Parece que ni siquiera la derrota del 2 de diciembre nos enseñó la lección. Me he topado con esta consigna en innumerables artículos y mensajes de lectores. Seguimos empeñados en reforzar la idea, contrarrevolucionaria, de que el proceso revolucionario gira en torno a un solo hombre, nuestro comandante Chávez. El propio camarada Chávez decía ayer desde Argentina que esperaba que el pueblo entendiera, entre otras cosas, a partir del revés del 2 de diciembre que no todo puede ser Chávez, que hacemos falta todos y al cien por ciento. Quienes utilizan esta consigna siguen propiciando el vacío ideológico de la revolución, siguen fortaleciendo la adulación al Presidente, desviación de aquellos que le dicen comandante y luego no siguen sus líneas, como los gobernadores y alcaldes que con el barril tocando los 90 dólares son incapaces de mantener siquiera las calles limpias o tapar los huecos, asimismo estos consignistas por reflejo van contra la línea del comandante y la consigna que determina el programa de la revolución: Patria, Socialismo o Muerte.
¿Cuándo entenderemos que no basta se chavistas, que ser chavista no es necesariamente se revolucionario? Se puede ser chavista sentado en el sofá viendo la hojilla, y sin hacer un carajo por contribuir al proceso de transformaciones que vive el país. El comandante Chávez ha advertido muchas veces sobre el peligro del consignismo autómata, generalmente en eventos de los compañeros del Frente Francisco de Miranda, pero es una crítica que sabemos no se remite a esa organización, también la reiteró en Miranda, cuando luego de la derrota del 2 de diciembre la gente gritaba Uh Ah Chávez no se va, y el comandante les recordó que una cosa son las consignas y otra las acciones revolucionarias y la realidad objetiva. A nuestro proceso le está haciendo mucho daño la utilización de Chávez como muleta para no hacer nada, y para desdeñar del estudio de las ideas revolucionarias. El camarada Chávez sabe que él no nos durará toda la vida, pero nosotros nos empeñamos en decir mecánicamente que no se va, y ni siquiera fuimos capaces de usar media hora para ir a votar, así no sólo se va a ir Chávez, sino todos los avances que se han conquistado con esta revolución.
Entiendo que los compañeros que han acuñado la frase lo han sin la intención de hacer daño al proceso, pero lastimosamente así lo han hecho, es mi humilde reflexión, rectifiquemos. Pónganse la mano en el corazón y pregúntense que les diría Chávez si les escuchara gritar esa consigna, estoy seguro de que se molestaría y les llamaría la atención de inmediato, porque es un revolucionario consciente de que los procesos históricos no pueden depender de individualidades y que todo aquel que pretenda promover tal concepción le está haciendo un gran daño a la causa del pueblo. Espero que se entienda que acá lo importante no es la consigna, sino la conciencia o falta de ella detrás de la misma, ya nos dieron un primer golpe por nuestras nada desdeñables inconsistencias político-ideológicas, creo que si no sacamos de tan importante revés por lo menos una lección, estamos enterrando las posibilidades de construir una sociedad de iguales. Trascendamos las frases voluntaristas y huecas, vayamos al análisis en profundo, al estudio revolucionario, y mucho más importante, a la acción revolucionaria colectiva, todos unidos en la praxis revolucionaria, guiados por los más altos ideales surgidos de la lucha de los pueblos del mundo, por la patria y por el socialismo, junto a nuestro pueblo y al comandante Chávez.
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