Reflexiones para el análisis

Referéndum Reforma Constitucional

Los resultados electorales del 3 de Diciembre del 2007 obligan a los partidarios del Proyecto de la Revolución Bolivariana a revisar todo el panorama político, social y económico, con miras a clarificar las razones por las cuales se pierde unos comicios de tanta importancia, sin que los adversarios políticos hayan incrementado su votación. Hubo, pues, una pérdida de votos para la revolución en esta ocasión que, afortunadamente, no fueron a parar al bolsillo del antagonismo político.

Esas razones aún no justificadas se pudieran clasificar en varias diferentes categorías. Por ejemplo:

* Confusión en el electorado.
* Falta de instrumentos para medir previa y continuamente el resultado de los esfuerzos desplegados en una campaña electoral.
* Camaleonismo dentro de las filas revolucionarias.
* Incapacidad e indolencia en los organismos gubernamentales de los diferentes segmentos de gobierno.
* Un tercio de la población con un serio problema de salud pública: la disociación psicótica o infofrenia, sin que se haya hecho nada en serio para solventarla.
* Corrupción e impunidad.
* Agresión cruzada que se manifiesta perennemente, de parte y parte.
* Inseguridad ciudadana.
* Incremento continuo de los precios y escasez artificial de alimentos y otros insumos de primera necesidad.
* Cúpula eclesiástica y empresarios enfermos y en rebeldía.
* Organismos y empresas del estado inundados por la contrarrevolución y el camaleonismo.
* Necesidad de incrementar los niveles de consciencia de la población en forma sistemática y permanente.
* Información y comunicación deficiente que no permite expresar debidamente y para toda la población los éxitos y logros bien cuantificados y cualificados de la obra de gobierno. Desinformación sistematizada por parte del antagonismo.
* Libertinaje de los medios de comunicación sin que se logre ponerle coto a sus desmanes. Pueblo al borde de tomar la justicia en sus manos.
* Carencia de una oposición formal y constructiva.
* La cara anversa de la derrota: la inesperada ganancia dentro de la pérdida.



Esperamos de corazón que con este trabajo podamos modestamente contribuir en el análisis serio, profundo y valedero de las causas de la derrota electoral que nadie podía razonablemente esperar, y en la determinación más acertada del cauce que deberemos seguir en adelante, no sólo para asegurar el triunfo en próximos eventos electorales, sino también para poder positivamente enrumbar al país con paso firme hacia el socialismo que queremos y necesitamos implantar exitosamente en el país. Así mismo, necesitamos evaluar con propiedad los efectos positivos de la derrota y las ganancias políticas no buscadas que ella ha producido sin lugar a dudas.

Patria, Socialismo o Muerte, ¡¡Venceremos!!



* Confusión en el electorado.



Haber votado favorablemente en los procesos electorales anteriores y haberse abstenido en este proceso, quizás el más importante y relevante de todos, no puede atribuirse sino a la confusión, a la no-claridad de las circunstancias que se suponían imperar para votar positivamente, y del contenido mismo de las propuestas bolivarianas, especialmente en la forma de presentarlas. Más de 4 millones de venezolanos dejaron de votar a favor de un cambio que le iría a proporcionar enormes beneficios al país y a su gente, además de engrandecer más nuestro texto constitucional, convirtiéndolo, ya sin lugar a dudas, en el ejemplo a seguir en el planeta Tierra.

No vale la pena buscar culpables o chivos expiatorios dentro de nuestras filas, aunque seguramente los habrá. La verdadera lección a aprender consiste en sacarle provecho a la derrota para asegurar las victorias por venir.

Si asumimos que los cambios a proponer más adelante serían exactamente los mismos contenidos en la propuesta fallida, tendremos que buscar una manera más convincente y explícita de presentarlos a la discusión y al conocimiento público de TODOS los venezolanos. El estado dispone de medios de comunicación social y de los recursos técnicos y económicos para promover y efectuar presentaciones magistrales, con más carácter pedagógico que político, de manera que pueda ser también atractiva para los que nos adversan.

Sí, por ejemplo, hubiésemos producido audiovisuales para la televisión y publicaciones de primera clase, presentado el contenido anterior, el propuesto y las razones y los beneficios que lo sustentan, bien detallados, que no deje la menor duda, entonces otro gallo habría cantado.

La falta de una presentación más adecuada, debidamente clasificada por bloques de intereses de los ciudadanos sin tener que seguirse simplemente por el orden numérico, tales como personas naturales con sus subclasificaciones, personas jurídicas, ordenamiento territorial, organización comunal, etc., sumada a la desinformación patrocinada por el antagonismo político nacional e internacional, y otras cosas que mencionaremos más adelante, en otros apartes, contribuyeron, aunque sea subliminalmente, a causar desánimo y ciertos niveles de desconfianza entre nuestros copartidarios, y más aún entre los hipnotizados que están en contra del proceso aunque no sepan por qué.

