Parece que ante la estrepitosa derrota del plan de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro por medio de las guarimbas violentas y asesinas, los que coordinan desde el imperio del norte los esfuerzos para tumbar el Gobierno Bolivariano han hecho un llamado desesperado a todos sus colaboradores de extrema izquierda para que se lancen con toda fuerza en una arremetida que logre, finalmente, dividir inapelablemente al bloque de fuerzas que sostienen la Revolución Bolivariana y, con eso, facilitarle a los gringos la tarea de poner fin a una experiencia que les ha estado causando fuertes dolores de cabeza.
Creo que solo esto puede justificar el hecho de que, en las páginas digitales de aporrea.org, un número tan grande de ultraizquierdistas (revolucionarios de palabras, reaccionarios en la práctica) haya decidido al unísono publicar los más virulentos ataques a Nicolás Maduro y a todo lo que tenga que ver con su gobierno.
Debemos tenerlo muy claro, el papel divisionista de la extrema izquierda no es nada nuevo, ni se limita a la situación de Venezuela. En realidad, todo y cualquier coordinador de planes de dominación imperial sabe que una de las condiciones sine qua non para que una nación sea doblegada es que las fuerzas que por lógica debieran actuar en su defensa se muestren divididas, incapacitadas para actuar con el grado de unidad que la lucha para rechazar las agresiones imperiales les exijan. Y ahí reside la importancia (para los coordinadores de la agresión imperial, por supuesto) de la ultraizquierda con sus intentos de minar la resistencia de las fuerzas de vanguardia de la resistencia antiimperialista.
Los revolucionarios de Venezuela, de toda América Latina y del mundo deben entender que hay una campaña contrarrevolucionaria desatada con el propósito de quebrarle la columna vertebral al movimiento chavista y abrir las puertas para el regreso de Venezuela a su rol tradicional de subordinado ejemplar del imperio estadounidense. Los nombres de los elementos de la extrema izquierda que aparecen diariamente en los artículos de aporrea.org lanzando su furia incontenible en contra de Nicolás Maduro y de todo su gobierno, aun cuando quieran presentarse como siendo más chavistas que Chávez, forman parte de los colaboradores imperiales, pagados o no, que están en actividad para cumplir a contento las tareas que les han sido atribuidas.
Los nombres de los agentes imperiales no merecen ser citados (están todos en los artículos divulgados por aporrea.org) para que ellos no se sientan engrandecidos.
El contraatque de los revolucionarios debe (en mi opinión) llevar siempre en cuenta que el enemigo principal no son los lacayos, sino que el amo real, o sea, el imperio gringo y sus socios capitalistas locales. A los serviciales de la extrema izquierda basta con demostrarles nuestra indiferencia y hacerles ver que ni siquiera para ayudar a la contrarrevolución ellos sirven.
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