"El fuero para el gran ladrón,
la cárcel para el que roba un pan"
Neruda.
Nadie se imaginaba, empezando por las mismas autoridades de los Estados Unidos, que iba aparecer una comparsa de ladrones en su propia tierra, el cual se aprovecharon de la misma miseria creada en sus incontrolables arrebatos en favor del propio gobierno de USA, el cual les ha servido de cuartel para planificar y armar todos los ataques, contra el presidente Maduro y Venezuela y es que por donde se meten, llevan la mano extendida para agarrar todo lo que está a su alcance y en esta oportunidad, se les presentó facilito, ya que, aseguraban el quiebre del proceso bolivariano, con la caída del "tirano", para "cobrarle" por anticipado a su amo, y al no conseguir el anhelado propósito de tumbar el gobierno de Maduro, terminaron poniendo la cómica al quedar descubiertos y en eso no pueden retroceder ni con careta nueva, para quedar simplemente, como unos vulgares estafadores.
La lista es larga, pero además son sumamente conocidos, porque aparte de bocones, presumían de cuanto atentado planificaban y trataban de ejecutar en contra de la patria, sin importarles el daño a sus habitantes. En esta oportunidad, todo lo que les llegaba de la USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (en inglés: United States Agency for International Development) se lo fueron repartiendo dándole palo a la piñata las veces, que se les presentaba la oportunidad a través de la invitación de su presidente interino, el mismo Guaidó, quien parecía el propio pendejo y la cara que lo ayuda y por eso el gobierno de USA lo utilizó con dólares a manos llenas para terminar agitando a todos sus compinches que fanfarroneaban, cuando lo alababan al son de ¡Mi presidente Guaido!
Para variar el país del "sueño americano" terminó por despertar ambiciones, esperanzas y sufrimientos para un número considerable de venezolanos, el cual llegaron por diferentes vías y motivos. La migración fue alarmante y no podía faltar el escándalo de la oposición venezolana al responsabilizar al presidente Maduro, cuando hay pruebas suficientes, como las sanciones, el bloqueo y las medidas coercitivas derramaron el vaso de agua, hasta crear una situación económica insostenible, que solamente los blindados de corazón y consciencia soportaba, cuando hicieron todo lo posible e imposible por dolarizar al país y faltó poco por hacerlo oficial.
En toda esta maraña creada por el propio gobierno de los Estados Unidos, llámese: Bush, Obama, Trump, Biden y nuevamente Trump, es de aclarar, que los migrantes, la gran mayoría embelesados por el sueño americano, emprendieron camino sin pensar en lo complicado, desde la partida, hasta llegar y después lograr conseguir una "chamba" para tratar de paliar la difícil situación, creada muchas veces en el trayecto, más complicada aún que la vivida en Venezuela, a pesar de todos los ataques despiadados y virulentos, sin respetar el derecho a la vida y el pensar de cada quien. Pero todo esto ha permitido diferenciar, entre los migrantes y los que llegaban cargados de dólares robados a Venezuela, entre ellos los que estaban camuflados en el gobierno, pero además la otra clase: los privilegiados muy destacados por sus andanzas en contra del gobierno venezolano y al momento los protegían, como lingotes de oro.
El caso de los señalados por estafar a la USAID, forma parte del paquete de problemas creados por el capitalismo salvaje y su máxima expresión: el imperialismo, cuando han cambiado de táctica antes la cantidad de fracasos en sus perversas invasiones, el cual, hasta hace poco era el procedimiento para pisotear pueblos enteros. La gran interrogante, es cómo va actuar el gobierno de Trump, en contra de estos pajaritos, cuando precisamente los tiene en su propia jaula y muchos de ellos disfrutando los dólares mal habidos, empezando por ¡Mi presidente Guaido! la expresión corrida en el mínimo rincón, por todos aquellos, que se guindan, desde arriba buscando agarrarse de algo, cuando empiezan a resbalar. Hasta los momentos, las gracias se han convertido en unas morisquetas y les pueden salir bien caras. Empezando por la transformada por las frecuentes visitas a las boutiques, Carla Angola, y el engolado Cesar Miguel Rondón, quienes están entre los señalados por haber recibidos parte de los repartos de las "migajas" de las USAID y ahora, como comunicadores tratan de evadir.
