La guerra popular prolongada reviste vigencia en su aplicación en las condiciones histórico concretas de nuestro país por que es integral y es aplicada por nuestro partido, por que:
Es necesaria una nueva revolución en nuestro país y ésta se puede realizar y triunfar si nuestro pueblo tiene la VOLUNTAD DE VENCER, aún cuando en estos momentos el enemigo tenga una superioridad en recursos humanos, técnicos y económicos.
Para garantizar el triunfo de la revolución socialista que hoy se gesta en nuestras tierras es necesario consolidar los pilares de la revolución; consolidar el partido revolucionario que ha de conducir a nuestro pueblo a la toma del poder; consolidar el ejército del pueblo; y la construcción y consolidación de un ejército político de masas que organice, estructure, movilice y conduzca la voluntad política de combatir de nuestro pueblo.
Un pueblo con la voluntad de luchar y organizado revolucionariamente puede derrotar a sus explotadores aún cuando al inicio de la lucha éstos tengan una superioridad en todos los aspectos, pero que mientras ese pueblo cuente con un partido revolucionario y éste con una estrategia y una táctica correctas la victoria está asegurada.
En esta lucha revolucionaria que estamos desarrollando lo fundamental es el recurso humano, las armas sólo son un medio, cualquier cosa se puede convertir en un arma si se pone al servicio de los intereses del pueblo y del militante con consciencia socialista.
La estrategia que está desarrollando nuestro partido y ejército es una estrategia de GUERRA POPULAR PROLONGADA la cual nos permite preservar y desarrollar nuestras fuerzas para poder aniquilar en el futuro las fuerzas enemigas.
Uno de los principios de la guerra popular es la CONCEPCION DE LA GUERRA DEL PUEBLO la cual contempla entre otros aspectos que cada habitante es un combatiente y cada organización del partido un estado Mayor; nuestras fuerzas son la fuerza política y las fuerzas militares; su carácter prolongado está condicionado por las condiciones nacionales e internacionales de la presente etapa de la lucha de clases que vivimos; nuestro desarrollo debe ser en función de nuestros propios esfuerzos; y todo el partido debe dominar la teoría de la guerra revolucionaria para que pueda enseñar a usar las armas a nuestro pueblo.
Para lograr todo esto se necesita estar estrechamente ligado a las masas, ser pueblo y estar con el pueblo por que sin organizar y dirigir la voluntad de combatir de ellas no puede existir un partido y ejército revolucionarios.
El principio de la clandestinidad de nuestras fuerzas es una necesidad para eludir la garra represiva del Estado y poder seguir estando en el seno de las masas populares, la clandestinidad no es sinónimo de anonimato sino una medida política que permite preservar y desarrollar nuestras fuerzas.
La guerra popular prolongada no se contrapone con la insurrección parcial y general, sino que es una necesidad prepararlas y dirigirlas por el partido.
Concluimos que nuestro partido, ejército y el frente de masas, deberán ser guiados por el lineamiento de guerra popular prolongada y en torno a éste todas las formas de lucha que surjan de la creatividad e iniciativa de nuestro pueblo para el triunfo de la revolución socialista.
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