No hay que desconocer, sin embargo, que la mayor confusión en nuestro electorado fue haberle dado prioridad a su descontento o a sus temores infundados y exacerbados por el antagonismo, en lugar de favorecer la oportunidad de votar por el cambio más profundo y más conveniente para el país y para cada ciudadano del hoy y del mañana. Grave confusión; pero es precisamente un problema de niveles de conciencia.

No se puede obviar entonces correr una encuesta bien diseñada para determinar con claridad cómo y por qué se produjo la confusión.

* Falta de instrumentos para medir previa y continuamente el resultado de los esfuerzos desplegados en una campaña electoral.



Pareciera ser que simplemente nos conformamos con contabilizar el número de las reuniones para la discusión y el número de personas asistentes cada vez, con su respectiva lista de asistencia. Creo que nos faltó medir comprobadamente cuántos de los asistentes realmente habían quedado bien convencidos de las bondades de la reforma y si se habían disipado los temores infundidos por el antagonismo.

Es necesario pues diseñar los mecanismos de medición idóneos para poder efectivamente pulsar el resultado de las discusiones. Es necesario diseñar las vacunas contra el miedo y la duda. Este es un trabajo para especialistas bien experimentados en el campo de la consulta social. Comencemos a convocarlos.

* Camaleonismo dentro de las filas revolucionarias.



Hay muchos aparentemente afectos al proceso revolucionario que en verdad no lo son. Sólo andan buscando beneficios personales disfrazados de boinas rojas, la mayoría de ellos. Otros son quintas columnas en misiones de destrucción a como dé lugar. Otros si aprecian el proceso pero están en capacidad mental y anímica de realizar esfuerzos que son necesarios para motorizar un movimiento, un grupo de personas; no son verdaderos bolivarianos, no aman entrañablemente a su patria.

La depuración se puede producir por decantamiento o por purga. Analicemos qué es lo que más nos conviene.

* Incapacidad e indolencia en los organismos gubernamentales de los diferentes segmentos de gobierno.



Este si que es un punto de capital importancia: muchísimos funcionarios del gobierno nacional, del estatal, del municipal, de todos los segmentos, todavía no saben que el pueblo a quien atienden desdeñosamente, con prepotencia, con ineficacia, con altanería, con mediocridad, es EL JEFE, el verdadero jefe. Es el pueblo quien les da el trabajo que tienen, quien les paga para que le sirvan con respeto y eficacia.

Funcionarios como éstos serían más productivos cobrando el sueldo y quedándose en su casa, permitiendo así que funcionen los aparatos gubernamentales.

La lucha por desburocratizar los gobiernos tendrá que ser dura y tenaz, así como larga y laberíntica. Tendrá que ser el producto de una decisión irreversible de los gobernantes reforzada por leyes idóneas, y una persecución implacable por parte del pueblo venezolano por medio de la contraloría social y la denuncia sistemática. El sistema educativo, a todos los niveles, tendrá que transformarse en escuela anticorrupción.

* Un tercio de la población con un serio problema de salud pública: la disociación psicótica o infofrenia, sin que se haya hecho nada en serio para solventarla.



Es terrible el daño que la campaña sistemática que los medios de comunicación social, que en verdad no pueden llamarse tal cosa, bajo la batuta y el financiamiento del Departamento de Estado y de la Agencia Central de Inteligencia, ha causado en las clases medias y altas antagónicas del proceso bolivariano. Han logrado hipnotizar a una considerable cantidad de venezolanos que piensan que actúan de esa manera por iniciativa propia, no dándose cuenta que funcionan como simples zombies programados para actuar como verdaderos fascistas.

En la ciencia Dianética se habla de órdenes de comportamiento que se siembran a nivel celular cuando el individuo pierde la conciencia ordinaria, denominadas “engramas”. Eso sucede, por ejemplo, cuando alguien escucha a Globovisión y se queda dormido. La mente que rige estos oscuros laberintos del ser humano se la denomina mente reactiva, la cual se dispara a cumplir las órdenes con los catalizadores adecuados. Por eso el odio sin límites. Por eso tenemos un gran problema de salud pública que requiere inexorablemente de terapias personales para su sanación.

