Quienes me conocen, saben que de por vida he apoyado a la revolución como hecho natural y necesario, sea donde sea. Pero también saben que soy crítico cuando debo serlo. Para nada me mueven el odio ni el fanatismo político, sólo que tampoco soy pendejo ni blandengue.
A estas alturas, no he dado con la respuesta que me formulo desde que supe que Fabiola Colmenares y otros compatriotas manifiestamente adversos a nuestra ideología, serían la protagonista nada más y nada menos que de la película Miranda regresa. ¿Quién fue tan ingenuo, por decir lo menos, para pensar en ella como cabeza principal en lo que a damas se refiere, para ese rodaje sobre la vida del icono de la revolución universal? ¿Acaso nuestros cineastas y productores, no están conscientes del hecho político que vive la nación desde diciembre de 1998?
Afortunadamente, la historia es implacable. Poco, poquísimo tiempo transcurrió para que sintiéramos en piel propia el infortunio de tan lamentable error. El estreno de la película fue el 12 de octubre, y en la reseña que hace en la página 65 del diario Ultimas Noticias del sábado 13 la columna El Sepulturero, se lee “Esta ha sido mi mejor actuación. Me merezco el Oscar”.
Esto lo habría dicho la actriz al propio Director de Miranda regresa, no para referirse al papel desempeñado en la pantalla sino para demostrar que estuvo allí presente contra su voluntad. Tomando palabras del mismo articulista, por algo “…el comandante ¡ni la mencionó!... Léase también la entrevista concedida al diario 2001 (http://www.noticias24.com/actualidad/?p=9172) en la que cual profunda sabionda política, sentencia: “Este pueblo no es tonto, lo que hay es miedo”. Sobran los comentarios.
Eso sin contar con el verdadero “papelazo” que junto a la agitadora de oficio, Amanda Gutiérrez, encabezó el 16 de octubre en el Complejo Cultural “Teresa Carreño”, sede de la sesión especial de la Asamblea Nacional a propósito del debate por la reforma constitucional.
Al parecer, miedo tenemos nosotros de afrontar de una vez y para siempre, los cambios. Poco se sobre el mundo del cine y de la farándula en general, pero seguro estoy que así como existen seres profesionales dignos, respetables y políticamente responsables en otros saberes de las artes en nuestro país, los debe haber en ese campo. ¿Fueron convocados? Ojo: no se trata de excluir a nadie. Es la Participación lo que caracteriza a nuestro Proceso, pero tampoco debemos incurrir en las pifias de dar el mando a quien desea hundirnos. De seguir así, mañana pasado no debería extrañarnos que Orlando Urdaneta caracterice a Simón Bolívar y que Patricia Poleo sea la jefa del Ministerio de Comunicación e Información.