Una de las mayores sorpresas derivadas de las elecciones regionales fue el triunfo de la derecha en la Alcaldía Metropolitana, lo que me produjo una innegable tristeza y más aún cuando el ganador es representante genuino de ese pasado oprobioso de la cuarta república, no podemos esperar nada distinto a la gestión cumplida en ese pasado, las adaptaciones a los nuevos tiempos no son posibles para quienes asumen la política como una oportunidad para satisfacer intereses grupales y/o personales; realmente no creo que desarrollen un trabajo que reivindique al ser humano, que vaya a existir una política incluyente y democrática con la participación activa de las comunidades organizadas, nunca lo hicieron y no lo van a hacer en esta oportunidad.
La tristeza es mayor cuando evaluamos por citar una de las secretarías que activó el contacto con las masas organizadas e incentivó el proyecto de dignificación de la gente, nos referimos a la Secretaría de Educación a partir de la gestión del Dr. Néstor Rivero, revolucionario a carta cabal y fiel reflejo de los luchadores de siempre, su gestión estuvo concentrada en motivar a la gente a la participación, a la incorporación a actividades que redundaran en beneficio de las escuelas distritales y la relación de estas con las comunidades, otorgándoles vida activa en sus espacios a través de los Consejos Comunales legalizados que se les dio la oportunidad de participar en conjunto con la mejora y marcha de las actividades académicas, culturales, deportivas y de orden comunitario.
Por otra parte, se incentivó la concurrencia de las misiones al seno de las escuelas, la educación de adultos, y aquellas actividades que beneficiaban a las comunidades que hacen vida en las escuelas; desde el punto de vista institucional se le dio cumplimiento estricto al no cobro de matriculas, se les metió la mano a la infraestructura de las mismas, aún con el modesto presupuesto con que contó la secretaría de educación para tales fines, debido a la centralización manejada en las secretarías de finanzas e infraestructura centrales quienes tuvieron el verdadero peso para acometer obras de mayor envergadura, lamentablemente la cosa no funcionó a esos niveles por la falta de voluntad política y la poca celeridad para adelantar planes de reconstrucción de la infraestructura.
La gestión del Profesor Rivero ha sido de corte revolucionario que ojala muchos gerentes públicos la tuvieran, por la calle del medio y bajo definiciones ideológicas firmes y prestos para el ejercicio formativo como eje del nuevo ciudadano y ciudadana, todos cometemos errores como a veces es de esperar, como buen revolucionario deben corregirse y aprender de ellos, el trabajo en equipo ha demostrado una vez más que produce resultados óptimos y positivos a la luz de devolverle a la gente la claridad en los objetivos y el suficiente estímulo para avanzar, si con lo que tienes haces mucho, mucho más se pudo haber hecho si esa voluntad de la alcaldía en pleno hubiera existido en aras de resolver más allá de las limitadas posibilidades que hubo.
Siento tristeza por muchas razones, por lo que no se pudo terminar, pero más si medimos el futuro hecho cuarta república de lo que sabemos que no va a ser y pendientes de la gestión por realizar, esto lo afirmamos no como pájaros agoreros sino por conocimiento de causa, de pronto una luz los puede iluminar y harán caso omiso a ese futuro que es hoy, porque cuando las cosas no se hacen con el alma, pocas resoluciones se pueden esperar, por último es bueno recordar que las buenas obras y gestiones quedan en el recuerdo grato e imperecedero de los hombres y mujeres buenos y nobles.