Henrique Capriles sale de nuevo a la palestra pública, apelando a un nuevo discurso, donde se posesiona de nuevos elementos, tratando de marcar distancia de esa ultraderecha golpista, en momentos que otea en el horizonte la cercanía de nuevas elecciones, en este caso particular las de gobernadores, diputados a la Asamblea Nacional y los Consejos Legislativos Estadales. Resurge en la palestra pública, declarando en contra de la xenofobia y el maltrato que han sufrido los venezolanos, violando los tratados internacionales, al criminalizar a connacionales, acusándolos de delitos que nunca han cometido, ni en los Estados Unidos, ni en el Salvador; que bajo un contrato leonino entre Donald Trump y Nayib Bukele presidente del Salvador, han trasladado a 238 venezolanos a cárceles de ese país, bajo condiciones inhumanas, sin formula de juicio y sin derecho a la defensa. Ahora Capriles se nos pretende vender como un adalid defensor de los derechos humanos. Hoy escurre el bulto, señalando a la ultraderecha fascista como coparticipe de este latrocinio, deslastrándose de esa corriente a sabiendas que es parte de ella. Ese odio exacerbado que se les ha inoculado a los venezolanos en el exterior, tiene mucho que ver, con los epítetos que algunos de ellos repiten con mucha ligereza en el exterior. Ahí tenemos a julio Borges, señaló en una oportunidad que la emigración venezolana era una "enfermedad contagiosa para toda la región". Capriles en ese momento no se pronuncio. Ahora, de la noche a la mañana, formaliza unas declaraciones, donde no deja de tener razón en sus apreciaciones, que se ajustan a la realidad, como las esgrimidas en relación al secuestro de venezolanos por el gobierno de Bukele, en conchupancia con Trump. Ahora nos preguntamos: ¿Por qué no se pronuncio en su momento oportuno?. ¿Por qué ahora mete el dedo en la llaga?. No será que aprovecha esta coyuntura para oxigenarse y salir como Rafael Caldera, con su chiripero. Nos parece extraño, que a dos meses de las elecciones, sale del olvido, con un discurso antiimperialista, golpeando a sus mentores del norte. A sabiendas que no oculta sus aspiraciones de ser gobernador nuevamente por el estado Miranda. Es de resaltar que parte del móvil de esas declaraciones es el de deslastrarse del entorno de MCM; que hoy tiene los niveles más altos de rechazo por parte del electorado y posesionarse como el nuevo líder de la oposición.
