Cualquiera pudiera decir, ya me lo han dicho en abundancia por las redes al colocar un mensaje donde emití opinión sobre esa decisión del candidato de Primera Justicia, de paso muy bien acogida por los integrantes de su partido, lo que pareciera revelar se trata de una determinación consensuada, que lo movió el convencimiento que no tiene nada que buscar en las primarias de ahora, en octubre.
Pero creo que hay mucho más de eso. En el comunicado en el cual el candidato en cuestión renuncia a su participación en las primarias dice, entre otras cosas, lo siguiente:
"Sabemos que es una inhabilitación inconstitucional, ilegal, arbitraria, pero está allí impuesta por un gobierno no democrático".
https://www.caraotadigital.net/venezuela/capriles-retiro-su-candidatura-a-las-primarias/
Pese las calificaciones que hace, admite que la inhabilitación existe, "pero está allí" y por esta le van impedir ser candidato presidencial en caso de ganar las primarias, pese uno lo vea muy cuesta arriba. Y esas inhabilitaciones van a continuar, salvo se produzca una decisión determinada en los conciliábulos demasiados discretos entre el gobierno y los factores que más pesan en la conflictividad que vivimos, que no son precisamente los partidos del G-4.
Como ha venido sosteniendo Luis Vicente León, quien pese las opiniones que alguien pudiera tener acerca de él, está muy bien informado, las conversaciones verdaderas que pueden llevar a acuerdos que involucren asuntos electorales y a la posición, se llevan entre el gobierno de Venezuela y el de Estados Unidos.
En este conflicto, las sanciones juegan un rol demasiado determinante y hasta envuelven el futuro del gobierno y el país todo. Y es elemental que quien aplica las sanciones, como quien es el "dueño de todo", no es la gente del G-4, sino quienes están en la Casa Blanca y sus agentes inmediatos.
El G-4, en este conflicto, no tiene valor alguno para el gobierno, pues sus mejores posibilidades, cuando llegó a tener una significativa influencia en el movimiento popular, las desperdició por escasez de talento, liderazgo y exceso de locura. Por esto ahora, está destinado a conformarse con lo que Biden y sus agentes acuerden con Maduro y esto incluye lo de las inhabilitaciones.
Para Biden y el capital estadounidense, táctica y estratégicamente, sus intereses no están centrados en el destino del G-4, sino en los recursos minerales de Venezuela que ya le están haciendo bastante falta; le urge llegar a un acuerdo con quien gobierna en Venezuela o pudiera seguir gobernando en el próximo período que pudiera ser el mismo Maduro. Pero como se dice, "lo que es igual para el pavo, lo es también para la pava". El gobierno de Maduro, dadas las circunstancias, comprobada la realidad, también siente la necesidad de recomponer sus relaciones con el gobierno estadounidense, por los efectos de las sanciones y hasta la de rehacer las negociaciones petroleras con aquél y esto no le da a nadie sensato motivos para discrepar. Es como se dice en el lenguaje coloquial, "lo que es igual para el pavo lo es para la pava", pese el discurso estereotipado, convencional de ambas partes, siga siendo pronunciado; aunque para ser sincero, este viene cambiando, en la misma medida que lo dicta la realidad. Hasta los chinos, según una opinión generalizada, vienen ocultando tras las brumas, la figura de Mao y en el pueblo y las figuras gobernantes, Confucio vuelve por sus fueros y sustituye muy discretamente, sin restricciones estatales, a aquél y al propio Marx.
Es decir, en este juego, el G-4 juega un papel segundón, como el de peón y como tal le corresponde esperar lo que ordenen.
Estados Unidos, como ya hemos dicho, como Venezuela misma y en esto vale decir su gobierno, están interesados en llegar a acuerdos, pero tampoco hay para el primero atoro, puede manejarse con más prudencia y hasta lentitud que su interlocutor, que sí está ahogado por las sanciones y los reclamos del movimiento popular del cual depende su futuro, más cuando en poco tiempo tendrá que afrontar la contienda electoral.
Esto significa que, ante la solicitud del gobierno de Biden por la suspensión de las inhabilitaciones a los candidatos del G-4, Maduro y su gobierno se mostrarían demasiado exigentes; tanto que el primero, no siendo esto fundamental para lo que representa y aspira , no se mostraría dispuesto a hacer las concesiones que se le pidan. Se sabe bien en la Casa Blanca que, dadas las premuras que el propio gobierno de Maduro vive, incluso ganando las elecciones, pueden lograr lo que ansían, si se muestran pacientes y sin cambiar pepitas de oro o perlas por baratijas. Ellos saben bien cómo se mueve la realidad venezolana, pese el discurso y las puestas en escena.
