Marcha contra la impunidad este 26 de Noviembre

Los motivos de una campaña justiciera

Nota de Aporrea: Invitamos a todas las organizaciones populares, sindicales, medios alternativos de todo el país a la REUNION NACIONAL CONTRA LA IMPUNIDAD DE LOS GOLPISTAS; el SABADO 15, 9:00 a.m. en la Casa Sindical de El Paraiso- Caracas

Preámbulo

¿Tratar el problema de la impunidad necesita hoy en día alguna justificación? De ninguna manera. Sin embargo, ¿Comenzar una campaña en contra de la impunidad es algo descabellado e inútil? Hay quienes lo pueden ver así, pero ¿por qué podría más el escepticismo que la esperanza en cuestiones como esta?. Es muy fácil de entender. El Estado venezolano en su memoria institucional se ha comportado como un perenne estado de injusticia. La justicia en Venezuela ha estado sometida no sólo ha escondidas razones detrás de las cuales se escabulla un orden determinado de intereses. En Venezuela la única justicia posible es aquella que se gana bajo el soporte de nuestra jerarquía política, buenos enamoramientos con la fiesta mundial y nacional de los poderosos, y por supuesto, la demostración de las abultadas cuentas bancarias con que se cuenta y que podrían ser muy benevolentes a la hora de chorrear algunos de sus insumos metálicos en las manos de un bondadoso juez que le de la venia a su justicia. En otras palabras, la justicia en Venezuela no es mas que un horroroso cuadro de legitimación interminable de la injusticia. A través de la institucionalidad de la “justicia” se consagra la injusticia; se consagra el orden de los amorales y no de los éticos, el orden de la politiquería y el dinero y no el orden constituyente de la comunidad, el orden de los destructores y no de los creadores, el orden de los conspiradores, los asesinos, los ladrones, y no de los productores, los sembradores, los soñadores, los revolucionarios. Por tanto, resulta perfectamente comprensible que alguien interponga su escepticismo ante cualquier iniciativa que busque transformar este estado de hecho.

Pero también podríamos vacilar si alguien nos dice que este tipo de argumentos ya no corresponden al proceso histórico que estamos viviendo. Que hoy existe un gobierno revolucionario y por tanto todas estas cosas tienden o van cambiar. Que argumentos como estos quedaron para las protestas en un mundo pasado que hemos superado, o estamos en vías de hacerlo, y por lo tanto la lógica tiene que ir por otro lado, por ejemplo, cómo arreglar las cosas para que no se repitan las pesadillas del pasado, cómo aseguramos que la justicia definitivamente este en manos de los justos y no de los poderosos. Ciertamente en eso deberíamos estar. Deberíamos haber pasado estas páginas y vivir, palpar con nuestros ojos, con nuestra vital presencia como poco a poco la impunidad se hace pasada y el criminal de todo crimen empieza a pagar a la sociedad su deuda con ella. En eso deberíamos estar pero no estamos. Hay por el contrario un juego de tripas en nuestro interno que nos dice sin entender un grandísimo carajo que por el contrario mientras por un lado, brinca y se expande la furia alegre de la victoria y nacen bajo los meandros de la sociedad los síntomas aún bebecitos de una nueva sociedad, cuando hablamos de justicia es exactamente lo contrario; allí el mundo es el mismismo, la norma, la ley de justicia es una mercancía más en propiedad del más propietario y punto. Y luego se nos mete en la cabeza un duende que nos resuena al oído diciendo. Estas jodido amiguit@, pura paja tus sueños, aquí no hay justicia, la impunidad es el orden, y mientras no haya justicia Bolívar seguirá momificado gravitando desesperado sobre su monumental tumba. Es mas, oye callado y entre líneas los propios discursos de tu comandante, y oirás en él, incluso desde el magnánimo sitial de presidente que detenta, el grito de un hombre implorando por que algún día se haga justicia, por la victoria de una verdad que el no puede imponer. No tiene, aunque así quisiéramos, el poder para imponer la razón de los justos.

¿Y esto por qué? ¿Qué está pasando que el pueblo triunfa pero no así la justicia? ¿Por qué el poder y la justicia sigue estando en manos de los intereses de los injustos?. Porque siguen siendo ellos los poderosos; el dinero y sus conciábulos nacionales e internacionales los que aún nos imponen sus condiciones, entre ellas, la impunidad absoluta ante cualquiera de sus crímenes, fraudes, apropiaciones y descarados abusos. Pero vayamos a la pregunta que más duele, que más nos compete y que en estos momentos de renovado ajetreo golpista vuelve a retumbar en todas las calles. ¿Por qué maldita sea los que han protagonizado una conspiración contra el nuevo orden constitucional que ya parece interminable, que ya lleva centenares de muertos, decenas de bombas y acciones terroristas, dictadura de 48 horas, intentos de destrucción total de la industria petrolera, pérdida a la nación por más de 10 mil millones de dólares, utilización de toda la industria mediática cual instrumento de propaganda conspirativa, desinformación, inversión absoluta de la verdad y estimulación psicótica de la población, no hay manera de llevarlos a que se pudran en las cárceles, perdón, que se haga justicia con ellos? ¿Y por qué se les premia asegurándoles por sus actos que de nuestro lado les serán respetados todos sus derechos a acabar como les de la gana con el sueño más bello que ha parido el pueblo venezolano desde su independencia del imperio español; la revolución bolivariana?... Que horrorosa impotencia, ¿es que ahora ya no solo son dueños de la querida justicia ahora lo son de una constitución donde se consagra triunfadora la lucha de generaciones y generaciones de venezolanos que dieron la vida por nuestro país, de hermanos que vimos morir a nuestro lado en las calles de nuestras ciudades; la constitución que ya hicieron y harán todo por destruir?...Que nadie lo diga en serio porque no es verdad, pero parece que estos hijos de su grandísima madre se compraron la memoria, el sueño, el presente y toda la dignidad de nuestro de pueblo... Y ahora digámonos a nosotros mismos: ¿Es que esto se va quedar así? En serio ¿Vamos a dejar que esto se convierta en una verdad irreversible?.

