Por momentos llego a pensar que los Diputados de la Asamblea Nacional tienen sus largos ratos de ocios y eso los lleva a sumergirse en un profundo “vació existencial”, que los coloca en un trance con indefiniciones e impresiones. Seguramente, un largo rato de ocio, mezclado con una pizca de “vacío existencial” los condujo a sumarle otra reforma a la reforma constitucional y eso, con toda seguridad, sirvió o calzó exactamente con los planes de los medios de comunicación privados para enredar la propuesta de la reforma.
Esos largos momentos de ocio y de “vacíos existenciales” parecen estar torciendo la función contralora de la Asamblea Nacional y su compromiso de frenar la corrupción. En el ámbito de la corrupción, la revolución no debería tener contemplación ni hacer concesiones o “engavetamiento” de casos, porque esa conducta dejaría abierta la puerta para mantener a la V República dentro de los parámetros de la IV. No es una casualidad, que la línea: “una nueva ética socialista” sea el primer aspecto contenido en el plan nacional “Simón Bolívar” y esté expresado en los siguientes términos:
La plena realización del Socialismo del siglo XXI que estamos inventando y que solo será posible en el mediano tiempo histórico pasa necesariamente por la refundación ética y moral de la nación Venezolana. Tal refundación supone un proyecto ético y moral que hunde sus raíces en la fusión de los valores y principios de lo más avanzado de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar.
Si al pensamiento y al accionar de Bolívar nos remitimos, hay situaciones para valorar la actuación de Bolívar. Su pensar y actuar fue una única cosa y en ese actuar, siempre colocó en un primer plano el objetivo de su proyecto. Bolívar por ejemplo, pudo haber evitado el fusilamiento de Piar, que como sabemos, fue un evento muy complicado y sobre el cual uno no deja de tender un puente “solidaridad” con Piar. Sin embargo, Bolívar no intervino porque pudo haber considerado que una concesión daba argumentos para complicar los objetivos estratégicos y crear cierta anarquía en las filas del movimiento libertador.
II
Se parte del principio que los procesos revolucionarios son contrarios a los procesos que estén reñidos con la moral y la ética. Se supone también, que la revolución ha sido un “pelo” complaciente con muchos antivalores. Esta presunción no tiene ningún documento probatorio que lo sustente pero efectivamente, hay comportamientos, formas de vidas, posturas y prácticas que se convierten en una referencia para echarle un ojo a un proceso que está posiblemente muy socializado en el mundo de la V República.
La asamblea tiene en este proceso una enorme responsabilidad, porque su función legislativa camina de la mano con su función contralora. No se controla únicamente el manejo inadecuado de los dineros públicos; es necesario controlar también, otras violaciones o prácticas que están reñidas con el ordenamiento jurídico. Por ejemplo, los pollos de MERCAL que aparecieron repentinamente en la cocina de una clínica del este de Caracas, no fue un hecho producto de una resurrección de pollos, que decidieron (después de esa vuelta a la vida) marchar hacia ese sitio para servir de alimento a personas enfermas que tenían todo el derecho de comer pollo, pero que posiblemente, no estaban preparados para ingerir este tipo de pollo, porque ese producto, es parte de un “populismo” que no va bien con la naturaleza y estilo de vida de esos enfermos.
Este ejemplo no es un invento ni un caso único y escasa importancia. Hay evidentemente, muchos casos de pollos de MERCAL beneficiados que vuelven a la vida y corren como locos o locas hacia restaurantes de lujos y no hemos visto acciones por parte de la Asamblea Nacional para ponerle un “parao” a estas resurrecciones de pollos.
III
El ocio no consciente puede llevarnos a tomar malos caminos y ese “vacío existencial”, igualmente puede permitirle a los Diputados y Diputadas de la Asamblea Nacional andar con una postura propia de una “doble moral” o en el mejor de los casos, colocar al cuerpo legislativo en producir omisiones voluntarias y contrarias a la “nueva ética socialista”.
Hoy jueves (21/08/08), se conoció la intención de la Diputada Cilia Flores de abrir el caso de la Policía de Guárico” por reiteradas violaciones a los derechos humanos en esa entidad. Si uno logra recordar las opiniones que Iris Valera llegó a “soltar” sobre ese caso, no era muy complicado ni sesudo, suponer que el Manuitt y su policía merecía de una profunda investigación para llevarla hasta (como se dice) las últimas consecuencias; sin embargo, el caso se engavetó sin ninguna razón aparente. Si consideramos la declaración muy filosófica de Cilia Flores, es posible plantear, que ella está siendo influenciada por ese “vacío existencial” y ocio no planificado y por esa razón “suelta” una opinión muy complicada filosóficamente para abrir el caso Manuit y que se expresó así: “No es que se va reabrir, es que si hay una denuncia, en cualquier momento uno la abre”
Cilia posiblemente influenciada por esos largos ratos de ocio y ese “vacío existencial”, incurrió en un error, que es frecuentemente verlo en los opinadores de la oposición. La Diputada se puede estar olivando que uno de los más importantes avances del proceso revolucionario fue haber transformado a las personas en sujetos políticos y con las misiones, la lectura pudo agudizar esa condición de sujetos políticos.
Frente a esa ocurrencia de Cilia Flores, uno tienen que hacerse las siguientes Preguntas: ¿El informe nunca se llevó a la plenaria por que no hubo elementos probatorios? ¿Se engaveto porque Manuitt en ese momento era “revolucionario” y había que dejar las cosas en suspensos? ¿No hubo muchas denuncias y hacia falta una más (que no llegó) para continuar con el caso?
No tengo la agudeza que pueda tener un Diputado o Diputada, pero pienso que sólo había que haberle visto alguna vez la cara al gobernador Manuitt para entender su conducta de “guapetón”, que con toda seguridad, es un aspecto importante y de coincidencia con los casos de violación que se investigaban. Ver ahora a Manuitt con otro lente, deja una muy mala impresión sobre el trabajo que se realiza desde la Asamblea Nacional.