Y esto, que lo sabe alguien viejo, encerrado en una pequeña biblioteca, casi aislado del mundo circundante, lo conoce Capriles que está joven y metido en la lucha política, cercano a las fuentes de información. Y esto le permite saber que sí, quienes como él, componen el G-4, no son capaces de conformar un frente sólido ante el gobierno en las próximas elecciones, van a perder todo, hasta la confianza, padrinazgo y apoyo material que, hasta ahora, se les ha brindado desde Estados Unidos.
Por todo lo anterior Capriles continúa diciendo, "y aunque sabemos que todas la inhabilitaciones son impuestas para cercenar las aspiraciones electorales, yo, viendo el cambio posible en el 2024, estoy convencido que la discusión y debate no puede ser mi inhabilitación, sino la verdadera oportunidad de implementar políticas que podrían convertirse, en mejoras concretas en la calidad de vida de todos los venezolanos".
Desde mi perspectiva, Capriles está reconociendo lo que antes hemos dicho, que su candidatura o la de la señora Machado, no están en el centro de las preocupaciones e intereses de los Estados Unidos, sino en llegar acuerdos con el gobierno de Venezuela, sea quien sea, por las urgencias que se le aproximan en materia de hidrocarburos, pese es cierto, lo mejor sería lograr se configurar un frente electoral que derrote a Maduro y haga más fáciles las negociaciones y hasta genere en los inversionistas mayor seguridad.
No es azaroso y menos emocional que Capriles diga en el mismo texto, "La inhabilitación política, al obstaculizar este derecho, socava no sólo las aspiraciones de mi persona, sino también la promesa misma de un cambio significativo y positivo para nuestra nación".
Es por demás evidente que Capriles le está advirtiendo a la señora Machado, que Estados Unidos, en sus conversaciones con el gobierno de Venezuela, hasta este momento, no está poniendo énfasis en el levantamiento de las inhabilitaciones, por lo costoso e imprudente que eso pudiera resultarle ahora, sino se conforma con la convocatoria de unas "elecciones libres"; sabiendo que estas no lo serían mientras se mantengan las sanciones. Es decir, las elecciones libres no están determinadas porque se habiliten los candidatos opositores solamente sino que hay muchos intereses y necesidades de lado y lado. Y no se puede hablar de "elecciones libres", en un país sometido a sanciones y los efectos que estas producen en la comunidad toda.
La "inhabilitación……socava no sólo las aspiraciones de mi persona", dijo Capriles. Pese no lo manifieste de manera expresa, le recuerda a la señora Machado que ella también está sometida a esa misma condición y que, pese eso sea ilegal como su caso, según su particular opinión, "eso está allí", le invita indirectamente a seguir se ejemplo, que renuncie, para que las elecciones primarias, pues llama a "votar el 22 de octubre", se realicen en un marco diferente.
Es por demás conocida la ventaja de la señora Machado en las elecciones primarias, lo que no pasa de un universo insuficiente, tanto que según José Vicente León, vaticina una concurrencia esmirriada a esa contienda. Y es también sabido en abundancia que su ventaja radica en el apoyo desmedido que le prestan factores del capital, tanto que para el observador común, quien percibe por las redes la desmedida ventaja que alcanza en la publicidad, aparece en cuantos medios existen, pareciera que hay en esas elecciones opositoras una sola candidatura.
Capriles, pues, aunque no lo diga, piensa que de resultar la señora Machado electa en las primarias, eso no tendrá efecto alguno, pues dejaría al G-4 en las mismas condiciones, sin candidato. Pues es obvio que la opción que la electa, por inhabilitada, pudiera tomar, como llamar a la abstención, sería un error garrafal. Pues en ese mismo documento Capriles reconoce la imperiosa necesidad de participar en el proceso electoral. Y aunque no lo diga, es obvio que él, su gente, quien le dio su abierto apoyo, como ya dije, a su toma de posición o renuncia a su candidatura y el resto de la oposición aglutinada en G-4 difícilmente otorgue a la señora Machado, si no llama a la abstención, el papel de gran electora. Y como ya dijimos, Estados Unidos no está en actitud de jugarse esa carta, pues tiene otras opciones, el mundo todavía no se acaba, queda mucho espacio y tiempo para mover acertadamente las piezas.