Para sorpresa de aquellos que viven arrepentidos de su propia historia, que quisieran borrar su pasado de "críticos investigadores" y para quienes los términos subdesarrollo, dependencia, imperialismo, pentágono, les da alergia, comenzando por los que escribieron sesudos volúmenes y se caracterizaron por una hipercriticidad, acaba de concluir en Nueva Esparta la VII Reunión de Ministros de Información del Grupo de los No Alineados.
En los últimos 80 años el tema de la comunicación y el manejo de la información han sido una constante en el mundo subdesarrollado.
Éste hizo eclosión durante los años 70, y en esta época el Movimiento de Países no Alineados jugó un rol importante en la materia.
Figuras como Samir Amin dedicaron buena parte de su esfuerzo como investigadores a delinear los puntos de la confrontación Norte - Sur.
Tanto los estudios sobre la opinión pública que aportó Walter Lippman y aquel aserto de que "el que controla la información controla el poder", que derivó de la obra de Edwin Parker sobre Información es Po der, entre las décadas del treinta y el cuarenta, fueron sumando visiones que permitieron armar el rompecabezas del dominio en los flujos informativos por parte de los países altamente desarrollados.
El discurso neocapitalista, impregnado por la retórica del neoliberalismo durante las dos últimas décadas del pasado siglo, hizo esfuerzos denodados para vender la idea de que el control de las grandes corporaciones mediáticas había quedado en el pasado colonial y que ahora con el fenómeno de la globalización y de la superautopista de la información, todos los países, en igualdad de condiciones, se sumarían a un intercambio comunicacional e informativo altamente nutritivo para todas las culturas.
Durante una semana los representantes de los países de Asia, África y América Latina que conforman este movimiento debatieron y analizaron los casos de mayor evidencia en la postura intervencionista de los carteles mediáticos. De nuevo se develan los fines de los territorios que manejan el poder mundial por controlar la economía y la política de los países pequeños. La verticalidad en la visión de los No Alineados corrobora el cuestionamiento que se ha hecho siempre a los grandes centros hegemónicos.
Periodista / Prof. universitaria