Al Monseñor Torrealba y afines

Estamos en tiempos de definiciones, donde el que calle, o es cómplice o es un cobarde.

La jerarquía eclesiástica, no es la única responsable del desencanto existente en la mayoría del pueblo católico, nos sobrarían dedos si nos ponemos a contar los Sacerdotes que se han pronunciado contra el atropello de la Conferencia episcopal no tanto por convertirse en una cúpula de un partido político, como por tergiversar el verdadero mensaje de Cristo, según su conveniencia, hurgando como rapiñas, en la búsqueda en vano, de argumentos para manipular y mal poner al pueblo en contra de su Gobierno.

Sr. Obispo o Monseñor Torrealba, escuchándolo anoche, hablando con Mario Silva, me dejo un sabor a ambigüedad, de esos que intentan estar con Dios y con el diablo, cuando Usted señala que hay uno que otro Sacerdote en algunos pueblos, que practican el fanatismo en su apoyo al Proceso revolucionario y no ve la generalidad de los que usan hasta la celebración de una misa, para lanzar su veneno en contra del gobierno, deja mucho que desear en cuanto a su honestidad.

Aquí no se trata de creer en Dios, se trata de que ese Dios crea en nosotros, en nuestro proceder diario, en nuestro desprendimiento a las cosas materiales, a la hora de darle las mismas oportunidades a los que menos tienen.

Me atrevo a creer que no soy la única, quien su fe en Dios, la ejerce de manera directa, “Vía satélite” sin intermediarios terrenales, que dejo de ser practicante de una religión al no poder ver como representante de Dios en la tierra, a quienes anteponen sus intereses personales, bien sea económicos o de otra índole olvidando el verdadero mensaje del evangelio.

Tanto de los logros como de las fallas de este Gobierno, todos somos responsables. En esta revolución, cuando se habla de protagónica y participativa, no solo se aplica en el derecho que tenemos todos a tener una mejor calidad de vida, si no a ser coresponsables, de cualquier falla, error o desviación, donde es obligatorio nuestro diagnostico , denuncia y actuación inmediata para combatirlas.

Por supuesto, que lo lógico seria, que los “ predicadores del evangelio,” apoyen las políticas del gobierno revolucionario, con todo y las fallas que se tienen, por ser el único gobierno, en la historia del país, que se ha preocupado de los mas pobres, erradicando el analfabetismo, para sacarlos de la oscuridad donde los mantenían los gobiernos anteriores, con la finalidad de que fuesen presa fácil para manipularlos, donde la mayoría de la población esta estudiando, donde por primera vez en la vida, tienen el derecho a tener Salud de calidad y gratuita, donde cada día va disminuyendo la brecha entre excluidos e incluidos, solo en estos dos aspectos, cualquier ser pensante, puede tener una clara visión, de que estas no son cosas de dictadores o tiranos, como quieren hacer ver los jerarcas de la Iglesia.

La conferencia episcopal y toda esa maraña que los rodea, está desfasada, el pueblo hace tiempo que les paso por encima y los dejo a tras, esa casta rancia sigue en lo que Galeano llama “el mundo al revés”, con su actuación, solo han contribuido en la clarificación del pueblo Venezolano, que ya no creemos en falsos profetas, sin darnos cuenta, también en el aspecto religioso, la revolución nos abrió los ojos.


PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, seguiremos venciendo!!!

darellaosio@hotmail.com





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Darella Osio K.


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