Extremadamente peligrosa y lamentable, una de las nuevas formas de polarización política que va un poco más allá de la batalla ideológica – económica entre el chavismo y el antichavismo, cuando nos encontramos por un lado, la realización de las estratégicas e importantísimas elecciones de las juezas y jueces de paz comunal, realizadas el 15 de diciembre del 2024…y por el otro lado, ésta el extremismo ultraderechista y antichavista, quienes están empeñados en crear un ambiente insurreccional y conflictivo, que atente en contra de la paz institucional del país.
Los sectores políticos insurreccionales, solo les interesa crear el caos social y el poder popular en Venezuela está viviendo importantes momentos para demostrar, una vez más, su poderío a través de la participación directa y protagónica, con las elecciones del pasado domingo 15 de diciembre del 2024, de juezas y jueces de paz comunal, a propósito de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de Justicia de Paz Comunal, aprobada por la Asamblea Nacional (AN) el pasado mes de noviembre.
Este sistema está basado en la participación del pueblo organizado en el empoderamiento de la resolución de conflictos propios de las comunidades, y forma parte de las instancias del Poder Popular, el cual articula la conformación de los Comités de Justicia de Paz Comunal en cada Consejo Comunal.
Con las asambleas de ciudadanas y ciudadanos, como máxima instancia en la toma de decisión se articula la gestión comunal desde la instancia del Consejo de Justicia de Paz Comunal de la Comuna, la cual estará en pleno acompañamiento las decisiones de las juezas y jueces de paz comunal para la resolución de conflictos, de acuerdo con las herramientas establecidas por las leyes de la Comuna, garantizando la organización, la formación, la planificación, la producción y el seguimiento del Sistema de Justicia de Paz Comunal.
El movimiento popular venezolano, tiene un gran reto (defender la paz comunal) tras años de construcción, al venir madurando la necesidad de autogestionar los diferentes procesos en el seno de las comunidades y con las elecciones de las juezas y jueces de paz se materializan las posibilidades de reducir los conflictos en las comunidades.
