Quienes hicimos el esfuerzo porque fuera aprobada la Reforma Constitucional el pasado 2 de diciembre, somos de la opinión que con el triunfo del NO se la ha propinado una derrota estratégica al pueblo venezolano, principalmente, a los sectores mas humildes de la población y a quienes sólo viven de su trabajo.
No vamos a explicar lo progresivo del contenido integral de la Reforma ni a dar detalles de los artículos que ahora, cínicamente, la oposición le “pide” al Presidente Chávez que aplique mediante decreto ley. Menos aún, criticar la posición política o actitud que asumió cada compatriota en este pasado acto refrendario. Cada quien sabe por qué votó o no votó.
Aquí en el 23 de Enero ganó el SÍ, pero queremos dirigirnos a todos: a los del NO y a los que no votaron; también a los jóvenes de 16 y 17 años, a quienes con esta derrota se les cercenó, por ahora, el derecho de decidir políticamente en esta democracia cada vez más constituyente y refrendaria.
Perdimos, pero no hay desmoralización en el Pueblo Bolivariano. Ganaron, pero no han podido hacer sentir su victoria. Pareciera que esa dualidad de ánimo, entre los que votaron por opciones distintas, es el mejor escenario para la llamada “RECONCILIACIÓN”. Pues NO y esta es la trampa que queremos desmontar en este escrito.
Llamamos desde ya a desconfiar de esa conseja… cómo si aquí no hubiera pasado nada. Al pueblo llano que votó por el NO, por el SÍ o se abstuvo, tenemos que decirle:
- Detrás del NO están banqueros, empresarios, latifundistas, militares, obispos y operadores políticos nacionales y extranjeros, todos unidos, incluso “chavistas”, en una conspiración internacional contra Venezuela, donde la piedra de tranca es el Presidente Chávez.
- Aquí no ganó el NO del pueblo necesitado y el que vive de su trabajo, sino el NO de los empresarios de la industria alimenticia, de la banca privada, de los medios privados de comunicación: prensa, radio y televisión, de los dueños de la educación privada ligados a la cúpula de la iglesia: todos confabulados en una operación morrocoy dirigida a producir grandes colas por la vía del desabastecimiento, la especulación y el acaparamiento de productos de la dieta diaria, colas en los bancos, retardo en el metro, manifestaciones de los estudiantes mejor alimentados y vestidos del país y toda una campaña mediática montada sobre los efectos de esta nueva y sutil conspiración.
- Ganó el NO de la vieja conspiración golpista, que una vez derrotada en el 2003 y convencida de que las políticas económicas, asumidas por el gobierno ese año, tendrían su efecto en la estabilidad del país: decide meterse, pacientemente, a conspirar dentro de la Administración Pública y en nuestras empresas básicas con el fin de usufructuar el Presupuesto Nacional y, al mismo tiempo, corromper y cooptar hombres y mujeres del proceso y del gobierno, dentro de un plan a largo plazo que éste 2 de diciembre reveló sus frutos.
- Ganó el NO planificado e impulsado por los dueños del gran capital internacional y sus socios nacionales, quienes compran conciencias y siguen acumulando capital a costa de las riquezas de nuestro país. Y no cesarán, lo quieren todo. Valga decir y advertir: tendrán suficientes alacranes, pero aún les falta Pueblo Bolivariano para joder a Chávez y este Proceso Revolucionario.
- Detrás de ese NO están los que llaman a una “Reconciliación” envenenada para terminar de fortalecer las bisagras que hay entre ellos y la derecha endógena del proceso.
¿Acaso frente a la inteligencia de tamaños enemigos, la intuición no indica que debemos desconfiar de la fulana RECONCILIACIÓN y de aquellos que dentro de nuestras filas la promueven?
Porque, siendo bien claros, no pretendemos ganarnos con los argumentos de este escrito al pueblo pobre que se abstuvo o votó por el NO, menos aún, a esa clase media que ha sido la más beneficiada con este proceso: esos hacen cola para comprar carros nuevos y dólares preferenciales en CADIVI para viajar. Sabemos muy bien que a ustedes, que son nuestros hermanos de clase, los desempleados, los pocos que tienen becas y los que vivimos de nuestro trabajo no tienen que reconciliarse con nadie, porque sencillamente somos los mismos, los que nos beneficiamos de MERCAL, Barrio Adentro, de las Misiones… y los necesitamos.
Por ahora sólo queremos que reflexionen, al igual que nosotros, en medio de esta derrota de quienes no tenemos ni riquezas ni privilegios. Nuestro compromiso continuará siendo de hierro, sabemos que hubo y hay errores de gobernabilidad que son parte de las distorsiones a corregir, pero algo nos dice que aprenderemos la lección y la exigencia de los últimos minutos de este 2 de diciembre: LIMPIEZA Y MÁS REVOLUCIÓN.
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE
¡VENCEREMOS!