¿Por qué cederle espacio a alguien con una postura claramente contraria al proceso revolucionario (aunque intente disfrazarse de izquierdista) una vez que estas personas disponen de todos los grandes medios para expresar sus opiniones contrarias al pueblo bolivariano? Me parece que Aporrea no actúa de manera correcta cuando permite que contrarrevolucionarios traten de sembrar cizaña entre los simpatizantes de la Revolución Bolivariana en un medio alternativo tan identificado con la Revolución como lo es Aporrea.
Me estoy refiriendo a un artículo de un enemigo del pueblo que busca mancillar la reputación del General Müller Rojas, de Hugo Chávez, y de cuantos pueda en el campo popular. El nombre de este escuálido no importa, muy probablemente, siquiera debe de ser real. No le debemos dar cuerda, una vez que es eso lo que anda buscando. Si él hubiera presentado argumentos críticos coherentes, que pudieran ser respetados, la cosa sería distinta. Pero no ha hecho nada más que injuriar e injuriar a todos los que con pasión defienden la gloriosa Revolución Bolivariana.
Les ruego a todos los revolucionarios que no caigamos en el juego de las fuerzas antipueblo. No les debemos dar la importancia que no tienen. A Aporrea le expreso mis deseos de que, en lugar de restringir el acceso a los que claramente se identifican con el proceso revolucionario venezolano, no permita que la contrarrevolución introduzca su quinta columna por aquí. El campo popular tiene muy pocos espacios para expresarse, y si tenemos que dividirlos con los escuálidos, entonces sí que perderemos la batalla comunicacional.
