Los llamados que hace la oposición a sus seguidores cada día son más sorprendentes, por lo profundo, por lo que tienen de filosóficos. Ya casi no se refieren a Chávez sino que hablan de reencuentros (saben, de esos que hace uno con los compañeros de bachillerato) y al fracaso del sabotaje petrolero lo llaman depresión. “Después de la depresión de diciembre y enero este fin de semana es el reencuentro, llévate tu pito, tu bandera, tu lexonatil y seremos todos felices”, decían las cuñas (porque eso no merece llamarse ni siquiera propaganda).
La gente de oposición, la que queda “movilizable”, debería moverse bastante pero contra el creativo al que se le ocurren tan ingeniosos textos. Las consignas son tan chic, tan dirigidas a gente “despreocupada”, “feliz”, “linda, bella y sin problemas”, que hasta a ellos mismo les da pena. Cero política, cero análisis, el “comeflorismo” en su máxima expresión. Pero eso no es gratis, el problema es que todo el ingenio de los creativos fue “vertido” (Colomina dixit) en las pantallas de TV en los dos meses del sabotaje petrolero, cuando la consigna era deprimirnos a todos.
Y es que uno lee los diarios y no parecen periódicos de noticias sino guiones humorísticos. O una malísima versión del Cojo Ilustrado. Recientemente El Universal construyó (les debo la fecha) el siguiente titular en su primera página: “Explosivo utilizado en Chuao es el mismo usado en las embajadas de Colombia y España”. Un lector medianamente pilas, sin llegar a ser lumbrera, habrá querido enterarse si el fulano explosivo se consigue sólo en el planeta Marte, y seguramente se preguntó por qué el hecho de que sea “el mismo” es considerado tan importante. Nuestro lector medianamente lumbrera fue al texto y se consiguió con que es C4. Claro, si es C4, es C4. Es C4 aquí y en China. El mismo C4. Con la misma fórmula. No puede ser C4- MVR-con fórmula tipo H. R. Chávez. O C4 + - Raro. Eso si sería un “mismo” tubazo.
La noche de la explosión en Chuao por cierto, vimos al Alcalde de Chacao Leopoldo López, fresquito, peinadito, sin una lagañita y con un discursito súper aprendido exigiendo a las autoridades una investigación, mirando fijamente a la cámara de Globovisión, con una mirada que ni el vaquero Jhon Wayne. O más bien parecía Maxwell Smart… o mejor James Bond… no sé… pero no parecía un Alcalde. Se los juro.
Otra reciente comiquita mediática tiene que ver con el secuestro del Cura Calderón. En El Universal (27/07/03) pudimos leer lo siguiente: “Aun cuando ningún grupo se ha atribuido el plagio, los investigadores aseguran que los autores son los miembros de la recién creada guerrilla prochavista, autodenominada Fuerzas Bolivarianas de Liberación. Se afirma que los bandoleros carecen de la logística necesaria para mantener en cautiverio por largos períodos a sus víctimas”.
Cuántas elucubraciones. Cuántas imprecisiones. Pero no pelan el objetivo: culpar a Chávez. Ya lo hemos dicho antes, dejan demasiado a la imaginación: ¿Qué interés pueden tener los chavistas en secuestrar a un ex Gobernador copeyano? ¿A quien le interesa el plagio? ¿Si están tan informados sobre la fulana guerrilla del FBL, y aseguran que es tan “nueva”, cómo saben que no tiene logística? O sea, ¿Qué Chávez tiene un guerrilla sin logística? ¿Cómo se explica, si es un gobernante tan despilfarrador? ¿Para qué la necesita? ¿Para secuestrar a “enemigos” políticos? ¿Para “auto tumbarse”? ¿O para auto secuestrarse? ¿Será que el cura es un “enemigo político” de Chávez?
Y para colmo entra en escena CAP(hoy 28/07/03 en El Universal): si matan a Chávez no sería un magnicidio sino un tiranicidio. De vez en cuando se ponen serios y no dan risa, sino escalofríos. Pero de resto instálese, lea, vea y sonría, que algo queda.
*Periodista
