Manipulan a las mujeres para derrocar a Chávez

Las mujeres las vienen utilizando con fines políticos perversos desde los tiempos de Grecia y Roma, y quien sape si desde mucho antes. El "Manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano" revela como han estado usando a las mujeres para debilitar a los gobiernos que se busca derrocar


Me ha llegado información, pero muy segura y caliente, de que el jueves 29 de agosto, la casta de la CTV y Fedecámaras intentaron nuevamente otro golpe de Estado: iba arrancar esta vez con un paro escalonado en la ciudad de Valencia, la cuna del niño florido Salas Feo. Es decir, habían estudiado que para sustituir la central golpista de Chuao, nada mejor que el protocentro copeyano donde actualmente la oposición supone tener sus más especiosos recursos y elementos: Cuerpos paramilitares, salida al mar, excelentes vías terrestres, empresariado muy comprometido con intereses de importantes transnacionales y con El Palito en las entrañas más profundas de este estado. Valencia ha sido tradicionalmente dominada por godos (oligarcas) desde los tiempos de Cipriano Castro, donde gobernó aquel miserable (aunque inteligente) Niño, descrito magistralmente por José Rafael Pocaterra en su novela "El Doctor Bebé". De allí fue ignominiosamente echado por los esbirros de Gómez, y con el consentimiento de la pervertida burguesía el obispo Salvador de Montes de Oca (y quien luego fue fusilado en Italia por los fascistas de Mussolini). De los Cellis, fanáticos del hipismo, se pasó a la casta burgo-prusiana de los Salas-Ršmer, y ambas familias están hoy decididas a acabar con el "mar de la felicidad" en el que nos hundimos. Este paro debería ser secundado en siete estados, entre los que se supone, los empresarios y los gorilas de la CTV creen contar con una atrevida representación. Quizás estén incluidos en este plan de guerra, estados como Yaracuy, Anzoátegui, Aragua, Miranda y Lara. Teniendo en cuenta que muchos empresarios golpistas no quieren agitar banderas hasta no ver un vigoroso frente de lucha contra el gobierno. Seguidamente el plan iba a contar con un gran desabastecimiento por parte de las empresas de alimentos. Las mismas ya tenían previsto no actualizar sus inventarios. Rápidamente se iba a extender la negra nube anunciador! a de grandes tempestades con desinformación desestabilizadora, preñada de "buenas intenciones", mediante la consabida cadena mediática de los cuatro canales ultra-antichavistas de Globovisión, Venevisión, RCTV y Televen (amén del respaldo amarillista de casi todos los periódicos poderosos). Una vez creada esta caldeada situación de angustia nacional, se decretaría una hora cero para mantener a la gente en la calle, y conjuntamente se haría entrega de armas para una reedición de los sangrientos acontecimientos del 11A, porque sin sangre ni heridos ni muertos la tostada de la conmoción no lleva el debido queso de la emoción que exige la cartilla de la CIA. Posteriormente se daría la orden para que entrara en acción la huelga petrolera. El caos delirante que los promotores de este crimen tenían organizado también contaban con que el Presidente de la República se vería obligado a decretar el ansiado pedimentos que la oposición viene implorando desde hace dos años: Decretar el Estado de Excepción. Allí entonces estaría servido todo un cuadro de horrible desintegración nacional en el que no faltaría una gran movilización de grupos afectos al gobierno, como también malestar y preocupación dentro de los cuarteles. Se estaría al borde de la ansiada guerra civil, porque la oposición golpista ha tenido en cuenta en estos planes que en otra arremetida contra el gobierno, la paciencia de los seguidores de Chávez será desbordada y que el Presidente ya no podrá tener ningún control sobre ellos.

No hay duda de que cuando se intenta una acción como ésta es porque aún se cuenta con ciertos oficiales confundidos por las operaciones de adiestramiento de la CIA, dispuestos a lanzarse en una paradita anti-institucional. Todo este cuadro parece enmarcarse nuevamente dentro de los pasos que pueden verse en el "Manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano", de obligada lectura en estos días.

Previo al estallido de esta acción el día 29 de agosto, se reunieron en Valencia el sábado 24 de agosto, para finiquitar los preparativos, un grupo de activistas antichavistas entre quienes resaltaban Rafael Marín, Liliana Hernández, Américo Martín, Douglas Bravo, Gabriel Puertas y gente de Proyecto Venezuela.

Lo más impresionante de todo esto es que el día 29 estos golpistas no lograron reunir ni doscientas personas y se vieron obligados a abortar la rebelión. Ha sido uno de los más grandes golpes recibidos por la oposición militarista. Todo esto revela la manera tan evidente y contundente de cómo esta oposición está perdiendo la calle.