Señores, tenemos tremendo problema por resolver; mejor es que nos empeñemos cuanto antes, no vaya a ser que se haga imposible controlarlo. Lo consideramos realmente grave Y pudiera ser el catalizador que nos conduzca a una guerra civil. Es necesario convocar un grupo de especialistas en comportamiento humano, provenientes de las diferentes escuelas y corrientes que al respecto existen en Venezuela y el mundo amigo que estaría en disposición de darnos una mano. Esto es verdaderamente grave. Para luego es tarde.

* Corrupción e impunidad.



No hay mucho que decir sobre estos dos grandes males. Parece necesario, además de la educación moral en todos los medios de educación y de difusión, crear una especie de brigada anticorrupción adscrita directamente a la Presidencia de la República, técnicamente hiperdotada y bien empoderada para actuar sin contemplaciones para cortarle las siete cabezas a estas ponzoñosas serpientes. No podemos esperar a que el mal se elimine poco a poco a medida que nos educamos; hay que actuar ya, implacable y decididamente.

* Agresión cruzada que se manifiesta perennemente, de parte y parte.



Sabemos bien que es necesario mantener al pueblo despierto y consciente de los peligros que nos asechan y de la clase de enemigo a la que nos estamos enfrentando; de otra manera nos llevaría la corriente como al camarón que se duerme. Para ello es necesario la arenga continua.

Lo que cabe examinar es si es posible lograrlo sin llevar las cosas a los grados de agresión a que hemos llegando. Creo que es imperante analizarlo debidamente, por el gobierno, por el pueblo que lo apoya, por especialistas de la materia, por los amigos cubanos y sandinistas que ya son expertos prácticos de esas luchas.

La exacerbación, si es que la hay, no permite diálogos necesarios para que haya una oposición sensata y un gobierno receptor. Pensamos que el gobierno debe marcar la pauta y bajar la tónica de tensión permanente. Hay que estudiarlo bien.

* Inseguridad ciudadana.



Aquí tampoco es necesario hablar mucho. Simplemente hay que solucionar el tema, con Policía Nacional o sin Policía Nacional.

* Incremento continuo de los precios y escasez artificial de alimentos y otros insumos de primera necesidad.



Me apena el decirlo, pero siento que el gobierno se ha convertido en el hazmerreír de los industriales y los comerciantes. Es una especulación galopante e impune. No hay quien le ponga el cascabel al gato. Parece que necesitamos el P.V.P. de nuevo. Creo que es urgente.

Hay que pensar en una manera de pechar la ganancia exacerbada, que en Venezuela no guarda ninguna relación con el mundo de los negocios en países más desarrollados y hasta en otros amigos de Latinoamérica.

Estos abusos duelen en el bolsillo y en el alma y orgullo de los consumidores, sobre todo los que somos adeptos a la revolución bolivariana que vemos con impotencia como nos esquilman esos comerciantes inescrupulosos y conspiradores. Es vergonzoso como incrementan los precios día a día. Lo de los carros nuevos es inaguantable. ¡¡Basta ya!! Hay que hacer algo urgentemente.

* Cúpula eclesiástica y empresarios enfermos y en rebeldía.



El rol que está jugando la jerarquía de la iglesia católica es simplemente el de Anticristo: hacen y practican todo lo contrario de lo que Jesús El Cristo vino a enseñarnos. Es imprescindible ponerle coto a este tema: Hay que poner al Vaticano en tres y dos y, si es necesario, revisar el documento de acuerdo de relaciones con la iglesia católica, eliminarles el subsidio a la jerarquía y darle asistencia solamente a los curas de parroquias a través de los consejos comunales, o cualquiera cosa que podamos ingeniar para terminar con el chantaje de esos personajes malignos.

Lo de Fedecámaras es algo que podía esperarse: al fin y al cabo ellos representan a los Amos del Valle, esa rancia oligarquía que ha estado chupando al país desde los tiempos de la colonia y que consideran esa actitud como un derecho que Dios les ha otorgado. Son los capitanes de la explotación de los trabajadores y del vampirismo a los consumidores. Tienen mucha sangre en sus manos, incluyendo, según parece, la del mismo Libertador. Con ellos hay que ser implacables. Hay que castigarles la ganancia escandalosa, lo cual pareciera ser un tema para una reforma impositiva y un Seniat más certero.

* Organismos y empresas del estado inundados por la contrarrevolución y el camaleonismo.



PDVSA, la CVG y sus empresas, instituciones como Mercal y muchas otras están plagadas de contrarrevolucionarios, de camaleones que se disfrazan de chavistas para llenarse el bolsillo o para sabotear nuestro proceso. La mediocridad reina en esos ámbitos. El compadrazgo, la componenda, el matraqueo, la dejadez y la desidia son el orden del día. A pesar de los esfuerzos y los buenos deseos del líder no se logra erradicar el mal. ¿Qué hacer? Limpieza, limpieza y más limpieza!!!!

