En el acto del Teresa Carreño el martes 11 de noviembre, donde se presento una obra de teatro en la entrega de becas fundayacucho y en homenaje a los cien años del natalicio del héroe de la revolución a nivel mundial, el Chileno más grande de América, el mártir revolucionario Salvador Allende; acto que no pude ver porque estaba intrincado por la parroquia 23 de enero, llevando una propuesta teatral que cargo para la conversación con la gran comuna, pero la referencia que tengo del trabajo actoral es muy profesional y no quiero entrar en tela de juicio para evitar malas interpretaciones, porque estoy convencido que mi problema es de clase y es lo que tratare de analizar ya que esta tribuna no es para ventilar asuntos personales, por lo tanto pido disculpa a los lectores; lo que si quiero poner sobre el análisis, porque me sentí directamente afectado, es la arrechera que tenia mi mujer cuando llegue a casa, peleaba con mi amigo personal, (para quien no lo sepa es Chávez) no entendía porque, hasta que en un descanso del combate me recrimino que no podía ser que andará con mi revolución de la forma que ando, mientras otros se aprovechaban mostrándole a mi amigo personal unas mentiras comerciales, que aunque el tema tratado era político el beneficio humillaba mi sentido de lucha, eso decía en la arrechera.
Le pedí que se calmara y me explicara la situación, para poder discutir y justificar como siempre lo hago LOS ERRORES DE LA REVOLUCIÒN, que son y no tengo amenos en reconocerlo, mis errores.
Decía en tono nada calmado, botando espuma por la boca, por un momento creí no era la compañera que comparte conmigo este proyecto; decía a todo gañote, mientras tu andas echándole bolas, los arribistas del pueblo que denigran de su condición abiertamente, son beneficiados con premios y a ti no te toman en cuenta (eso lo dice porque es mi compañera) y tienen la santas bolas de mostrarlos en cadena nacional, por un momento creí cuando hacían la solemne presentación, me llene de ilusión en un momento determinado mientras lo anunciaban y mandaban a apagar los celulares para darle solemnidad al acto; dice que desde lo profundo se alegro porque creyó que era a mi a quien iban a presentar, como había salido en función de trabajo; en su arrechera gritaba, que carajo es lo que haces tu todos los días y se molesto porque para al pueblo que yo hago lo que le digo, ella creyó que era el mismo, al que habían invitado para que mi amigo lo valorara, pero resulta que mientras en un sitio hay una situación, tu andas metido por esos cerros y esas escuelas lleno de comunidades, buscando no se a quien, porque la revolución anda por otra parte.
Trate de calmarla y explicarle que así son lo procesos revolucionarios, llenos de errores y contradicciones, pero los esfuerzos son para determinar caminos y en eso andamos, por un momento puse en duda su egoísmo, pero la calme haciéndole saber que en la mente de un verdadero revolucionario no hay mezquindad, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
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