El día estaba iluminado por un brillante sol característico del clima tropical; era la hora de espera del Youtong. La gente se cobijaba bajo las sombras que le ofrecían las ramas de los árboles de la plaza, para protegerse del acuciante calor.
Los vecinos del pueblo se habían agrupado entre sí, formando diferentes grupos a la espera del Youtong. » -Lo curioso es que este pueblo ya no es el mismo, a pesar que los hechos se repitan – Decía Matías-, desde el grupo al que se había juntado en la espera el autobús, conversando con los vecinos.
Por supuesto, el tema del día era la denuncia de fraude electoral ocurrida el 28J. Los hechos ocurridos a partir de ese domingo no tenían nada de extraordinario, ni novedoso. En este pueblo la ocurrencia de cosas como esas se había hecho común. En los últimos veinticinco años los hechos son los mismos; es como si emergieran a partir de un ciclo signado por lo electoral y la lucha por el poder.
Gente en la calle, manifestaciones, escaramuzas, mercenarios importados, daños a la propiedad y por supuesto, detenidos y muertos. Lo que sí es diferente es que esta vez los protagonistas de las escaramuzas no son los mismos, son diferentes. Algunos de los autores materiales ya los han cogido, pero a los intelectuales, esos ni con el pétalo de una rosa, son siempre los mismos, tanto de los de un lado como los del otro.
» -Algunas cosas cambiaron –continúo Matías, - antes las calles eran tomadas por los de la clase media; ahora son la gente de los barrios las que las pueblan; y por supuesto, los presos son mayores. Dijo el fiscal que había más de mil doscientos en una de sus declaraciones y el Presidente 2000; además dijo que habían habilitado las cárceles de "Tocoron" y "Tocuyito" , así como también están por construir dos cárceles especiales más. Leí en un mensaje, los hay de varios colores, de esos que circulan en las redes: - "! Si, siempre son los pendejos los que pagan!".
» Me entere como los hecho ocurrieron en Caracas por un amigo que me informó; -Continuo Matías- déjenme contárselos dijo, e inicio la narración:
» La mañana del 29J amaneció despejada y tranquila, después de una larga noche en espera que informaran los resultados electorales. La información fue el detonante de los hechos sucedidos posteriormente.
» -Tomaba café temprano, como siempre, a pesar de la noche y el corto sueño, cuando fui sorprendido, no por el cantar de gallos que también se escuchan en algunos barrios caraqueños, sino por el sonar de ollas, que en el argot político llaman "cacerolazo". La melodía que desprendían iba acompañada por el sonido agudo del metal, cuyo instrumento no era otro que los postes de luz. Esta imagen me recordó la de años atrás, cuando Chávez estaba preso y en las tardes-noches aparecía el sonido de las ollas y alguna voz que en solitaria manifestación emergía de algún sector del barrio, llamado a Chávez.
La forma como transcurrió esa tarde y la noche es historia por todos, más que conocida, vivida en esta ciudad capital, así como en las del resto del país. Ese día fue de gente en la calle, al igual que el siguiente. El primer día fue de una una tranquilidad tensa en la mañana y luego en la tarde se fue poblando las calles’ eran como ríos de gente que se concentraron en en algunos puntos icónicos de la ciudad hasta la tarde noche.
Las redes sociales estaban a millón, desbordadas de fotografías y videos mostrando las escaramuzas. Discursos políticos de lado y lado se hicieron presentes, unos por incentivar la protesta y el otro por calmarla. La acción de la policía no se hizo esperar, y el fruto de "ese trabajo" es parte de lo que declaro el fiscal y el Presidente: más de dos mil presos.
Las características de los hechos eran distintos a las escaramuzas de los años pasados; ahora sus protagonistas era la gente de los barrios y sus muchachos.
Al siguiente día la ciudad estaba tomada por la policía y la gente se resguardaba en sus casas. Así, pues, el clima de protesta fue mermando como ciclo natural de toda dinámica de masas. Desde el gobierno y sus dirigentes caracterizaron los hechos como acciones de terrorismo y denunciaron que había especialistas del terror importados de varios países vecinos.
Se habla entonces de mano dura y cumplimiento de la ley con castigo de hasta quince años de cárcel a los que se les compruebe participación en las protestas. Aquí no se repara en pequeñeces para llevar presos a los que encuentran en las protestan; tampoco en niveles de participación y responsabilidad en los hechos. Consideran que todo tiene mismo peso y por tanto el mismo delito. Los afectados son principalmente gente joven de los barrios, cuya participación es significativa.
