Argentina, un país que lo vendió casi todo, hasta su industria petrolera, con una deuda externa que excede los $134 millardos, y unas reservas de divisas montantes a $11 millardos. Sin embargo su moneda nacional en los últimos 12 meses se ha revaluado en un 22,12%. Quizás este último dato explique en parte el porqué, a pesar de la gravísima crisis económica que atraviesa esa nación, apenas registra una inflación del 14,3%.
En contraste, en nuestra Venezuela, dueña de una pujante industria petrolera, con una deuda externa que asciende apenas a un cuarto de la deuda argentina, y unas reservas que ya superan los $18 millardos, no obstante, el bolívar se ha devaluado en 15,86%. Este último factor explica en alto grado el porqué nuestro país ostenta el record de inflación en Latino-América (35%, con tendencia hacia arriba)
Por otra parte, el Presidente Chávez ha planteado la tesis, que compartimos, de una moneda común suramericana, así como el ingreso de Venezuela al MERCOSUR. La realización de esas importantes metas obviamente se verá obstaculizada por la alta inflación y la moneda débil de nuestro país, frente a las de Brasil y Argentina.
Para enfrentar de manera exitosa la cultura devaluacionista hemos propuesto un esquema apreciativo de nuestra moneda, el cual terminaremos de exponer en esta entrega. El esquema contempla tres regímenes cambiarios, que describimos a continuación:
1 Cambio libre con "crawling peg" inverso. Este régimen, consistente en la venta libre de divisas, se aplicaría cuando se desmonte el Control de Cambio. Se sugiere iniciarlo con una tasa de Bs. 1500/dólar y aplicar devaluaciones diarias de la moneda norteamericana por un monto sugerido de Bs. 4,50, de tal manera que al cabo de 22 días hábiles (un mes bancario) el dólar experimente una depreciación de 99 bolívares. Para limitar la fuga de divisas que pudiera ocurrir, el BCV limitaría estrictamente la venta de divisas a un máximo de $45 millones diarios, de tal forma que la disminución máxima de las reservas en un mes bancario no supere los $990 millones.
2. Control de Cambio. Se propone que cada vez que las reservas caigan por debajo de la barrera sugerida de los $12 millardos, se pase a un régimen estricto de Control de Cambio, con una tasa de cambio igual a la última cotización del dólar. El Control de Cambio se mantendrá vigente hasta tanto las reservas superen la barrera sugerida de los $18 millardos. Cuando esto último ocurra se pasará al régimen anterior, pero partiendo de la última cotización del dólar.
3. Cambio libre sin "crawling peg". Cuando estando en el primer régimen, eventualmente se produjera una acumulación de divisas, de forma tal que las reservas superen la barrera superior de los $18 millardos, se mantendrá la venta libre de divisas a la última cotización del dólar, y la venta máxima diaria de $45 millones, pero se eliminará el "crawling peg". Ése sería el régimen ideal al que aspiramos llegar en un tiempo relativamente corto.
Estamos confiados que de aplicarse nuestra propuesta obtendríamos, entre otros, los siguientes beneficios:
- Bancarrota mortal de los especuladores cambiarios
- Un bolívar fuerte y estable de nuevo
- Mínima inflación
- Bajas tasas de interés y acceso al crédito
- Aumento sustancial del poder adquisitivo del venezolano
- Abaratamiento significativo de los insumos importados
- Estabilidad del salario mínimo
- Reactivación del aparato productivo
- Repatriación voluntaria de divisas
- Estabilidad política
A pesar de todas las ventajas de la revaluación del bolívar, creemos sin embargo que el Gobierno optará por el camino más fácil: el de la devaluación, presionado por la necesidad urgente de obtener más bolívares por dólar para hacer frente al servicio de la deuda pública interna, con sus exageradas tasas de interés... . A menos que el Gobierno acuerde con la Banca la recompra de los bonos... .
Eudes Vera
Ingeniero Electricista,
Profesor Jubilado UDO
eudesvera@cantv.net