No hay la menor duda que tenemos Chávez para rato. Con una ¡y que oposición! como la que tiene, que en realidad es una “oposición simulada” podrá quedarse en el poder todo el tiempo que quiera.
Jamás de los jamases Venezuela había tenido (y será muy difícil que vuelva a tener) un Presidente tan inteligente, zorruno, astuto, que haya logrado manipular a su entera conveniencia en su favor un grupo tan pequeño como escandaloso que se permite vituperarlo, cubrirlo con toda clase de improperios (hasta mentarle la madre), proclamar a los cuatro vientos la tiranía a que nos tiene sometidos a todos los venezolanos, menos a ellos, por supuesto, a quienes permite realizar todo este tipo de manifestaciones simuladas en su contra con el único fin de aumentar su aceptación popular, ya que no cabe duda que en este aspecto sí han tenido un éxito tremendo a tal punto de que ha sido el único Presidente que después de ocho años de ejercicio del poder su popularidad sigue intacta o más bien con tendencia al aumento.
Todo comenzó con la simulación del golpe de estado y su simulada detención durante unas cuantas horas en abril de 2002, simulación que fue confirmada por el TSJ de la época al dictaminar que los que simulaban ser los cabecillas habían actuado “preñados de buenas intenciones” ya que de haberse pronunciado de conformidad a lo que creyó el pueblo que salió en defensa real (no simulada) del Presidente hubieran tenido que “encanarlos”. Otro hecho que confirma tal simulación fue la aceptación del propio Presidente de la sentencia dictada por el tribunal. Luego siguió el simulado paro general protagonizado entre diciembre de 2002 y febrero de 2993 durante el cual muchos compatriotas simularon perder la vida y, de paso, se murieron por no obtener atención médica por falta de medios de transporte por no haber combustible. Unos meses antes de esa fecha y hasta principios de diciembre de 2003, también hubo una toma simulada de la Plaza Altamira, donde cada noche simulaban armar tremendos “bonches”, consumir drogas y asesinar soldados y mujeres.
Pero para cerrar con broche de oro esta serie de simulaciones, por ahora, el General (R) Raúl Isaías Baduel, convocó esta semana una rueda de prensa en la cual incitaba a recurrir a cualquier medio, aun sin respetar los plazos democráticos, para salir librarnos del autócrata e igualmente denunció que, después de esas declaraciones, lo más probable es que él perdiera la vida de manera simulada por instrucciones del Presidente Chávez. Y esto no lo dijo con los ojos bañados de lágrimas simuladas, como los tenía cuando recibió los soles de su último ascenso dentro de la Fuerza Armada Nacional.
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