La campaña

La campaña contra la impunidad se justifica de cabo a rabo en esta última pregunta. Quienes hemos iniciado este nuevo reto de la lucha popular la entendemos como la única respuesta posible frente a esta emplazadora pregunta. Sabemos con toda claridad por experiencia hecha y consumada el 13 de Abril, como en los meses últimos de Diciembre y Enero, que solo a través de la vigorosa decisión, la lucha y la movilización del pueblo se podrán alcanzar los sueños de nuestra revolución y por la misma vía la responsabilidad de defenderla. Y uno de sus más altos sueños es precisamente el logro de un orden de justicia. Innumerables organizaciones políticas, sociales, sindicales, y tras ellas millares de venezolanos hemos votado en asamblea abierta por esta alternativa: luchar contra la impunidad imperante a través del impulso de una campaña de movilización y organización nacional emprendida por todo bolivariano o deseoso de justicia que quiera comprometerse en ella. No estamos promoviendo un grupo de denuncia ni de lloriqueos frustrantes. Estamos llamando a la formación de una gran fuerza justiciera que no descanse hasta tanto no paguen por sus crímenes de lesa humanidad y de lesa patria los que hoy constituyen gran parte de los voceros de la “democrática” oposición venezolana. Hasta que no vayan a la cárcel los que han pretendido y siguen pretendiendo acabar con la democracia y el proceso de transformación revolucionaria que bajo la aprobación libre y mayoritaria del pueblo se ha adelantado desde 1998.

Es entonces una campaña que se inicia conciente que el nuevo orden republicano yace hoy en la calle, está en manos únicamente del poder constituyente y luchador del pueblo explotado y excluido, y no en las anacrónicas e injustas instituciones por medio de las cuales aún nos gobiernan. Nace por tanto conciente que cualquier orden de justicia nacerá de la razón y el protagonismo fomentado desde la calle y no en los pasillos del negoceo político.

Se ve a sí misma conformando un movimiento amplio cuyo objetivo inmediato es el encarcelamiento de los principales responsables del golpe de Abril y el saboteo de Diciembre y Enero a la industria petrolera y toda la economía nacional. Pero al mismo tiempo ella no se agota en los personajes, en la simple venganza justiciera. A través de sus iniciativas políticas y legales, la campaña servirá de instrumento para que cualquier colectivo de base, movimiento, etc, se sirva de la solidaridad organizada que ella represente para alzar sus propias denuncias de crímenes contra la nación y su pueblo, de impunidad manifiesta ante los hechos, tengan el nombre de crimen, corrupción, traición o cual fuese, y confrontarlos.

En tal sentido, como fuerza constituyente que nace desde esta campaña, como encuentro y articulación nacional del movimiento popular, esperamos poder aportar en forma significativa a la construcción por primera vez de un estado de justicia en Venezuela. El que se haga justicia frente a los golpistas, genocidas y conspiradores es una condición política primaria para que empiece a existir justicia en nuestro país. Por supuesto, habrá que ampliar horizontes y ver de donde, con quien y como nace una verdadera institucionalidad de la justicia; esa es precisamente la tarea constituyente que habrá que iniciar.

Esto nos lleva finalmente a entender la campaña como un gran foro movilizador y organizativo, que responde a los grandes retos que en estos momentos se plantean en el país y para la revolución pero desde el punto de vista y los horizontes de acción de los movimientos populares, sociales y de trabajadores. La movilización del 26 de Noviembre es un primer escalón precisamente en el momento en que se reinicia la escalada contrarrevolucionaria en el país a través del llamado reafirmazo. Interpongamos a ella la demanda de la justicia y revirtamos el sentido oscuro y reaccionario de esos días por una luz clara de transformación que se exprese masivamente en la calle. Ese es un punto de partida clave que nos servirá de detonante político de la voluntad justiciera. Pero la propia coordinación y encuentro que se logre para la movilización de inmediato nos tiene que servir para la organización en todas las regiones del país de “Comités contra la Impunidad” o cualquier figura similar de protagonismo popular; gérmenes de una nueva institucionalidad de la justicia que deben poner contra la pared al estado de in-justicia que impera de facto, obligando a la vieja república aún gobernante a hacer lo que nunca ha hecho y no hará por ley propia.

La mesa está servida hermanos, la ofensiva revolucionaria a la cual hizo alusión el presidente este año esta esperando por nosotros, de nuestra voluntad e inventiva, y que el 13 de Abril vuelva a resonar por todas las calles de Venezuela.

NI OLVIDO NI PERDÓN

JUICIO A LOS GOLPISTAS

NO A LA IMPUNIDAD

TODOS Y TODAS LA MARCHA DEL 26 DE NOVIEMBRE



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Rolan Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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