“¿Puede adscribirse el ejercicio de la libertad de expresión a la posesión material del artefacto de la imagen y el sonido? Ello no es posible. La tecnología audiovisual, por su propia naturaleza, pide y necesita regulación”
Contundente, ¿eh? La categórica afirmación pertenece a Jorge Olavarría y fue parte del Editorial de la revista Resumen del 15 de junio de 1.980. La petición era clara, JO pedía; casi que imploraba, que se aprobara el Decreto 620 emitido por Luis Herrera Campins y que buscaba reglamentar las transmisiones de Radio y TV.
Más adelante llega incluso a decir: “Más aún, teniendo precisamente en mente el interés social y la vigencia real y efectiva de la libertad de expresión, los medios escritos deben abogar por el control regulatorio de los medios audiovisuales”
¡Caramba, Dr. Olavarría, será que esas originales ideas suyas han naufragado en la isla del olvido de su casi siempre lúcida memoria! ¿Por qué no transmite esa enorme cantidad de conocimientos e ideales acerca de la tan cacareada falta de libertad de expresión que el diario para el que Ud. trabaja dice que existe en la República Bolivariana de Venezuela? ¿Dinero? ¡Que tristeza, Dr. Olavaria!
Pero aún hay más, en la misma revista el 8 de junio de 1.980 el periodista Rodolfo José Cárdenas titula su columna:
“El show de Marcel Granier”
“Un simple artículo de prensa en una revista muy importante como RESUMEN, adonde se escribe lo que otros callan y donde se publica lo que otros medios silencian, dio pretexto a todo un show confabulado para aplastar una opinión libre, referida fundamentalmente al hecho concreto del Sierra Nevada. Como centro de dicho show confabulado aparece el doctor Marcel Granier, hábil empresario de la T.V. y de la prensa escrita, primera figura en Radio Caracas Televisión y segunda importante figura en el Diario de Caracas, dirigido por Diego Arria”
Como verán, el prontuario criminal de MG es de vieja data y siempre ha utilizado los mismos métodos para difamar a quien simplemente ose pensar diferente que él. Lo sigue haciendo actualmente. Andrés Izarra tuvo que renunciar a su cargo en Radio Cochinada TV en diciembre de 2.002 cuando se le pidió que actuará en contra de los principios éticos y morales que el ejercicio del periodismo demanda.
Continuemos con RJC y su artículo:
“Si Radio Caracas Televisión hubiera seguido disfrutando de los contratos del Hipódromo Nacional sin pagar un centavo; o si no estuvieran planteadas algunas reformas al Reglamento de Telecomunicaciones… no hubiera el doctor Marcel Granier capitaneado una campaña llena de impropiedades, utilizando tendenciosamente a todo el mundo”... “Y no le hubieran metido al gobierno un viaje de noticieros que son un ejemplo de lo que un noticiero no debe ser. Un noticiero es el que da noticias no el que hace campañas de propaganda política. Tienen el derecho de criticar todo lo que quieran. Pero no de engañar al pueblo haciéndole creer cándidamente que le están dando noticias, cuando en realidad le están inyectando propaganda política y posiciones comprometidas”
Esas palabras de RJC están tan vigentes hoy como hace 23 AÑOS cuando fueron escritas, ese delincuente disfrazado de “periodista” que es MG ha venido delinquiendo con tanta impunidad que lo que se merece, como mínimo, es cadena perpetua, no crean que exagero, sus delitos han sido contra todo un colectivo, el pueblo venezolano, y el castigo debería ser ejemplar. Con unos antecedentes como estos cómo puede un sujeto como MG hablar de libertad de expresión, castrocomunismo, dictadura y tanta basura mediática más con la que a diario ataca al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y a su Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías. ¿Con qué moral? ¿De qué ética habla ese fascista? Él ha violado todas las reglas de comportamiento social que existen para satisfacer sus apetencias económicas. La concupiscencia de este sujeto no conoce límites morales ni mucho menos éticos.
El caso del Hipódromo a que hace referencia RJC es uno de los hechos de corrupción más cochinos que se hayan conocido jamás en la historia de la TV comercial de Venezuela, pero de eso daré más detalles en el próximo artículo de la nauseabunda historia del siniestro MG, una historia que incluye a personajes que van desde Alí Khan hasta Amador Bendayan
RJC cierra su artículo con la siguiente sentencia, tan dramática que parece que hubiese sido escrita en junio de 2.003 y no de 1.980:
“Para que ninguna planta privada de televisión tenga su lista negra de personas censuradas; ni para que los hechos se canalicen o se sublimen de acuerdo a intereses secundarios. A uno le gustaría participar en la competencia para mejorar un medio tan importante para el pueblo, que no solamente debe ser un negocio, sino que en definitiva es el más importante de los servicios públicos, como que toca a la salud física, moral, intelectual y espiritual del pueblo venezolano"
Las palabras con que RJC cierra su artículo son el alma misma de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, y pensar que fueron escritas hace 23 AÑOS.
Cuántas veces nos ha hablado nuestro Presidente de esa Venezuela próspera que crápulas como Marcel Granier y Gustavo Cisneros nos robaron, y que no debemos permitir que igual suerte corran las generaciones futuras, nuestros hijos, nietos y demás. Ahora tenemos la posibilidad de cambiar eso para siempre, sí los diputados bandidos de AD, Copei, Primero Justicia, Proyecto Venezuela y Causa R se niegan a discutir la LRS en Radio y TV entonces nosotros, el pueblo, debemos convocar a un referendo para lograr que se apruebe de una vez por todas e impedir que las generaciones futuras sean víctimas de nauseabundos delincuentes como MG y GC.
La LRS en Radio y TV es RESPONSABILIDAD de todos.
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