Intereses vitales es la justificación del imperio para desarrollar la hegemonía del mundo. Mecanismo que expresa la voluntad de su fuerza. Conjunto de principios para demarcar el dominio a los gobiernos sumisos. El que pretenda salirse de ese carril se le aplica la palanca del medio coercitivo militar. Para eso es que sirven los intereses vitales de EE.UU. Más claro no puede cantar la asesora de Seguridad del gobierno de Bush. Condolezza Rice afinca la presión del imperio al gobierno de Venezuela. Una lectura precisa puede hacerse de su discurso, el cual sintetiza las reiteradas declaraciones de Roger Noriega, Otto Reich y demás funcionarios apegados a los líneas que emanan de los halcones.
Este opinión introductoria me sirve de marco para señalar el por qué Venezuela es blanco de EE.UU. Dos razones geoestratégicas son la causa para considerar al gobierno de Hugo Chávez como el elemento desestabilizador de la América Latina: (i) Petróleo y (ii) modelo político.
Con base en las cifras que suministra PDVSA, Venezuela cuenta con 78 millardos de barriles de reserva, equivalente a la mitad de todo lo existente en el hemisferio occidental. Volúmenes que lo sitúan en el quinto lugar mundial. Si le sumamos las reservas de la Faja del Orinoco, resulta que el país posee la mayor acumulación de combustibles líquidos del planeta con 300 millardos de barriles. Además cuenta con 148 billones de pies cúbicos de gas natural, colocándose en el sexto lugar. Esto es lo concreto y lo tangible; pero, lo potencial, lo que será el futuro, las proyecciones arrojan cifras inmensamente superiores a lo existente.
Las cuencas de Oriente y de Maracaibo se ubican dentro de las diez más grandes del mundo, las cuales concentran el 60% del total mundial de hidrocarburos. Las reservas totales, que incluyen las probadas, ascienden a 221 millardos de barriles. Posee además 147 billones de pies cúbicos en reservas de gas y hay expectativas de descubrir otros 23 millardos de barriles de petróleo, más otros 94 billones de pies cúbicos de gas.
Las invasiones por parte de EE.UU., a Afganistán, Irak y ahora las amenazas sobre Irán, se fundamentan en sus intereses vitales petroleros: mantener su
abastecimiento y proveerse en el corto plazo de las reservas estratégicas. Por lo tanto, el mismo patrón que rige su política hegemónica se aplica a Venezuela, corriendo los mismos riesgos de esos países. EE.UU., sabe el valor petrolero de Venezuela, cuya proyección para los próximos 10 años se establece con base en un incremento de sus importaciones desde Venezuela, que va del 15% actual a un 25% para el 2015. Además, Venezuela es la 3ra., región mundial estratégica para sus reservas.
Pero, así como los talibanes no eran confiables para asegurar el cruce de los oleoductos que necesariamente pasarían por Afganistán --extracción del petróleo de los países del Asia central así mismo consideran no confiable al gobierno venezolano. Saben que Hugo Chávez ni es Lucio Gutiérrez, ni siquiera Lula que aparentemente ha flaqueado ante la seducción del FMI. El Presidente Chávez, además de ser jefe del gobierno de Venezuela, es líder de un proceso revolucionario, constitucional y pacífico. Es esa la razón por la que Hugo Chávez trasciende su liderazgo continental y se echa encima al gobierno más derechista, reaccionario y fascista que existe en la Tierra. Y es ahí en donde se ubica para ellos, usurpadores de la soberanía de los pueblos, el peligro para sus intereses vitales. El modelo de la Revolución Bolivariana, aún en tránsito hacia estadios más avanzados de sus metas, no sólo se opone al dominio de EE.UU., sino que significa una opción emancipadora para los pueblos latinoamericanos. Las coaliciones regionales antimperialistas es una de las amenazas críticas para sus intereses vitales.
De tal manera que EE.UU., tiene en la mira a Chávez. Y por eso la insistencia con el Revocatorio. Por eso las amenazas de la Consejera de Seguridad. Para ellos la salida de Chávez es un objetivo a alcanzar en el corto plazo. Yo diría que se las van a jugar por las buenas o por las malas. Y por eso tienen diseñada una escalada de acción hacia Venezuela. Escalada que se inicia con la presión diplomática para la realización del Revocatorio; pero, de fallarle esta opción, van a aislar al gobierno de Chávez. Intentarán sanciones por su gestión "antidemocrática", empleando para ello la Carta Democrática Interamericana. No satisfechos con estos juegos inocuos de tipo diplomáticos, se van a ir a la intervención indirecta (primera fase de baja intensidad de la opción militar). Este tipo de injerencia se materializará por la acción de los paramilitares, sabotajes, terrorismo y demás juegos sucios aniquiladores de las luchas sociales de los pueblos. Y si aún se mantiene firme la recia actitud del pueblo venezolano defendiendo a su proceso y con ello a quien lo lideriza, entonces sí, entra en escena de manera directa su poder militar (Plan Colombia) sobre blancos estratégicos seleccionados: Lago de Maracaibo, Paraguaná, Guaragua, El Palito, Morón y la sede del poder político venezolano.
Esta hipótesis descrita fugazmente, tiene que ser asumida por todos los revolucionarios y prepararse para oponérsele a una eventual aplicación. Lo más inmediato es la organización de la Plataforma Unitaria que acuerde a todas las fuerzas políticas y sociales. Y, tan importante como la organización, es la formación política e ideológica de la militancia del Proceso. Para los EE.UU., la conciencia revolucionaria en un arma que no puede doblegar su poderío militar.
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