MEÁNDOLE LA PÓLVORA A LOS GENERALES

Esas mujeres que quieren mearle la pólvora a los generales, y sacuden como gonfalones sus descomunales pantaletas, las definiría Erich Fromm como machos castrados. Carecen de compensaciones a las pérdidas de sus genitales. Entonces necesitan aliviar sus tensiones de frustradas o canceladas y se dedican a la necedad político-partidista. Definitivamente en Venezuela no existe higiene mental preventiva de la neurosis, y nuestro drama es más sexual que político.

Mujeres sin hombres, sobre todo. Mujerucas gritonas, estridentes, que la CIA recluta para derrocar gobiernos. El Manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano, aconseja su uso en marchas, protestas y huelgas, y su propósito apunta a insultar a las Fuerzas Armadas, afectar su honor, su hombría, su imagen y su moral. Pobrecito de aquel general que acepta discutir con una opositora histérica. Estará cayendo en el terreno movedizo de la CIA.

El paso número catorce de este manual PGEL fue perfectamente ejecutado antes del 11A, que consistía en captar mujeres y familiares de militares para asignarles operaciones de desmoralización. Las esposas de altos oficiales fueron entrenadas para hacer sonar cacerolas en sus casas y burlarse del Presidente, y le decían a sus maridos que estaban cubanizando a nuestro país y que, en definitiva, eran unos cobardes sino se rebelaban contra Chávez (un "simple y despreciable teniente coronel").

Por otro lado, cundía la histeria de mujeres (sin hombres) de la llamada sociedad civil (con beldades como Ruth Capriles y Ángela Zago a la cabeza) que alcanzó su clímax cuando apareció en la Plaza Altamira aquel hombre con aspecto de bodeguero que llevaba uniforme de aviador, llamado Pedro Soto. Entonces creyeron que había llegado el momento de marchar a Miraflores. Las histéricas hubieran marchado a paso de másculonas, lo que pasa es que a los dirigentes de la mazamorra adeco-copeyana se les retrajeron las gónadas. Entonces al día siguiente, llenas de odio, de bilis hirviente, decidieron aterrorizar a doña Marisabel, en La Casona.

Como ellas, las mujerucas, no tenían hombres, y ya que buscaban igualar a todo el mundo por su propio rasero, ansiaban que doña Marisabel se divorciara. Que fuera como ellas. Hacer divorciar al Presidente estaba implícito en el Manual PGEL. La pobre Marisabel no aguantó.

Este pelotón de damas congestionadas sexualmente (según Wilhelm Reich, y ojo, la congestión sexual es contagiosa), con rictus cruzados y tapados con cosméticos, que llevan doble papadas, que van de luto, con gorras o viseras blancas y finas, y lentes oscuros: Arrastradas por la vaquilla de Liliana Hernández para que pasten frente a los cuarteles, cierran vías y que desean que la Guardia Nacional no las toque con cualquier cosa...

MUGIENDO FRENTE A LOS CUARTELES

Es el arquetipo de damas verborreicas, hirientes y rencorosas que no tienen maridos. No creo que haya hombres que se las cale.

A estas damas no es el amor lo que les preocupa ¡Qué diferentes serían si amaran! El hombre que ellas desean y admiran es el fenómeno de la destrucción de Chávez, su muerte, su perdición y aniquilación total. Si tal cosa ocurriera, ese día, serían capaces de llegar a todo un orgasmo liberador. Entre tanto, no pueden, como la canción de los Rolling Stones, Satisfaction, "I can get no".

Cultivadas en la vida del consumo, en la frivolidad de las telenovelas y de los programas de concurso (elaborados en Miami), asiduas del chismorreo, de la intriga y de la vacuidad de la moda, no pueden tener una actitud amorosa hacia Venezuela, hacia su progreso, hacia su soberanía. Identifican demasiado su propio bienestar con el confort americano, y su ideal es la rana platanera del gringo, en pantalones cortos, camisa de cuadros y el fulano sombrerito (de hongo) maricón (visitando tiendas y tomándole fotos a cuanta vaina les pasa por delante).

Ávidas de artículos (por lo que amar o entregarse no les da nota), y en ellas prima la máxima ética de la sociedad capitalista: "Esto es mío, y allá está lo tuyo; lo mío lo respetas", "si te doy tanto, veamos qué me vas a dar tú". El interés, la utilidad es lo prioritario, y fundan el amor en el carro de lujo, en las tarjetas de crédito, en el dinero y en el poder político. La mercadería es la razón de sus existencias. No aspiran a tener hijos justos ni sabios, sino poderosos. Y que sus hijas sean misses, actrices o cantantes, y que tengan unos cuerpazos de atraco, y que algún promotor de shows o rico se enamore de ellas.

