Cuando correctamente el Gobierno Nacional implantó el Control de Cambio unos 7 meses atrás, las reservas rondaban los $13 millardos y el cambio oficial fue establecido en Bs. 1600/dólar. Hoy en día, las reservas se han multiplicado por un factor de 1,54, pues ya se sitúan en los $20 millardos. Sin embargo, el cambio oficial permanece anclado en su valor inicial. Mientras tanto, el dólar en el mercado negro ha llegado a cotizarse hasta en 2900 bolívares y esto explica en alto grado, la elevada inflación que actualmente sufrimos. Ese dólar del mercado negro ha enriquecido obscenamente a unos pocos pero ha empobrecido escandalosamente al grueso de la población.
Por otra parte, la reciente recompra de bonos de la deuda externa puesta en práctica por el Gobierno Nacional pareciera haber frenado un poco el valor del dólar en el mercado negro, al menos por ahora. Creemos, sin embargo, que es necesario establecer cuanto antes una política complementaria que reduzca de manera sostenida en el tiempo la cotización del dólar en dicho mercado.
Apoyándonos en la “Teoría Económica de los Bodegueros”, nos atrevemos a sugerir el siguiente plan:
1. Mantener el Control de Cambio por un tiempo prudencial, pero agilizando la entrega de divisas por parte de CADIVI.
2. Ajustar hacia abajo y de inmediato el cambio oficial, por ejemplo, a Bs. 1520.
3. Mientras dure el Control de Cambio, efectuar ajustes al cambio oficial en función del nivel de las reservas. Por ejemplo, si éstas se incrementan en $1000 millones, el cambio oficial se reduce en Bs. 80 por dólar (por ejemplo). Y viceversa.
Con este esquema no habría fuga de divisas, ya que se mantiene el control de cambio. Los ajustes de 80 bolívares por dólar sólo representan un 5% de revaluación, lo cual no debería afectar de manera significativa la competitividad de las exportaciones distintas del petróleo.
Presentamos nuestras disculpas a los amigos economistas por atrevernos a incursionar en su campo. Al mismo tiempo los invitamos para que critiquen sin piedad nuestra propuesta, si estamos equivocados, o a que la perfeccionen, si estamos en el camino correcto.
(*)Ingeniero Electricista
Profesor Universitario UDO Jubilado