Han pasado ya más de 4 años que la izquierda tomo el poder en Venezuela, pero uno de sus iconos mas importante permanece todavía sucumbido en el olvido, como escondiéndose, esta vez de no se sabe que, como esperando su revolucionaria beatificación. Ali Primera, conocido por todos como el cantautor del pueblo, el hombre que decidió dar la lucha revolucionaria a través de las cuerdas de su guitarra, el hombre que vivía el dolor de la gente y lo hacía canción, para de esta forma denunciar al mundo los sufrimientos del Pueblo Venezolano. No hubo Venezolano que no tuviese en su poder, un casette con sus canciones, canciones llenas de pueblo, llenas de dolor, llenas de dignidad, llenas de esperanza. Fue un hombre que decidió como pocos, dar la lucha difícil, la lucha contra el sistema hambreador, excluyente que existía durante la época. Fue un hombre valiente como pocos, y por lo tanto no merece ser desconocido por las políticas culturales- educativas del gobierno, porque solo su nombre implica, lucha, revoluciones, cambios, transformaciones. Hombres como él los paren los pueblos muy pocas veces.
Ali, al igual que grandes hombre como el Che, Ghandi, decidió tomar el camino que muy pocos se atreven a transitar, el camino peligroso, el camino que sólo los valientes de corazones grande, pueden tomar, el cual no es otro que la liberación de un pueblo oprimido. Decidió desde muy joven la lucha contra la injusticia social, recuerda en una de sus canciones que no se le dio un premio que había ganado en una carrera de bicicleta porque en su camisa llevaba un gallito rojo, su música la dedicó siempre a los pueblos oprimidos, al Pueblo Venezolano, a quienes consideraba los únicos dueños e inspiradores de sus canciones, decía siempre que no las vendería. Nunca quiso ser manejado por la industria disquera, por ello creó su propio sello llamado Cimarrón, un sello independiente, no se dejo consumir por el mercado disquero y sus vicios, siempre se mantuvo en la acera del frente, porque sabía que al firmar algún tipo de contrato, su música iba ser aburguesada, perfumada, alejada del sufrimiento de la gente, sus canciones habrían dejado de oler a pueblo. En una de ellas recordaba que tubo que lavar platos para no vender sus canciones, y decía lo que le dijo una vez un obrero, que si las vendía lo vendía, si las vendía se vendía.
Ali primera puede ser considerado ahora y siempre un claro ejemplo de la hermosura de la dignidad, de amor profundo a un pueblo, de entrega total para con su gente. En la canción panfletaria claramente se muestra como lo que es, un ser humano sin precio, su valor siempre se lo indicó su conciencia revolucionaria. Decía en esa canción que no iba a perfumar el estiércol para que oliera bonito y lo escuchara regodeao el burgués allá en su silla. Siempre fue un combatiente frontal contra los hambreadores del pueblo, jamás rehuyó al combate.
No debemos olvidar nunca las condiciones existentes en el país, cuando Alí primera halagaba, y motivaba con sus poemas hechos canción al Pueblo Venezolano, corrían los tiempos de persecuciones, de torturas, asesinatos contra todo aquel que criticaba el puntofijismo, el sistema corrupto y corruptor de la época. La música de Alí primera siempre fue vetada, son contadas con los dedos de una mano las emisoras radiales de Venezuela, que dejaron expresar los sentimientos revolucionarios del Cantautor del Pueblo. En uno de sus conciertos le recuerda la madre a venevisión, por ser considerada por él, la cuna del imperialismo, la cuna de la explotación. Nunca el pueblo lo abandonó, aunque en la clandestinidad, siempre lo respaldó y hasta el día de hoy lo sigue respaldando, y lo respaldará por siempre. Recuerda el presidente Chávez, en una de sus conversas con el pueblo, que no se podía escuchar la música de Alí primera en los cuarteles porque eran consideradas subversivas. El veto a la música de Alí, fue en todos los ámbitos, pero de alguna manera, siempre el pueblo se las ingeniaba para escuchar sus melodías, para esperanzarse en ellas. ¿Y cómo no hacerlo si cada letra que conformaban sus canciones eran dirigidas a ellos?. Son innumerables las canciones de Alí, que en sus escasos 4 minutos describen la realidad, el sufrimiento del Venezolano, y la necesidad urgente de la instauración de un proceso revolucionario, una democracia verdaderamente para el pueblo.
En Ruperto, el cantautor del pueblo refleja muy gráficamente la miseria del Venezolano, las causas y efectos de la descomposición de nuestra sociedad, el transcurrir mendigo y sumiso de nuestro valeroso pueblo.
Los barrios de Venezuela no permitirán nunca que las obras de este gran hombre pasen al olvido. Nuestro pueblo siempre lo recordará, siempre lo tendrá presente en su memoria, como lo han hecho desde siempre. Pero esto es solo el saldo de la deuda del pueblo con su cantautor. La deuda que tiene con él, este proceso revolucionario no ha sido saldada. Es necesario que en algún momento de la historia de este proceso, se le ocurra a alguien como una forma de profundizar el proceso y de motivar al pueblo en su participación protagónica, “EL INSTITUCIONALIZAR A ALÍ PRIMERA”. Que sus obras sean dictadas en las Escuelas, en los Liceos, Universidades, que se estimule en las casas comunales el conocimiento y disfrute de sus obras culturales. Que sus obras completas sean más accesibles a la gente, puede ser a través de suplementos en el diario VEA u otras formas.
Ahora es el momento de traerlo del destierro social, sacarlo del ocultamiento institucional, presentarlo, no a través de un simple fondo musical en un mítin público, sino como el abanderado de esta revolución, como la inspiración de nuestro pueblo. Para que todos los venezolanos vivan y sientan a Alí primera, para que todos vivamos revolución, sin ningún temor, al escuchar o al cantar sus poemas. Acabar ya, de una vez por todas con el veto al cual fue sometido, porque llegó la hora de sacarlo de la clandestinidad donde lo sumieron los destructores de nuestro país, los ultrajadores de nuestra sociedad.