En una sociedad dominada por la burocracia administrativa, el rollo del consumo, la petulancia de los profesionales, las mujeres son controladas por sugestiones colectivas, y acaban convertidas en objetos decorativos y de lujo. Y sus cuerpos, ojos y miradas se cotizan en dólares, y pobre del hombre que se convierta en un autómata dominado por estos seudo-valores. Tiene que ir bien vestido, llevar minúsculos celulares, adoptar poses arrebatadoras y ser sobre todo un muñeco de torta, en el que su fuerza viril es lo que menos importa.

Existe un relato de la escritora Naís Nim, extraordinario, en el que describe cómo en un mitin, un desconocido se acerca poco a poco por detrás, a una mujer que está gritando consignas. Rodeándola por la espalda, la comienza a toquetear. Ella no le ve, y el tipo la toquetea hasta que calla y se le entrega. Luego la penetra estando de pie. Allí está claro que el asunto no era político sino sexual, y la mujer había encontrado mucho más de lo que había estado buscado, y se retiró triunfante. Alguien puede decir que así lo hacen los animales, pero yo creo que los animales también pueden fornicar con ternura.

Le faltó a la Constitución Bolivariana artículos que contemplasen una profilaxia y prevención de la congestión sexual, porque en definitiva también la lucha contra el orden social capitalista deber empezar por una revolución sexual, porque venimos sufriendo códigos, costumbres y represiones culturales impuestos por los intereses mercantilistas de la Iglesia y de la moral burguesa.

CLASES SOCIALES Y SEXO

El famoso Informe Kinsey (una de las obras monumentales, a la altura del "Origen de las Especies" de Darwin y "El Capital" de Marx) se niega a hablar de clases sociales cuando trata sobre sexo, pero indudablemente que la clase proletaria está menos congestionada sexualmente que la clase media y la alta; en la clase baja el sexo es más pagano y está mucho menos afectado por tabúes. En la clase media y alta se dan muchos problemas de frigidez, cosa que no ocurre en la baja. Hay mucha más represión en la media y alta porque la misma está más sometida a la seducción del uso de la imagen de la hembra por el capital. Los medios de comunicación utilizan el erotismo como negocio y les organizan la provocación del deseo y luego la moral cristiana le impiden que se manifiesten: es cuando se produce el despelote de la culpa, de la infidelidad y de la entrega a la prostitución.

No hay que olvidar que toda la moral anti-sexual es de origen religioso, y que la hipocresía en este sentido está mucho más arraigada en la clase media y alta. En este sentido, hay un chiste de una pareja en un barrio que una le dice al otro: "Menos mal que nosotros los pobres no hacemos el amor, sino que tiramos".

Lo que debe quedar claro es que nada hay más hermoso, reconfortante, que la vida sana entre las parejas, y que la política de partidos prospera como elemento perturbador, sólo en aquellos grupos donde existe una buena relación sexual.

El amor debe ser, como dice Erich Fromm, la única respuesta satisfactoria al problema de la existencia humana. La mujer nació para hacer la paz, no la guerra, y el desarrollo del amor en ellas debe ser lo esencial. Si las mujeres, a falta de hombres, se van a dedicar a hacer la guerra, ésta nunca va a tener fin. Además, el amor no se predica, se practica en la cama. Hay que hacerlo con más frecuencia, y sobre todo sin dejar rastro alguno de congestión (es decir, llegar plenamente al orgasmo), y entonces se verá que las tensiones sociales van a ceder, que los males se verán de otra manera y que seremos capaces de llegar a acuerdos duraderos, serios y profundos con nuestros adversarios.

Si en lugar de andar con esas marchaderas, nos dedicáramos a hacer el amor, casi todos los problemas del país se acabarían. Las habladeras por televisión se harían rancias y pestilentes, los llamados a huelgas odiosos, la salvación de la patria no tendría sentido porque la patria en verdad es el hombre (o la mujer) que se ama con devoción sincera.

Por ejemplo, a mi mujer no le cae bien Chávez, pero está contenta conmigo, y ni por asomo se le va a ocurrir salir por allí con unas cacerolas para auto-atormentándose y atormentar a los demás. De modo que por el amor podemos salvar a este país, y lo que uno ve en todo lo que se hace es falta de afecto. Estoy profundamente convencido, por ejemplo, que Napoleón Bravo está congestionado, y que no siente amor ni por lo que hace ni por lo que tiene, y que todo en él es puro disimulo. Eso es confusión. Hay que tener fe en la posibilidad del amor como el fenómeno social que nos va a salvar. P

ORGANIZACIONES FEMENINAS QUIEREN MINAR LA MORAL DE LOS MILITARES

Si mujeres hubiesen tenido realmente un hombre no andarían en esas pendejadas histéricas y rabiosas. Les hace falta que se lean a "El Amante de Lady Chatterley", para que comprendan que sus problemas son otros, no la política. Les hace falta estudiar un poco la "Función del Orgasmo" y "Liberación Perpetua mediante la práctica de un sexo sano" ¿Es que ustedes realmente creen que una mujer que se levante contenta y plena, va andar pensando en marchar contra un gobierno como el de Chávez?

