Andreia, megalotimia y abuso: no somos griegos tampoco

Por supuesto, amigos del MAS, que las garantías están suspendidas. Desde el 2018 o 2019, por lo menos, cuando aprobaron la Ley del Odio y la AntiBloqueo, etc. Y no digo más. Hoy es momento de recordar aquel poema de Aquiles Nazoa "Verbos irregulares", que decía así:

Estos son unos verbos que a paso de tortura

Yo conjugo

Tú conjugas

Él Conjuga.

Como sin garantías

Todo el mundo se inhibe

Yo no escribo

Tú no escribes

Él no escribe

Sino mil tonterías

Las cuales seguramente

Yo no siento

Tú no sientes

Él no siente

Pues de escribir las cosas

Que uno tiene en el seso

Yo voy preso

Tú vas preso

Él va preso

De modo que ¡hay que leer y escribir poesías! Pero este tiempo, también, puede ser útil para leer filosofía, Platón, específicamente el diálogo titulado "Gorgias".

Como cualquier buscador de vainas en Google sabe, Sócrates explicaba su filosofía de una manera muy peculiar: preguntándole a sus discípulos hasta sacarles de quicio (mayéutica: arte de ayudar a parir…ideas) y reconocer lo que el maestro reconocía de entrada: que solo sabían que no sabían. Gorgias, cuyo nombre le dio título al Diálogo en cuestión, era un viejo maestro de retórica, el arte antiguo de hacer discursos. Por cierto, que el mismo Platón, que servía de secretario de estos interesantes diálogos del maestro Sócrates, caracterizaba a la retórica como un arte de la adulancia, junto a la culinaria, que enseñaba a hacer platos para conquistar la voluntad de la gente, la gimnasia, que servía para tener un cuerpo más atractivo, y la cosmética, que embellecía a todas las feas mediante afeites, perfumes y polvos.

Pero vamos al punto. En ese diálogo de Sócrates, reseñado por Platón, el retórico Calicles afirmaba que la única ley que debe gobernar en la sociedad, es la ley del más fuerte, porque eso era lo que se observaba en la naturaleza. Claro: esto suena mal a nuestros oídos modernos, porque es todo lo contrario de lo que los filósofos del siglo XVIII y XIX le inculcaron a nuestros héroes de la Independencia: la ley y la política deben sostenerse en la justicia o, en todo caso, la moderación y la prudencia, y no en la pura fuerza. En otras palabras, el Derecho debe fundamentarse en la ética, los valores universales, el Bien, las garantías constitucionales. Claro: esta es la posición, más o menos, de Sócrates. Platón iba más allá y defendía el derecho a gobernar de los más sabios. Pero ese es otro tema.

Lo que yo no sabía era que había una virtud griega que parece apoyar a esa posición tan a lo DC de Calicles, de que los más fuertes deben imponer su voluntad porque sí, porque les sale del forro, porque tienen la fuerza física, las armas, etc. Esa virtud se llama Andreia. Los griegos la definían así: dañar a los enemigos para beneficiar a los amigos, ser capaz de protegerse a sí mismo y mantener el poder. Esta virtud es agresiva, desea la confrontación; mientras que la justicia y la prudencia la evitan. Se ve acompañada de otra característica que otros filósofos (Hegel, por ejemplo: ¿se acuerdan de que Marx en su juventud fue su fan?) exaltaron: la megalotimia, en criollo: la desmesurada necesidad de reconocimiento de algunos hombres que los lleva a ejercer su fuerza para que los otros hombres se le sometan. O sea, una soberbia y arrogancia llevada al extremo.

Me acordé (recuerdos de mi pubertad maltratada por el bullying de unos zagaletones cuyas madres recuerdo todavía) de los rasgos de los abusadores del liceo, los "acosadores escolares" como los llaman los psicólogos: falta de empatía, es decir, imposibilidad de ponerse en el lugar del otro; baja tolerancia a la frustración, lo cual los lleva a reaccionar de manera impulsiva y agresiva; necesidad de control y poder, para dominar y controlar a sus víctimas para sentirse superiores; intolerancia con actitudes prejuiciosas. El toque compasivo de los psicólogos viene por el lado de la explicación de ese comportamiento: generalmente los acosadores vienen de familias desestructuradas, carentes de afecto y escenario de conductas violentas: golpizas y demás.

¿Eso son los rasgos también de los psicópatas? Me han dicho mis amigos psiquiatras que sí. Por eso yo no estoy de acuerdo con aquellos amigos que usan un conocido libro de W. Reich para explicar la "psicología de masas del fascismo". Por lo menos, para Venezuela no sirve. El marxista psicoanalista se refería, para explicar los rasgos del nazi, a la familia alemana, autoritaria, conservadora, un núcleo heterosexual tradicional con un padre maltratador, como dirían las feministas. A mí me parece, pirateando un poco de psicología del fascista venezolano, que aquí lo que hay es Andreia, Megalotimia y Bullying llevados a la política.

Pero esto es tan solo una digresión en tiempos de verbos irregulares.



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Jesús Puerta


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