamos que el gobierno de maduro no es antiimperialista, al contrario, ha transformado a Venezuela en un peón del imperialismo mundial, carne de cañón, un fusible desechable. Para explicar bien lo que afirmamos, echemos mano del libro: "La Escalada de Tucídides", del General Padrino López (Libro no leído en miraflores). Veamos algunos párrafos.
"La confrontación final entre China y Estados Unidos es inevitable, en tanto y en cuanto todas las condiciones objetivas están dadas para el estallido de la Tercera Guerra Mundial, solo que se ha pospuesto producto de la pandemia y las elecciones presidenciales norteamericanas.
"Ni China ni Estados Unidos pueden avanzar completamente en sus planes sin contar con Rusia. De manera que cuando se sirva la mesa, obligatoriamente tendrá que haber tres platos y tres juegos de cubiertos.
"Las piezas del ajedrez están prestas al juego. La India tendiendo a moverse en vertical para lograr crecer, y cuando llegue su turno poder retar a China, que lo hace en horizontal. Rusia es el alfil que se mueve en diagonal y hacia ambos lados según sus intereses. Por eso es la pieza clave de esta partida.
"Ante el escenario de una hecatombe, lo circunspecto privará en la salida negociada donde la resolución del conflicto vendrá dada por una repartición a tres. En tal sentido, el Nuevo Orden Mundial será tripolar: China, Estados Unidos, Rusia."
El General Padrino nos habla de un orden mundial tripolar, ¡tres imperialismos! Y Venezuela se pliega a Rusia y China en esta guerra anunciada con gravedad por el General. Es suficiente recordar el comportamiento del gobierno, ambiguo, sumiso, frente a la declaración rusa de poner bases militares en el territorio venezolano, de enviar tropas, y la declaración del gobierno afirmando la presencia, ya, de los oficiales militares rusos; para entender que Venezuela perdió soberanía, es un simple peón en el forcejeo de los tres imperialismos mundiales. Si alguna duda cabe, si alguien necesita más demostración. Veamos este párrafo final:
"Hoy más que nunca es necesario mantener el aplomo y defender el legado del Comandante Chávez, contra los pactos y la entrega de nuestras riquezas a las transnacionales. Somos un pueblo que no renuncia a la determinación de ser libre con constancia, socialismo y patriotismo"
Es el párrafo final de una declaración del Ministerio de Poder Popular de Petróleo. Parece una alerta, una llamada de auxilio, lanzada al mar en una botella. ¿de quién se cuidan, a quién se refiere, a cuáles pactos, a cuál entrega de las riquezas nacionales, a quién acusan dentro del gobierno? Ellos que son gobiernos son los que tienen capacidad para pactos y entregas, ahora más con la ley secreto. El país, qué dudas caben, con este gobierno perdió soberanía. Atrás quedó el pensamiento Bolivariano del Comandante Chávez de una América unida que sirva de equilibrio a los poderes mundiales. Que cada uno haga su parte en la recuperación de la Soberanía de la Patria.
¡CHÁVEZ, SOBERANÍA!