* Necesidad de incrementar los niveles de consciencia de la población en forma sistemática y permanente.



Para un avance perdurable y consistente se requiere elevar el nivel de consciencia de los ciudadanos en todos los niveles sociales. Sin una consciencia adecuada no vamos pa´l baile. Obtenerla requiere método, sistema, constancia y recurrencia; no nace espontáneamente, hay que formentarla, hay que dotar de herramientas a las personas. Hay que despertarles el ser sublime que todos inexorablemente llevamos adentro y que muchas veces ni llegamos a conocerlo. Ese ser interior es lo que hace que seamos imagen y semejanza de Dios. Pero hay que aprender a conectarlo, estimularlo, alentarlo y traerlo a la realidad cotidiana de cada quien. Ése si es un derecho divino. Para cambiar la Tierra, la Humanidad, hay que cambiar primero lo que somos ahora para convertirnos en guerreros de la Luz. ¿Lo podremos hacer? ¿Lo vamos a intentar?

* Información y comunicación deficiente que no permite expresar debidamente y para toda la población los éxitos y logros bien cuantificados y cualificados de la obra de gobierno. Desinformación sistematizada por parte del antagonismo.



Obras son amores. Pero hay que mostrarlas cabalmente, con humildad pero con la satisfacción del deber cumplido. El país tiene derecho a saberlo. Y no sólo cuánto se invirtió en esto o en aquello sino también los beneficios que acarrea, expresados en términos de utilidad directa para los conciudadanos. Por ejemplo, una nueva carretera, a cuántas personas beneficia, cuántos vehículos la van a transitar diariamente, qué beneficio económico trae para la colectividad, cuánto tiempo debe durar en buen estado, a quién se le reportan los daños que observemos o el uso indebido de ella, etc.

Hay que informar sobre estas cosas masivamente, por todos los medios de comunicación afectos o no afectos, los noticieros en los cines, y cualquier medio efectivo de difusión e información. Es un derecho del pueblo y es un deber del gobierno.

* Libertinaje de los medios de comunicación sin que se logre ponerle coto a sus desmanes. Pueblo al borde de tomar la justicia en sus manos.



La verdad es que el pueblo está hasta la coronilla con la permanente mentira y manipulación perversa de los medios de desinformación que parecen no tener quien los ponga en su sitio. Cualquier día van a incendiar a Globovisión. Están rebasando la medida. Si el gobierno no actúa el pueblo lo va a hacer y eso habría que evitarlo, que prevenirlo. Señor gobierno, actúe usted. Si se requiere un referendo revocatorio para quitarles la concesión, pues a convocarlo.

* Carencia de una oposición formal y constructiva.



En Venezuela no existe una oposición; existe sólo el antagonismo. Una oposición es constructiva, el antagonismo es destructivo inclusive de sí mismo, es como una célula cancerosa que al final se destruye a sí misma.

Para que pueda existir oposición primero hay que desintoxicar a los antagonistas, hay que sanarlos. Por eso arriba se menciona el tema de su enfermedad, de su patología que requiere terapia personal para sanar. ¿Nos atreveremos a hacerlo?

* La cara anversa de la derrota: la inesperada ganancia dentro de la pérdida.

Napoleón Hill decía que “todo mal lleva dentro de sí la semilla de un bien igual o mayor”. La derrota del domingo 2 de diciembre de 2007 se transformó en un bien mayor.

No pudimos obtener lo que queríamos con el referendo, pero a cambio obtuvimos algo que andábamos buscando pero que no sabíamos cómo obtenerlo: reconocimiento. Reconocimiento de la calidad democrática del Presidente y del gobierno, reconocimiento de la pristinidad del trabajo del CNE, reconocimiento de la importancia y valía de la Constitución de 1999, reconocimiento de la madurez política del venezolano. Se le tapó la boca a mucho hablador de pistoladas, nacionales e internacionales, gobiernos y ciudadanos, curas y políticos, tirrios y troyanos.

Ganamos también claridad en el verdadero desempeño de los cuadros de la revolución, del exceso de confianza y la autosuficiencia, de los errores en la medición anticipada de los resultados esperables. Hemos perdido sólo una pequeña batalla, pero hemos dado pasos, involuntarios tal vez, para poder ganar la guerra. La victoria llega con la perseverancia. La perseverancia llega con la constancia. La constancia llega con el amor. El Amor es nuestra fuente motora y la inspiración de nuestras convicciones. ¡Hasta la victoria siempre!! ¡¡¡Venceremos!!!

antamori@gmail.com



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