De sus sombras, sólo hay sombras

“Cuando la humana vida a nuestros ojos
Oprimida yacía con infamia
en la tierra por grave fanatismo”

Lucrecio, Libro primero.


La ceguera desdibuja la realidad. Envuelta en sombras crece la infamia. Crece una humanidad oprimida, por lo que no percibe, capaz de las mayores injusticias. Esa ceguera a la cual me refiero es la política. Esas sombras son la negación a aceptar una evidente realidad que se construye y concreta.

Sectores de la sociedad , vinculados en el pasado con los gobiernos puntofijistas, se visten de morboso fanatismo y se ciegan.

A veces, avergüenza que algunos (as) venezolan@s no tengan una visión objetiva de la realidad, de su entorno, de su país, de lo que acontece. No se trata de aspirar a que los y las opositoras hagan una apología de triunfos y loas a las políticas o programas que realiza el proyecto revolucionario de país, que lidera el Comandante Chávez al lado del pueblo venezolano. No se trata de creer que habrá aplausos porque contrarrevolución es y será siempre eso.

No obstante es tan fácil entender los adelantos visibles y tangibles de esta revolución de apenas casi nueve años. De ello quisiera hablar, no obstante prefiero enfatizar en la visión retrospectiva de la historia de la democracia representativa.

Cuando se tiene conciencia de clase, de país, de historia, una es capaz de sacar con pinzas algunas políticas, que no fueron totalmente negativas de la dictadura representativa; salvando naturalmente la condición de sistema al cual , de hecho y principios , no avalamos.

Por ejemplo:

1. - Durante los gobiernos adecopeyanos ( Betancourt, Leoni, Caldera, Carlos Andrés, Lusinchi ) aunque deficiente hubo un intento de educación intercultural bilingüe (decreto 283).
2. Se creó una cátedra para formar docentes indígenas desde las aulas de la UPEL.
3. Hubo una ley para controlar la publicidad del cigarrillo, la cual le costó al entonces presidente un veto por parte de las televisoras privadas.
4. También sabemos de una nacionalización del hierro y del petróleo que fue calificada de chucuta.
5. La construcción del Metro en Caracas, del cual nos informan hubo un proyecto que contemplaba cuatro andenes en lugar de dos y se optó por el último cuyas consecuencias vivimos en la actualidad diariamente.
6. Autopistas que se proyectaron e iniciaron -algunas inconclusas- otras se terminaron pero con el tiempo han necesitado de significativas reparaciones.
7. La masificación de la educación, aun a costa de sacrificar la calidad de la enseñanza.

He hablado con much@s profesionales, buscando respuestas sobre los aciertos de los años de la democracia puntofijista y al abordar el tema casi todos responden : “déjame pensarlo… mañana te digo…lo voy a investigar… mejor hablamos otro día”.

Puedo concluir que en la memoria colectiva quedó sembrado el desacierto, que es poco lo que se recuerda como políticas positivas ; pese a que al abordar a mis interlocutores les adelanto la materia: salud, educación, seguridad social, seguridad ciudadana, seguridad alimentaria, participación política, información, respeto a la discrepancia, leyes que protejan al trabajador o trabajadora, economía, política exterior.

Nada. Nada que me conduzca a realizar sanamente una relación paradigmática entre los casi cincuenta años de los turnos verdes- blancos y los casi nueve años de revolución.

Sin embargo hemos rescatado los siete aciertos elencados. Siete aciertos, reitero en casi cincuenta años. No nos hemos cegado al reconocerlos, aunque estadísticamente no son relevantes ante cincuenta años de historia. Numéricamente escasos, aritméticamente no proporcionales.

¿Por qué la derecha puntofijista se ciega entonces ante la evidencia de logros y aciertos de este nuevo proyecto de país? ¿Será que de sus sombras sólo hay sombras?

Yury Weky, autora de La Revolución es un camino sin tregua (2003)

Por los Caminos (2005)

Caminos de Revolución (2007)

Co-autora de: El socialismo en el siglo XXI


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