La historia que contaba Matías fue interrumpida por el negro Felipe que intervino diciendo con voz firme:
» - ¡No me explico cual es la razón por la que el CNE no muestra las "actas"; como siempre se ha hecho en toda elección presidencial; y eso a pesar de las protestas! Claro está que eso se presta a la duda y a la sospecha de fraude.
»- ¡Así es!; riposto José. – Me llamo la atención el triunfalismo que mostraron los chavistas en el comando de campaña cuando hablaron la noche antes de dar los resultados. Riéndose y de manera irónica decían que no podían dar cifras; que correspondía al CNE darlas; pero lo que si podían era invitar a todos a ir a Miraflores para celebrar el aniversario de Chávez. Viéndolos tan seguros y felices me dije: ¡pues gano Maduro!-
» -Lo que es preocupante, -inquirió Marcelino´- es la represión, tanto directa, como la aplicación de medidas institucionales, dirigidas a la población. Las amenazas son repetitivas y muy fuertes. Se acusa a todo manifestante, y al que encuentran en la calle de terrorista, y que según, le van a dar quince años de cárcel, dijo el Presidente.
Marcelino interviene diciendo: » - Los hechos actuales tienen como protagonistas, contrario a las guarimbas pasadas, que eran de clase media, a los sectores populares. Aunque los hechos actuales no tienen la misma magnitud, las medidas represivas anunciadas son mayores. A pesar de todo, las actas no aparecen, ni se habla de ellas, salvo pedir que se muestren-
» -Verdad- dijo Rafael-, Y que hay dos mil detenidos y acusados de terroristas. Uno de los candidatos de la elección presidencial dijo en el T. S.J. que la represión no era la solución, que se debían presentar las "actas".
» -¡El problema central es que no hay instituciones en el país! -, dijo Matías, interviniendo nuevamente. - y lo digo en el sentido que ellas no son la expresión genuina de la ciudadanía; es decir, representativas de las mayorías la población de los sectores populares. Son instituciones que fueron montadas desde arriba, al margen del desarrollo de nuestro propio proceso político-organizativo. Cuestión que se revela en la confrontación entre sectores políticos que defienden sus intereses, y donde cada uno habla y justifica en nombre del pueblo.
» -Sin organización propia y autónoma los sectores populares seguirán siendo los que están al margen de toda la estructura social venezolana; es decir, que en su nombre se toman las decisiones en bases a intereses que no son los de ellos. Siempre los políticos están hablando y decidiendo en nombre de los sectores populares.
» -Lo que predomina en nosotros, y así ha sido en toda nuestra historia, no es más que la cultura del caudillo que se erige en ley y al mismo tiempo en norma, imponiéndolo a todo ciudadano que debe obedecer. Como pueblo o muchedumbre, históricamente hemos seguido tras un caudillo o "taita"; y los políticos tratan los hechos como si fuéramos la masa como se la entiende en un contexto de mundo moderno o industrializado.
Es decir, históricamente se ha sustentado nuestro desarrollo como pueblo en un caudillo y no en las leyes o instituciones. Siempre ha existido un caudillo, llámese Boves o Páez. Nuestra historia ha estado marcada por diversos "taitas", tanto de un lado como de otro. Taitas en la independencia, luego caudillos en las montoneras del s XIX, después y "caudillos modernos" con ideología al entrar al s XX, y para terminar apareció el pragmatismo del demagogo, sin programa ni ideología característico del s XXI ", también convertido en "Taita".
» -Esta cuestión no es una verdad de Perogrullo. La cuestión es que en esta realidad colonial que vivimos hemos aprendido, mejor decir, nos han enseñado, a mirarnos a nosotros mismos, a la realidad, con categorías que no se corresponden al contexto nuestro. Esto nos lleva a una comprensión de la realidad social y política venezolana cuya categorización no se corresponde a lo que nosotros somos.
» -Más que masa, entendida como la de las sociedades industrializadas, somos muchedumbre que va configurando pueblo. En tanto que pueblos jóvenes, requerimos de la formación, la construcción de una sociedad organizada, que responda a lo que somos y a nuestros intereses en el marco de la modernidad occidental, cuya condición necesaria es superar nuestra mentalidad colonial.
Estamos conformados por grupos sociales que van cristalizándose y a ello debe responder la política. Sin embargo, nos manipulan como pueblo y terminamos apoyando y comprometiéndonos en peleas que no son nuestra. ¡Eso ha sido nuestra historia y es nuestro presente, convirtiendo nuestro proceso político social en ¡el eterno retorno de lo mismo!
Ahí viene el youtong; grito uno de los pasajeros que esperaba en la plaza, haciendo con ello que finalizara la tertulia en la parte más interesante…
Nota.
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