En estos días leía un libro cubano, Los Disidentes, y no pude despegarme con facilidad de su lectura. Es un libro que habla de las acciones que los antirrevolucionarios hacen en y contra Cuba y su gobierno.
En ese libro se relatan acciones de la oposición para desprestigiar al gobierno y al país cubano. Se han creado comités de derechos humanos que fabrican informes acerca de violaciones de los derechos humanos de los opositores al gobierno, de los presos de conciencia, como llaman a los presos políticos, aquellos que han tomado parte en acciones terroristas o atacan las fabricas, vías o empresas del estado y son sorprendidos... y como consecuencia, son arrestados. Existen grupos pagados desde las naciones opositoras al gobierno, según dice el libro, los Estados Unidos, Unión Europa y España, se destacan entre otros países que promueven la disidencia interna... ALGO SORPRENDENTE, CASI INCREÍBLE ¿NO?
Se incentiva la formación de grupos de oposición, que podemos llamar grupos de apartamento o de escritorio, los cuales por lo general solo tienen a su presidente o en algunos casos, la directiva (entre dos y seis personas) y más nadie, porque cada grupo recibe entre $50 y $100 mensuales según su formación y rendimiento, lo cual no alcanza para muchos. Estos grupos le dicen a las embajadas que los apoyan, o a la oficina de negocios de EE.UU. que son muchos, y forjan nombres y firmas para dar esa impresión. Mientras más miembros tengan, mayor remesa reciben y más probabilidades de calificar para una visa al país del norte... con mucha frecuencia los representantes de los grupos de disidentes van a la oficina de negocios del norte para recibir instrucciones y uno que otro regalo, por lo general radios, literatura anticubana y linternas. Luego a inventar algún reporte de derechos humanos violados para que sea remitido EE.UU. y retransmitido por emisoras como Radio Martí o Alpha 66, para ir acumulando puntos para conseguir la visa... como cosa curiosa, con relativa frecuencia los infiltrados de la revolución cubana se destacan y ascienden en la preferencia de los patrocinadores.
Se crean reportes que por lo general son inventados según lo que sus benefactores desean escuchar, una especie de novela bien entretejida, según el gusto del consumidor, que es quien paga por ello. Se traman denuncias ante organismos internacionales, en especial los que atienden denuncias de violaciones de los derechos humanos, para que tomen acciones contra la isla. Son frecuentes las acciones que impiden el cese del bloque a Cuba, o las propagandas de inseguridad para evitar que a Cuba lleguen las inversiones extranjeras, las cuales por lo general son fabricadas por los disidentes con aspiraciones de vivir en el país norteño, con el respaldo de las firmas de personas que no existen, sólo que son firmas forjadas por los dos tres miembros del grupo opositor en una mesa en la sede del grupo, que por lo general es la casa del representante del grupo.
Algunos de esos representantes llegan a formar varias organizaciones de papel, para así ganarse el respeto de los financistas y una dotación o asignación mayor. Se crean cualquier cantidad de grupos, de un solo miembro hasta varios, de periodistas independientes, de los CUALES CASI NUNCA SON PERIODISTAS, PERO SI OPINAN EN CONTRA DEL GOBIERNO.
Entre los promotores de estos grupos opositores están los dos últimos embajadores hombres de EE.UU. en Venezuela...
Los temas que más le interesa tratar a los financistas son: Las violaciones de los derechos humanos, encuestas de opinión sobre asuntos del gobierno y la sociedad, los de la libertad de expresión, salud, educación, poder adquisitivo de la sociedad frente a los bienes de consumo, entre otros. Temas que puedan servir para crear una matriz de opinión tal que desfavorezca al gobierno ante la comunidad internacional y pueda servir para que esta última tome acciones o respalde acciones contra Cuba.
Claro está que los promotores sólo dan las directrices y el financiamiento, pero quienes toman la participación son otros, los que dan a cara, aquellos que teniendo necesidad o deseo de salir del país, o de ganarse unos dólares, se prestan para ayudar a unas potencias extrajeras para actuar contra su propio país y sus hermanos...
Los grupos de oposición y de disidentes actúan de tal manera que cada uno compite con los demás para presentar informes más impactantes que el presentado por otro grupo, a fin de ganar méritos para la visa y el pago en dólares por la información; y los financistas y medios de Miami no comprueban ni los hechos ni la fuente, lo importante es poder desprestigiar al gobierno.
A esto les pregunto sí existirá otro país en el mundo donde, a nombre de la libertad de expresión, los medios se dediquen a dar noticias fabricadas cuyos encabezados exageren situaciones inexistentes, en la mayoría de las ocasiones, pero cuya intención sólo sea el desprestigio del gobierno. Si existirá donde algunos pocos pidan la intervención extranjera para cambiar la vida del país... O si existe un país donde pareciera haber una competencia abierta entre los medios de penetración social por ganarse la benevolencia de los financistas que se oponen al gobierno y hasta al pueblo...
¿SERÁ MUY DIFÍCIL ENCONTRAR ALGÚN PARALELISMO EN EL GLOBO TERRÁQUEO?
¿Usted cree que exista algún parecido con algún otro país del mundo?.
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