Una pieza clave en el 11 de abril 2002 fue García Carneiro en Caracas.un militar con tabaco en la vejiga. De esos que no se le arruga "las que te conté" en las situaciones de alta peligrosidad. Hombre de valor y echado hacia adelante.. Decididos.
Este miercoles 24 de octubre tuve la oportunidad de conocerlo en la emisora Milenium 107.7 FM en oportunidad que le entrevistara en su programa Argenis Pérez y en el cual participé como periodista invitado.
Alto como mata de coco santafesina y sencillo como la arena de La Restinga. Directo en su discurso. Pero respetuoso y comedido. El personaje luce claro como el agua. Es de esa gente cuya humildad se nota a flor de piel.
Un militar de su rango. Que ha ocupado cargos tan importantes como Ministro de La Defensa. Ministro para el Desarrrollo Social. Anda sólo y sin escoltas y acompañado únicamente de su amantísima esposa María, otro monumento a la humildad.
Uno que es hombre de televisión, que conoce de estereotipos, que ha visto tanta gente en pantalla de voz chillona, metálica, que no llega al pueblo, no se explica porque la Revolución no se vale de García Carneiro, uno General en Jefe del país, para defenderse de los insanos ataques y proyectar sus logros. Gente como este guerrero son los que quieren en las calles de los barrios y urbanizaciones. En las empresas. En el pueblo sencillo.
Habla con propiedad cuando dice que Dios les permitió conocer a los militares traidores infiltrados. Que para entender el sufrimiento de los pobres, de los que menos tienen, hay que meterse de lleno en sus vidas, ir a su terreno, al escenario de sus visciccitudes, conversar con ellos, sentir que su problema es nuestro problema.
- "Con la Reforma Constitucional y el nacimiento del PSUV - dijo - Venezuela marcha definitivamente hacía el Socialismo del Siglo XXI. Este proceso no lo detiene nadie. Y son los Consejos Comunales las mejores herramientas para consolidarlo. Un Consejo Comunal es el núcleo principàl de la Revolución. Un Consejo Comunal es a la Revolución lo que el oxígeno a la vida.
Dijo que no es facil el camino. Pero soldado y el pueblo, que son la misma cosa, lograremos el objetivo, que no es otro que vivir en un mundo donde todos seamos iguales y tengamos iguales oportunidades de desarrollarnos, de crecer, de ser feliz.
Todos le recuerdan cuando Megáfono en mano en Fuerte Tiuna, en los acíagos dias abrileños, arengaba al pueblo que rodeaba al cuartel en contra de los golpistas en una evidente demostración de valentía y de lealtad al Priesidente Chávez.
En diciembre de 2002, durante el paro petrolero entre Caracas y Guatire, fue uno de los que se fajó para que la zona del centro del país tuviera gasolina desde la planta distribuidora Pedevesa El Ingenio.
Después con su esposa y con la basura hasta la rodilla en el vertedero de desperdidicios de Guatire, sector El Rodeo, a través de Minpades logró desalojar a 19 familias dotándolas de 19 confrotables y dignas viviendas. Entre ellas la de la compatriota Jackelin Lombano.
Manejando con marcada eficiencia y abnegado espíritu samaritano García Carneiro enfrentó las consecuencias de la vaguada de Araira de 2005 dotando a los damnificados de medicina, alimentos, frazadas, camas, colchonetas y de todo lo que necesita un pueblo azotado por los designios de la naturaleza.
Una de sus tantas satisfacciones fue la Misión Negra Hipólita con la la que logró recuperar e insertar en sociedad a muchos niños, adolescentes y adultos que habían hecho de la calle su casa, su hogar.
Pero su obra no se detiene. Durante su gestión al frente de Minpades incorporó a más de 20 mil niños al Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela. De niños provenientes de los estratos sociales más humildes, de los cerros de Caracas y de los barrios más humiuldes del territorio nacional.
En pocas palabras. García Carneiro tiene una obra que presentar. Es humilde y sencillo, cae bien y es generoso. Será porque viene del barrio. Porque nació en el Valle de Caracas, porque es hijo de margariteños (Asunción) y su esposa también es de Laisla.
TINTERO
Duelale a quien le duela. García Carneiro forma parte de la Historia Contemporánea de Venezuela.
