"Cuanto más grande es el caos,
más próxima está la solución"
Mao
Parada en una esquina, casi a las doce del mediodía, una señora veía para todos lados, pero, además no apartaba la vista del celular con cierta preocupación, mientras en la esquina más cercana se llevaban remolcado un carro muy destartalado, el cual trataban con el cuidado de uno nuevo, para evitar correr el riesgo de verlo desarmado en medio de la vía. Al lado se encontraba estacionada una camioneta de último modelo y los encargados del operativo de remolque, cumpliendo con una ley establecida, pero echada al olvido para contribuir a la anarquía y el desorden de la ciudad, no la tocaron, dándole motivo suficiente a la dama para exclamar ¡Buena la ejecución, ya que, esto no lo aguanta nadie, pero, como siempre, empezaron por lo más delgado, llevándose a un pendejo!
Por suerte la dama, está en plenas facultades para caminar en medio del desorden creado por la proliferación de motocicletas, algo parecido a un enjambre de abejas africanas por lo peligroso, el cual le terminó de poner un punto de alarma a todo el país, donde las estadísticas de accidentes con el resultados de heridos y muertos, es algo tan normal y pasó a formar parte de las redes sociales, como si no estuvieran inundadas, sobre todo de gafedades y boberías tan repetidas, que al final si el usuario no aparta un minuto de su tiempo, para entender por qué las llaman redes, caen en las mallas atrapados, como cualquiera embelesada por muy astuto que aparente y lo más seguro, es que termine formando parte de ellas, creyéndose un actor de Hollywood.
Todas las ciudades, pueblos y caseríos de nuestra Venezuela, se encuentra con está anarquía desbordada, el cual se ha escapado del control de las autoridades y apenas empiezan a tomar medidas, aparecen los opositores, como si estuvieran conectados a una planta generadora de palabras huecas en contra de la realidad, el cual viene creando dolor y sufriendo a cantidades de personas, por estar relacionada a imprudentes, que lejos de tomar conciencia, se burlan de cualquier recomendación o sugerencia, para que tomen medidas y no terminen estrellándose, con los sacrificios y sufrimientos en las camas de un hospital, esperando la recuperación, como el que espera lluvias en estos tiempos, cuando el sol parece acercarse a la tierra.
Un amigo, que por momentos se acuerda de un familiar fallecido hace poco tiempo en un accidente automovilístico producto de la imprudencia y los tragos de alcohol, cuando ve pasar un motorizado a exceso de velocidad, rápido se le oye decir ¡pobrecito, va montado en una urna, lo que no se sabe es dónde lo van a enterrar! Pero, no es solamente el conductor de la moto, ahora se ve con mucha frecuencia, el irrespeto a las señales de tránsito por muchos manejadores de vehículos, que se paran en cualquier sitio y en algunos casos en sentido contrario al fechado, lo que produce cierta confusión en personas respetuosas de las leyes, y un instante de vacilación puede ser mortal.
Los fines de semana, es cuando aumenta la imprudencia y el desafío a la muerte. La competencia por llegar al más allá la acompañan con el licor, desde jóvenes, hasta personas entradas a una edad, donde siempre ha existido la cordura, pero parece que el tiempo ha cambiado todo. y por eso vemos, motos convertidas en vehículos para varios pasajeros, sin que nadie los detenga. Las medidas para tratar de frenar en parte este problema, tienen que aplicarla con toda la severidad del caso. No podemos seguir de brazos cruzados, enterándonos de los accidentes, sin ayudar a la concientización, porque es más fácil crear conciencia, ya que, el comercio es parte vital en el desarrollo de los pueblos, pero muchas veces va acompañado de la muerte a muy temprana edad.
Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com
