INTRODUCCIÓN
Es indudable que las elecciones para la aprobación de la Reforma Constitucional en Venezuela, se convirtió en una derrota táctica de la Revolución Bolivariano y de su máximo conductor Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, al perder 3 millones de votos, para una votación del SÍ de 4 millones 100, cuando en las últimas elecciones obtuvo 7 millones 100 sufragios, y ahora se produjo una victoria para la candidatura del NO con 4 millones 500 votos.
Lo que está en juego en la supervivencia de dos modelos de producción Socialismo y Capitalismo, el Socialismo está representado por la soberanía, independencia, liberación nacional y solidaridad, identificado por la Revolución Bolivariana (campesinos, obreros, desempleados, buhoneros, militares patriotas, curas revolucionarios y el lumpen proletariado), mientras que el Capitalismo, juega a favor del libre mercado, la mercancía, el dinero, laexplotación (imperialismo norteamericano, Grupo de los 8, FMI, BM, BID, OEA, ONU, TIAR, OMC, transnacionales, ricos, oligarquías financiera, petrolera, latifundistas, bancaria, comercial, militares reaccionarios, estudiantes traidores y pitiyankis).
El evento histórico del 2 de Diciembre de 2007 en Venezuela, significó la pelea entre LA EMANCIPACIÓN (pueblos libres, solidaridad y colectivización) y LA DOMINACIÓN (explotación de los pueblos y del hombre por el hombre), por lo cual no es un problema entre los partidos de derecha y los de izquierda, que apoyan el proceso de cambio y transformaciones en el país, es algo mas grave está en juego nuestra soberanía, independencia y libre autodeterminación como pueblo del denominado Tercer Mundo, lo cual representa un choque de trenes entre el Capitalismo y el Socialismo.
En la práctica Socialista del siglo XXI, están presenten ocho factores: el dogmatismo, el caudillismo, el autoritarismo, no escuchar críticas constructivas, no ser autocrítico, el oportunismo, la corrupción y la burocracia, y otros muchos más factores negativos.
Por eso ese problema, que es común en todos los gobiernos y sociedades capitalistas o socialistas, por ello ante este problema no escapan, las democracias participativas de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Argentina.
Esta victoria pírrica es de la oposición y del chavismo sin Chávez, que unido a la contrarrevolución y al imperio norteamericano, mandó a votar por el NO.
Sigue en juego el Socialismo o Capitalismo, pero eso que pregona la oposición de “reconciliación, concordia, en este país cabemos todos, ganó Venezuela”, son consignas demagógicas, porque en ninguna parte del mundo la derecha ha compartido el poder con el Socialismo, estas consignas huelen al fascismo más puro de Adolfo Hiler (Alemania) Benito Mussolini (Italia) y George Bush, hijo (Estados Unidos).
En los actuales momentos, consideramos que la Reforma Constitucional, a pesar de no haber sido aprobada, tiene plena vigencia dentro del campo antiimperialista, y su rápido transitar por un camino duro y difícil que es la construcción del Socialismo, que recibió una aprobación de casi 50 por ciento de votos por el SÍ, lo cual nadie puede negar esa importante opción democrática que quiere vivir en el Socialismo del siglo XXI.
El proceso revolucionario bolivariano debe continuar luchando para superar el modo injusto del modelo de producción del Capitalismo, para lograr la liberación nacional para consolidar la independencia y soberanía de pueblo libre.
El enemigo peligroso no está afuera, sino enquistado dentro del proceso bolivariano, identificado con el chavismo sin Chávez, que ahora se envalentona por la no aplicación de la Reforma, y de la posición blandengue de una mayoría (con contadas excepciones) de ministros, gobernadores, alcaldes, concejales, diputados a la Asamblea Nacional, Parlamento Andino, Parlamento Latinoamericano y de los Consejos Legislativos Regionales y partidos que apoyan al proceso, que no atienden a las quejas y reclamos del poder popular, mienten descaradamente en sus ejecutorias, no suben cerros, ni contactan a las masas, solo están pendientes de las comisiones por las compras y los contratos, viajes de placer alrededor del mundo, no hacen trabajo comunitario, aumento excesivo de la burocracia y la corrupción, y no son fieles a los postulados éticos y morales de la Revolución Bolivariana.