Este país, más que la corrupción, más que el caos administrativo y la tradicional peste de imprevisiones y desórdenes en todo, el real problema es el de una profunda congestión sexual en el mundo de la pequeña burguesía venezolana. Mucha escoria sexual está minando la inteligencia y el carácter de este sector de la sociedad, y para ello la cura es muy difícil: no hay leyes ni decretos ni constitución capaces de remediar este mal, de resolverlo, de controlarlo. Esta congestión se produce por problemas de fijación, por traumas familiares y un intelectualismo raquítico y vicioso. Hay algo de cobardía, algo de inmadurez y algo de escoria heredada de unos antepasados que jamás trabajaron ni jamás tuvieron sentido de patria o de amor por esta tierra.

En cierto modo esa manía que cogieron los opositores a Chávez de andar mirándolo como un padrote que según ellos ha "raspado" en lo que lleva de mandato a miles de mujeres, empedernido montacuernos de su esposa Marisabel y que además las golpea a todas con furia demencial, versiones que hacer correr como totalmente ciertas, formales y probadas; todo esto, digo, no es sino reflejo de esa gran congestión sexual que está padeciendo una parte importante de la clase alta y media en Venezuela.

Una mujer que se haga eco de estas estupideces forzosamente le hace falta un hombre, y si hay hombres que se dediquen a estas mamarrachadas tiene que ser maricón. Y como en estos tiempos un grupo de frenéticos amanerados pro-yanquis están metidos a la política de partidos, pues dedúzcase en la situación en la que nos encontramos.

Las mujeres las vienen utilizando con fines políticos perversos desde los tiempos de Grecia y Roma, y quien sape si desde mucho antes. El "Manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano" revela como han estado usando a las mujeres para debilitar a los gobiernos que se busca derrocar. Las concentraciones en Chuao y Altamira estuvieron bastante nutridas de mujeres quienes en verdad llevaban la voz cantante junto a un grupo de amanerados. Allí lo que resaltaba a ojos vista era la histeria, la congestión sexual, la paranoia desgarrada de las estridencias agudas y chillonas, al son de cacerolas y de la agitación de gonfalones y de banderas también chillonas.

Se han creado organizaciones femeninas únicamente para minar la moral de los militares. Esas marchas de mujeres frente a la Guardia Nacional, que piden a gritos desgañitados a un general que las atienda porque si no las mueve ni el Cristo, forma parte de la estrategia mediante el uso de mujeres para derrocar gobiernos, muy bien reseñada en el "Manual del Perfecto Golpe de Estado Latinoamericano". De modo que hay que advertir a los altos oficiales que no se traguen el anzuelo de la fulana sociedad civil cuando a su cabeza va un montón de mujeres histéricas, ejerciendo un papel que previamente le ha sido encomendado por el Departamento de Estado Norteamericano.

En la época de Bolívar, hay que reconocerlo, no había afeminados dedicados a la política. P

FALLA EN LA LIBIDO

Según la caracterología de Reich, por ejemplo, esos trazos ajados en la cara de Carlos Ortega, es producto de una profunda congestión sexual. Este hombre no tiene la libido bien. Véanse los mismos trazos como incógnitas que bajan de la nariz a la comisura de los labios, y que le cruzan la cara al "Cura" Omar Calderón. Eso es signo de que vive alterado y no está completando debidamente su actividad amorosa. Lástima que Liliana Hernández viva también alterada, inestable y confusa, y grite tanto, y cada vez abra más los ojos cuando grita, y que tenga por colegas de lucha a esa gente ambivalente de Primero Justicia. Allí no va a encontrar paz nunca.

La energía sexual que es desatendida provoca histeria, mal humor y el mundo se le hace realmente insoportable. Cuando esta energía busca un escape, porque es energía negativa, algunas personas creen poder liberarlas (lo cual es imposible) mediante actividades sociales, principalmente político-partidistas. Entre una persona liberada sexualmente y otra que no lo está, hay un abismo enorme. Ambas ven el mismo mundo de manera totalmente diferente. p




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JOSE SANT ROZ para La Razón

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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