Se hace imprescindible realizar un ejercicio de crítica y autocrítica, el cual pareciera en estos tiempos no formar parte de la formación permanente y conducta de los revolucionarios, mucho menos con una orientación constructiva para que tenga verdadero sentido hacia el avance y consolidación de los procesos históricos, políticos, sociales y culturales de elaboración colectiva.
Así nos atrevemos a presentar estos ¿aportes? o reflexiones en relación al segundo motor de la Revolución Bolivariana (Reforma Constitucional) propuesto por su máximo líder y Comandante en jefe Hugo Chávez Frías, el cual se sometió a mayor aceleración a partir del pasado 15 de agosto con la propuesta de los primeros 33 artículos sometidos a consideración del pueblo venezolano y de la Asamblea Nacional y que culmina una primera etapa el pasado 02 de diciembre convertidos en 69 artículos a Referendo y los resultados electorales obtenidos.
Para la construcción de estas reflexiones, señalaremos algunas aproximaciones que consideramos relevantes sobre posibles nudos encontrados, sus causas o raíces y las posibles salidas:
Nudos:
Conciencia Revolucionaria y formación ideológica
Eficacia Gubernamental y burocratismo
Organización político electoral y Partido Socialista Unido
Participación protagónica y oportunismo político
Cambios radicales e inercia
Moral revolucionaria, Dignidad, Propiedad privada y corrupción
Enemigos exógenos y enemigos endógenos
Causas o Raíces:
La llamada cultura adeca enraizada en los genes de muchos venezolanos, junto a la adversión creada contra el socialismo-comunismo y la escasa formación revolucionaria, promueven una debilidad ideológica en grandes sectores del país y una confusa identidad de clase.
Es evidente la persistencia de burócratas y de reyezuelos en algunas regiones, municipios, institutos del estado y ministerios; quienes obstaculizan los servicios, la ejecución de obras y las respuestas requeridas por las mayorías despueblo venezolano. Las mayores trabas persisten a nivel de cuadros medios operativos de las instituciones gubernamentales y, con frecuencia, ineficiencia de los altos niveles.
Falta de estructura política electoral producto de vivir el desmantelamiento de las organizaciones preexistentes.
Los egoísmos políticos y actitudes cuartarrepúblicanas que obstaculizan el surgimiento de nuevos liderazgos.
La necesidad de provocar el momento de profundización de la revolución conlleva al deslinde de posiciones ideológicas. La propuesta de cambio es profunda y radical, lo cual hace que toque muchos intereses.
La moral revolucionaria, necesariamente colide con el concepto de propiedad privada. Desde nuestro humilde punto de vista, la propiedad privada material que se “defiende” exógena y endógenamente, suele ser etérea; pudiera ocurrir cualquier evento social o natural y hacer desaparecer su existencia, la única propiedad que podemos mantener de por vida es la Dignidad salvo aquellos que la venden o la hipotecan. Esta filosofía de vida está muy lejos de ser predominante en el campo de la militancia revolucionaria actual.
Los viejos vicios político-partidistas hacen que, en una situación de cambios radicales, se conformen clanes, tendencias, grupos y hasta mafias que en ocasiones se convierten en más peligrosos al proceso revolucionario que los sectores externos plenamente identificados.
Posibles Salidas:
Diseñar un plan de formación de cuadros que sea exigente pero agradable, que no se convierta en la “digestión de ladrillos” teóricos, que combine la práctica con la teoría y no al revés (Acción – reflexión – acción). En paralelo y sin tapujos, que el sistema educativo bolivariano se consolide como el aparato ideológico para impregnar al nuevo ciudadano de los valores revolucionarios de la nueva sociedad de Justicia Social y de mayor suma de Felicidad.
Acciones ejemplarizantes de quienes lideran las instituciones e instancias de gobierno en sus distintos niveles y Acciones ejemplarizantes para los líderes que no sean modelos a seguir.
Consolidación definitiva del Partido Socialista Unido de Venezuela, con una estructura orgánica que no permita o minimice la creación de mafias, clanes o tendencias, ruptura definitiva con aquellas organizaciones que dicen apoyar éste proceso pero no terminan de disolver sus organizaciones.
Los más viejos o experimentados líderes requerimos asumir un papel más de acompañamiento y formación de nuevos cuadros desprendiéndonos de egoísmos y mezquindades políticas, extrayendo lo mejor de nuestra experiencia para la concreción de nuevos liderazgos. Esto no debe significar “enchinchorrarse”, por el contrario, mayor participación y compromiso y menos pantallerismo.
Aspiramos poder dar nuestros humildes aportes a este proceso revolucionario de construcción colectiva, sin el menor ánimo de creernos dueños de la verdad o de estar más allá del bien o del mal. Somos uno más del colectivo, un soldado más…
Hasta la Victoria Siempre!!
Patria, Socialismo o Muerte… Venceremos!!
Pedrodriguez77@yahoo.com